La pasada semana, la organización Una Ventana a la Libertad (UVL), que desde hace 23 años se dedica a la defensa y promoción de los derechos humanos de los hombres y mujeres privadas de libertad, presentó su informe del primer semestre del año 2021, del monitoreo que realizan desde hace 5 años en los centros de detención preventiva o calabozos policiales de Venezuela.
Este monitoreo fue realizado en 21 estados del país por el equipo de investigación de UVL, formado por 23 investigadores, coordinados por la Dra. Magaly Huggins y que bajo una metodología de trabajo con objetivos definidos con anterioridad, logro levantar la información de 289 centros de detención preventiva del país.
Con este informe, Una Ventana a la Libertad suma 15 informes, entre semestrales, anuales y especiales, dando a conocer la grave situación de los reclusos que se encuentran en estos recintos, que teóricamente son espacios transitorios donde los detenidos deben permanecer por lapsos no mayores de 48 horas, pero que lamentablemente se han convertido en las nuevas cárceles venezolanas, creando un sistema penitenciario paralelo al que tradicionalmente conocemos y que depende del Ministerio para el Servicio Penitenciario.
Como dato importante de este informe destaca la grave situación de salud que se vive en estos recintos, que ha dado como resultado que de los 95 reclusos fallecidos en el primer semestre de este año, según el informe de UVL, 72 son por enfermedades. La tuberculosis es la principal causa de muerte con más del 65% de los casos, 47 para ser exactos. El resto de las muertes se distribuye en 5 causas principales como el infarto, la desnutrición, enfermedades respiratorias, neumonía y síntomas de covid-19 y algunas como cirrosis, hemorragia pulmonar, amibiasis, VIH y otras tres defunciones que no se especificó la causa.
La segunda causa de muerte en los centros monitoreados por UVL, fue la los supuestos enfrentamientos entre funcionarios y reclusos fugados, con una cifra de 15 reclusos fugados murieron en procedimientos de recaptura, mientras que otras 8 defunciones se dividen de la siguiente manera: 3 en riñas, 3 por abusos de funcionarios y 2 en motines.
Es importante destacar, que desde hace más de un año las muertes por enfermedades, tanto en cárceles como en calabozos policiales, ha desplazado por completo a las ocurridas por enfrentamientos entre reclusos o motines, que anteriormente era la causa principal de muertes en el sistema penitenciario venezolano.
En materia de enfermedades reportadas en los centros de detención preventiva monitoreados por UVL, la escabiosis es la principal enfermedad detectada con 1.522 privados de libertad detectados, luego la desnutrición con 1.468 casos, tuberculosis con 1.095, gripe 437, enfermedades respiratorias 419, fiebre 117, diarrea 84, covid 43 y VIH 19.
Son cifras verdaderamente alarmantes y llama la atención que aunque las cifras por covid-19 no son altas, queda la duda si los casos de gripe, enfermedades respiratorias y fiebre, no podrían estar relacionados con esta enfermedad.
Otro de los graves problemas detectados en el informe de Una Ventana a la Libertad, es el grave hacinamiento que se vive en estos recintos. Los 289 recintos monitoreados tienen una capacidad para 8.634 personas y se encontraban 25.186, lo que representa un 292% de hacinamiento.
Falta esperar los resultados del trabajo de la Comisión de Revolución Judicial, creada por Nicolás Maduro el 21 de junio de este año, casi terminando el semestre monitoreado por UVL, que esperamos sirva para cambiar la dramática situación que se vive en los centros de detención preventiva o calabozos policiales, que es el mandato principal de esta comisión.
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