Los líderes empresariales no se las están viendo fácil y no solo porque les ha tocado enfrentar un contexto bastante complejo, sino también los desafíos dentro de sus organizaciones. Se trata de encarar un conjunto de cambios que tienen implicaciones significativas para las estructuras, los procesos y las personas.
Estos cambios, según McKinsey & Company, traen consigo “preguntas complejas sobre cómo organizarse para acelerar la resiliencia, encontrar el equilibrio adecuado entre los modelos de trabajo presencial y remoto, abordar el deterioro de la salud mental de los empleados y desarrollar nuevas capacidades institucionales en un momento de rápido cambio tecnológico”.
Así que para ayudar a los directivos y a sus equipos a considerar esas preguntas la consultora lanzó el informe El estado de las organizaciones 2023, producto de una investigación en curso que busca “identificar los cambios más importantes a los que se enfrentan las organizaciones y proporcionar algunas ideas y sugerencias sobre cómo abordarlos”.
Como parte de la investigación, McKinsey encuestó a más de 2.500 líderes empresariales de todo el mundo y las respuestas que obtuvo fueron reveladoras: solo la mitad dijo que sus organizaciones están bien preparadas para anticipar y reaccionar ante impactos externos, y dos tercios consideran que éstas son demasiado complejas e ineficientes.
Ante ello, en el reporte The State of Organizations 2023: Ten shifts transforming organizations, de abril de este año, se analizan los diez cambios más significativos que enfrentan las empresas hoy en día.
-Aumento en la velocidad de respuesta y fortalecimiento de la resiliencia. Esto tiene que ver con el hecho de que la mitad de los encuestados dijeron que su organización no está preparada para reaccionar ante futuros impactos. “Aquellos capaces de salir adelante y rápidamente de las crisis en serie pueden obtener ventajas significativas sobre los demás”, advierten Patrick Guggenberger, Dana Maor, Michael Park y Patrick Simon, autores del reporte y miembros de la firma.
– “Verdadero híbrido”: el nuevo equilibrio del trabajo en persona y remoto. Al respecto, sostienen que desde la pandemia alrededor de 90 % de las empresas han adoptado el trabajo híbrido, que permite a los empleados trabajar fuera de la oficina gran parte del tiempo. Así que “es importante que las organizaciones proporcionen estructura y apoyo en torno a las actividades que se realizan mejor en persona o de forma remota”, tomando en cuenta que más de 4 de cada 5 empleados que han trabajado en modelos híbridos durante los últimos 2 años quieren retenerlos.
-Abriendo paso a la inteligencia artificial. Para los autores, la IA es más que una oportunidad para impulsar las operaciones de una empresa; también se puede utilizar para construir mejores organizaciones creando canales de talento sostenibles, mejorando drásticamente las formas de trabajar y realizando cambios estructurales más rápidos basados en datos.
-Nuevas reglas de atracción y retención. La gente está revisando sus actitudes tanto hacia el trabajo como en el trabajo, lo cual se evidencia en esta cifra: 39% de los encuestados en siete países aseguraron que están planeando dejar sus trabajos en los próximos tres a seis meses. Por ello, la firma recomienda adoptar “propuestas de valor” de manera que se pueda “ayudar a cerrar la brecha entre lo que quieren los trabajadores y lo que necesitan las empresas”.
-Cerrar el abismo de las capacidades. Las empresas suelen anunciar elementos tecnológicos o digitales en sus estrategias sin tener las capacidades adecuadas para integrarlos. Para muestra lo dicho por los encuestados: solo 5% afirmó que sus organizaciones ya tienen las capacidades que necesitan. “Para lograr una ventaja competitiva necesitan desarrollar capacidades institucionales: un conjunto integrado de personas, procesos y tecnología que les permitan hacer algo mejor que los competidores de manera consistente”.
-Caminando por la cuerda floja del talento. Eso es lo que han estado haciendo los líderes empresariales durante mucho tiempo: han buscado equilibrar los presupuestos y retener a las personas clave. “En el clima económico incierto de hoy, necesitan enfocarse más en unir a los mejores talentos con los roles de mayor valor. La investigación muestra que en muchas organizaciones entre 20% y 30% de los roles críticos no están ocupados por las personas más adecuadas”.
-Liderazgo consciente de sí mismo e inspirador. Según la encuesta, solo 25% de los consultados dijeron que los líderes de sus organizaciones están comprometidos, son apasionados e inspiran a los empleados en la mayor medida posible. Es por ello que la consultora considera que los líderes deben ser capaces de liderarse a sí mismos y a un equipo de pares, así como exhibir las habilidades de liderazgo y la mentalidad necesarias para liderar a escala. “Para hacer eso, deben desarrollar una gran conciencia tanto de ellos mismos como de los entornos operativos que los rodean”.
-Lograr avances significativos en diversidad, equidad e inclusión. Muchas organizaciones priorizan la diversidad, la equidad y la inclusión, pero en muchos casos las iniciativas no se traducen en un progreso significativo. Para hacerlo realidad, “los líderes deberán identificar oportunidades para progresar tanto en sus organizaciones como en sus comunidades y en la sociedad en general”.
-Salud mental: abordarla sistemáticamente. Aproximadamente 9 de cada 10 empresas en el mundo ofrecen algún tipo de programa de bienestar, pero los puntajes siguen siendo bajos. “Las organizaciones deben reenfocar sus esfuerzos para abordar sistemáticamente las causas de los desafíos de salud mental”.
-Eficiencia recargada. Más de un tercio de los líderes en la encuesta enumeran la eficiencia como una de las tres principales prioridades organizacionales. Así que para McKinsey impulsar la eficiencia es algo más que gestionar crisis inmediatas o hacer el mismo trabajo con menos recursos; “significa desplegar recursos de manera más efectiva donde más importan”.
Ahora bien, los cambios abordados por McKinsey no garantizan el éxito instantáneo. Su aporte principal es que muestra a las empresas y a sus líderes los posibles caminos a seguir. Sin embargo, queda de parte de ellos cómo llevar adelante la transformación.
Lo que han de tener claro es que es clave desarrollar un plan apropiado a la cultura organizacional y que exista un fuerte enfoque en el cultivo del talento y en la inversión en el liderazgo. Es lo que hará avanzar a la empresa y su gente.
¿Son, entonces, cambios inaplazables para las empresas? Dejaremos que ellas y sus líderes respondan.