OPINIÓN

Cambio de paradigmas económicos errados

por Alejandro Uribe Alejandro Uribe

La Revolución francesa fue un movimiento de tipo político, social y económico, ocurrido en Francia entre el 5 de mayo de 1789 y el 9 de noviembre de 1799, generado por la desigualdad de derechos entre los ciudadanos. Esta revolución eliminó el sistema de gobierno monárquico existente, donde el último rey de esa nación fue Luis XVI y se considera como una revolución exitosa desde el punto de vista político y social, pero en el aspecto económico fue un desastre, pues se cometió el error de retirar de circulación las monedas de curso legal que eran en su mayoría de oro y de plata, para reemplazarlas por billetes que se respaldaban con las propiedades que le habían confiscado a la Iglesia Católica los revolucionarios. Dichos billetes se llamaron Assignats y luego Mandats, y como el gobierno cayó en la trampa de la sobreemisión monetaria creciente, con esa acción se generó hiperinflación, escasez, hambruna, ruina y entonces se culpó de la crisis nacional a: campesinos, bodegueros, productores y potencias extranjeras, por el caos económico que azotaba al país.

Tratando de solucionar la crisis mediante la búsqueda y la eliminación de posibles culpables, sin entender la verdadera raíz del problema, los revolucionarios franceses produjeron cientos de muertos, presos y desterrados, y así fue como Napoleón Bonaparte tomó el poder el 11 de noviembre de 1799, convirtiéndose luego en el emperador de Francia, para solucionar la crisis económica existente, logrando convertir a esa nación en una potencia mundial, al implantar en el año 1803 el franco de oro, en reemplazo del dinero existente que no conservaba el valor. El franco de oro estuvo vigente hasta antes de la Primera Guerra Mundial y hay una frase célebre atribuida a Napoleón, quien afirmaba «mientras viva no emitiré dinero inorgánico«.

En esa revolución participó un político llamado Honoré Gabriel Riquetti, más conocido como el conde de Mirabeau, quien fue un gran exponente de la Revolución francesa, que por su capacidad oratoria recibió el título de orador del pueblo y por su gran elocuencia fue designado como diputado y luego presidente de la asamblea nacional constituyente francesa, siendo un defensor de la emisión de billetes y no escuchaba las voces de los intelectuales de su época, quienes le alertaban sobre los riesgos de esa práctica monetaria.

Mirabeau murió a los 42 años, el 2 de abril de 1791 en pleno apogeo de la revolución y como era muy querido y respetado por los franceses, fue sepultado con honores en el Panteón Nacional, hasta que se descubrió en el armario de hierro de Luis XVI que era un agente encubierto de la realeza –un caballo de Troya– y que recibía pagos de Luis XVI, quien junto a los demás nobles se llevaba la plata y el oro francés a Alemania y por esa razón, sus restos fueron sacados del Panteón Nacional donde reposan las cenizas de los ciudadanos más ilustres de Francia, como fueron entre otros: Voltaire, Rousseau, Descartes, Víctor Hugo, Pierre Curie y su esposa Marie Curie, siendo que los restos de Mirabeau fueron llevados en 1793 al cementerio de Clamart, que estaba destinado a los ajusticiados.

Es posible que, por efectos de manipulaciones, dogmatismo y desconocimiento de la historia económica, los fracasos de las naciones se repitan en los diversos países y en diferentes épocas, teniendo como causas la aplicación de paradigmas errados, cuyos efectos son similares en todos los casos y por lo tanto las soluciones deberían incorporar los correctivos de comprobada eficacia, que fueron aplicados exitosamente en el pasado.

Para el caso de Venezuela, como lo he indicado en artículos anteriores, después de que se eliminó en 1974 el bolívar oro por el señor presidente Carlos Andrés Pérez, en el gobierno del señor Luis Herrera Campins, específicamente el día 18 de febrero de 1983 –fecha conocida como el viernes negro– el país se embarcó en el tren equivocado de la devaluación de su signo monetario nacional, promovida por especuladores monetarios y financieros y desde esa fecha no ha habido algún gobierno que haya tenido la sabiduría, la sensatez y la voluntad política, para cambiar las praxis monetarias, financieras y cambiarias erradas, que consisten en generar dinero fiat en cantidades exponenciales –productoras de inflación y recesión–, envileciendo la moneda nacional con devaluaciones continuas y aplicando controles de cambios, para que los ciudadanos no puedan proteger sus ingresos ni sus patrimonios y en mi opinión, esa es la causa de la crisis económica, que a su vez genera las crisis: social, política y humanitaria nacional.

En febrero de 2003 se estableció el último control de cambio que ha existido en el país y que estuvo vigente durante 15 años y medio, hasta el 7 de septiembre de 2018, cuando se publicó el convenio cambiario número 1 en la Gaceta Oficial número 6.405.

En el año 2008 se hizo una reconversión monetaria, donde se le eliminaron 3 ceros a la moneda, se le cambió el nombre al bolívar, que pasó a llamarse bolívar fuerte, se implantó un nuevo cono monetario y con esas medidas, que junto con una mayor disciplina fiscal y monetaria –que no se aplicó– se esperaba que la moneda se fortaleciera, pero al seguir emitiendo dinero a manos llenas con fines de mantener el gasto fiscal, ese intento de estabilizar y fortalecer la moneda no funcionó.

