La reciente adquisición de las operaciones de En el Perú por parte de la empresa china CSGI ha sido un recordatorio de los nuevos tiempos que se viven en el plano internacional. Las millonarias inversiones en infraestructura y recursos estratégicos que lleva realizando el gobierno chino a través de empresas públicas en países del Asia, África y América son sólo un síntoma de grandes cambios demográficos, económicos y sociales, con incidencia en el plano de las relaciones internacionales.
China en Primera División
Para empezar, un hecho sin precedentes es que la República Popular China, comandada por el reelecto Xi Jinping, haya tomado la iniciativa para poner fin a una guerra europea, como es la actual guerra ruso-ucraniana.
Esto demuestra que el gigante asiático no sólo despertó económicamente, sino que está empezando a ejercer un rol de mayor peso en el plano global: el poder blando de mediador internacional, cosa que hace medio siglo hubiera resultado inimaginable.
Por otro lado, en el ámbito militar, China reclama con cada vez mayor agresividad su soberanía sobre Hong Kong, Taiwán y grandes áreas del mar de la China Meridional. Habrá que estar pendientes de los próximos capítulos de estos conflictos y del muy probable surgimiento de conflictos nuevos. El expansionismo chino no es ninguna novedad y nada indica que se detendrá pronto. ¿Escalarán alguna vez aquellas escaramuzas fronterizas entre chinos e indios? Esperemos que no, pues el resultado podría ser una guerra con un altísimo costo de vidas humanas.
El Tío Sam aún juega la partida
Es difícil hablar del nuevo gran actor en la política internacional sin hablar de un viejo conocido. Los Estados Unidos de América han sido indudablemente la potencia hegemónica global durante las últimas tres décadas, y han llevado el liderazgo del mundo occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de su vasto poder económico y militar, el reinado internacional de Estados Unidos ha reposado en la creación de alianzas como la OTAN, la intervención diplomática en conflictos locales y la exportación de su cultura popular a todos los rincones del mundo. Si bien su primacía económica será en poco tiempo superada por países como China y la India, por las características de su presencia y actividad en el plano internacional, difícilmente mermará su influencia durante las próximas décadas.
No obstante, considero de alto riesgo el nivel de fractura social que se vive en el interior del país. En mi opinión, el auge de absurdas ideologías identitarias y el abuso el uso irresponsable de las mismas para fines políticos podrían ser factores que precipiten al gigante norteamericano en una guerra fratricida. Tengamos en cuenta que hablamos de uno de los países con más armas promedio por cada habitante y que este mismo país tiene en su historia una sangrienta guerra civil.
El panorama para el Perú
No podía terminar esta columna sin hablar del Perú. La insólita facilidad con la que los gobiernos de Bolivia, Colombia y México han respaldado un golpe de Estado, una subsecuente insurrección armada y han desconocido la legitimidad de nuestro gobierno son factores absolutamente preocupantes.
Hoy, el Perú tiene el desafío de plantarse firme en el plano internacional frente a actores inescrupulosos, criminales y profundamente antidemocráticos que están hambrientos de apoderarse de nuestro país. Por suerte para nosotros, la política interna y los gobiernos de los países de nuestra región son tan cambiantes que, probablemente, en cinco años habrá acabado la peor parte de este embate.
No obstante, si queremos hacer verdadero frente a los tiempos que se avecinan, es indispensable que busquemos una mejor integración regional. El Perú debe retomar la iniciativa de proyectos de integración económica como la Alianza del Pacífico o de presión política como lo que fue el Grupo de Lima. Es más, debemos apuntar a proyectos de integración más ambiciosos en un futuro no muy lejano, ya que por nuestro tamaño y nuestras condiciones, individualmente pintamos muy poco en la gran mesa internacional.
Artículo publicado en el diario El Reporte de Perú
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