En el año 2018 se hizo otra reconversión monetaria, donde se le eliminaron 5 ceros a la moneda, se implantó un nuevo cono monetario, se le cambió el nombre al bolívar, que pasó a llamarse bolívar soberano y con esas medidas, que junto con una mayor disciplina fiscal y monetaria –que tampoco se aplicó– se esperaba que la moneda se fortaleciera, pero al seguir nuevamente emitiendo dinero a manos llenas con fines de mantener el gasto fiscal, ese intento tampoco funcionó.

Para la fecha 17 de abril de 2021, cuando estoy escribiendo este artículo, la tasa de cambio oficial es de 2.363.585,21 Bs/Dólar, lo que representa la astronómica cifra de 236.358.521.000.000 de bolívares de antes de 2008 por dólar, es decir 236 billones latinos y la liquidez monetaria es de tal magnitud, que ya es necesario hacer una nueva reconversión monetaria eliminando de 5 a 6 ceros a la moneda, pero esta vez se requiere tomar las medidas adicionales que no se tomaron con las reconversiones anteriores, como son entre las más básicas:

La circulación de las divisas en el país, producto del convenio cambiario número 1, hace que Venezuela luzca más atractiva para la inversión y con esa flexibilización aunque parcial por ahora, ya se observa una mejoría en el comercio, pues muchos negocios quebrados que fueron adquiridos y pagados con divisas, cambiaron de dueño y de rubro y actualmente existe una oferta en el área alimentaria muy variada y abundante y hay mucha competencia de precios entre los supermercados y los pequeños comerciantes; pero adicionalmente, esos negocios contratan a personal venezolano y en muchos casos remuneran a sus trabajadores en moneda extranjera, con lo cual se mejora el nivel de vida para esos ciudadanos y así se dinamiza la economía.

Por otra parte, un caso digno de mención es el de una empresa nacional exportadora de sus productos de alta calidad, que emitió bonos en dólares y captó 300 millones de dólares, aunque infortunadamente, a falta de que la banca maneje las operaciones en divisas completamente, debido a que reciben depósitos en divisas, pero pagan en moneda nacional, los inversores tuvieron que cargar en maletas su dinero en divisas en efectivo para pagar los bonos adquiridos.

Existe también la posibilidad de invertir en el área minera y agrícola, donde el país cuenta con gran potencial para la inversión productiva y por otra parte también existe gran cantidad de capital en el mundo que no produce ninguna ganancia, pues las tasas de interés son cero o negativas y es prácticamente un capital ocioso, que podría ser atraído, siempre que haya confianza en el país y un ambiente donde se pueda hacer uso de la inversión productiva, teniendo presente que el capital por sí solo no es suficiente y que se requiere un conjunto de factores de producción que generen la riqueza.

Si se desea recuperar a Venezuela, hay ciertos paradigmas errados de algunas personas tanto del sector público como del privado que deberían ser cambiados, pues las medidas de estabilizar, fortalecer la moneda nacional y además permitir una dolarización ordenada y completa, no cuenta con el apoyo de algunos: deudores, especuladores, banqueros, economistas, políticos y pseudo empresarios, que no son partidarios de la economía real y es necesario que haya cambios para que la economía se sincere, se fortalezca y pase de ser una economía especulativa y rentista a una economía 100 % productiva.

Algunas de las ventajas de tener una dolarización ordenada y completa, coexistiendo con una moneda nacional respaldada y redimible con oro son:

1) Eliminación del mercado paralelo del dólar

2) Disminución de la inflación

3) Disminución de la tasas de interés

4) Retorno de capitales fugados

5) Incentivo al ahorro

6) Incentivo a la inversión

7) Incentivo a la producción nacional

8) Regreso de la confianza en el país

9) Democratización de la tenencia de moneda extranjera

10) Disminución del gasto por pago de deudas externas

11) Disminución de la conflictividad social y laboral

12) Eliminación de la burocracia relacionada con el control de cambios

13) Detención de la pérdida de capital humano por emigración

14) Incentivo para que retornen al país los ciudadanos que emigraron y no lograron ubicarse en el exterior

15) Sinceración del salario real del venezolano

Existe una ley de llamada la ley de Gresham, que indica la preferencia de la gente por atesorar el dinero de mayor valor y si el bolívar se respalda y redime por oro, con toda seguridad muchos ciudadanos preferirán la moneda nacional en vez de otras divisas, que deberán coexistir con el bolívar oro.

Como en Venezuela se dispone de tierra y trabajo, se debe preferir a los inversores que aporten los demás factores de producción que deben ser un conjunto formado por: capital, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial.

Por último, hay que tener mucho cuidado con los capitales golondrinas de los especuladores, puesto que ese es un dinero estéril que no produce nada y solo busca ganancias de corto plazo y en cuanto sea posible, no se debe hacer uso de créditos otorgados por organismos financieros internacionales, debido a que el solo capital recibido del exterior sin el complemento de los demás factores de producción, podría ser malversado como ha ocurrido en el pasado o usado solo para pagar deudas como ya ocurrió en los años 2018-2019 en Argentina, sin que se aporte algo útil al país.