En mi andadura por Italia… soy presa del segundo “lockdown”, vocablo inglés que a los italianos se les antojó usar para designar un confinamiento por regiones, a causa del supletorio embate del covid-19.
Estoy informado lo necesario sobre el virus y no queriendo saturarme con la sobreexposición de los medios, me dedico a la lectura, no online, sino en tradicionales libros de papel.
Me he mudado bastantes veces, pero nunca había tenido que emigrar, menos con mi biblioteca personal a cuesta y ello es costoso. Por lo tanto, para mi regreso a Venezuela en lo que caiga –muy pronto– la dictadura, decidí que voy a donar, como he hecho otras veces, parte de mis libros y ser minimalista a la hora de armar mi nueva biblioteca en casa.
Mi decálogo “of books” en “lockdown”, vale decir, para lecturas durante el encierro y hacerse de una biblioteca ideal, –no científica, no técnica y mucho menos astrológica o de autoayuda- debe necesariamente iniciarse con:
- La Biblia y 2. El Quijote de Cervantes, una mujer que se convierte en sal y molinos de viento en gigantes que combatir.
- La eternidad por fin comienza un lunes, novela de Eliseo Alberto, narrativa hispanoamericana que con su melancolía y sentido del humor nos revela que incluso las mejores semanas comienzan con un lunes. Personajes estrafalarios y situaciones sublimes, como un mago llamado Asdrúbal y su historia de amor con la trapecista del circo, Anabelle, a la que mediante un hechizo encierra en su corazón, como don Quijote, que es un Caballero de la Voluntad, concibe idealmente a Dulcinea y cambia la realidad con la fuerza de su imaginación. Magia pura.
- Paula, hija única de la escritora chilena Isabel Allende, quien se aventura a escribir la historia de su vida en una novela, a raíz de la extraña enfermedad, porfiria, sobrevenida a su benjamina. La Biblia nos cuenta el sufrimiento de María, la Virgen, por la pérdida de su unigénito: «Crucifixión de Jesús María, reina de los mártires, el dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad de aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias» (Evangelio de Juan 19, 17-39). Mientras que Paula es un autorretrato de extraordinaria emotividad y en una elegante recreación del dolor y luto de las mujeres de nuestra época. Allende se cuenta con una joven hija (5 años menos de la edad de Jesús crucificado), en coma durante un año en un hospital de Madrid, siempre a su lado. No hay término en castellano que pueda definir un sufrimiento tan grande. Cuando se pierde al marido o a la esposa se les llama viudez, cuando de pierde a uno o a ambos padres, orfandad, pero no hay una palabra que defina la pérdida de un hijo.
- El principito, aunque solo fuera por la dedicatoria que su autor, Antoine de Saint-Exupéry, nos hace: … «quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.) Corrijo, pues, mi dedicatoria: (A León Werth, cuando era niño)».
- Locos egregios, de Juan Antonio Vallejo-Nágera, son patografías de personajes célebres, el primero es Maquiavelo y, a partir de ahí, se suceden numerosos retratos, que incluyen a Hugo van der Goes, el más grande pintor de la escuela flamenca; Juana la Loca; Nijinsky, bailarín único e irrepetible; Benvenuto Cellini, que pasó a la posteridad como el mejor orfebre de todos los tiempos; Pietro Aretino, escritor, poeta, dramaturgo, asesor de los poderosos de su época (1545) e inventor de lo que hoy llamamos ”relaciones públicas” al más alto nivel; Miguel Ángel Merisi el Caravaggio, destacado en la Historia del Arte, por el carácter revolucionario de su concepción de la pintura; Santiago Rusiñol, pintor de los Jardines de España; Vincent van Gogh, se resalta su figura como genio innovador de la pintura, cuya obra realizó en medio de una crisis de enajenación mental; Goya, Schumann, Liszt, Rudolf Hess, Adolf Hitler y otros.
- Mein Kampf‘, escrito por Hitler, intercambiable sin problema alguno por otro ensayo, La historia me absolverá, escrito por Fidel Castro. Son libros de bolsillo y la constatación de que hay que tener cuidado con lo que escriben psicópatas de esta calaña, por los horrores de sus ideologías que tanto daño le han hecho y siguen haciendo a la humanidad.
- Y por la simple razón de ser venezolano, Silva a la agricultura de la zona tórrida, de Andrés Bello, quien escribe en su poema «¡Salve, fecunda zona, /que al sol enamorado circunscribes/el vago curso, / y cuanto ser se anima en cada vario clima, /acariciada de su luz, concibes!». Muy largo y aburrido en verdad, tanto ¡Dios me perdone! como En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, aunque dicen los entendidos que es una de las obras maestras de la literatura del siglo XX, pero yo me quedo con la obra de Bello en mi biblioteca ideal; aunque es posible tener uno u otro libro, solo porque Proust tenía un novio de origen venezolano, el músico Reynaldo Hahn. A ustedes les dejo la elección y el chisme.
- La rabia y el orgullo, de Oriana Fallaci, libro-testimonial de la escritora italiana tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, parece increíble, pero tiene que ver con Gálatas 4:21-31 Abraham fue el padre de Ismael e Isaac y aquellos enredos de familia llegan hasta hoy entre occidentales e islámicos. En el reciente ataque a Viena, vimos un bárbaro vs. Schubert y Strauss.
- No sé… Tiene que ser un texto que me explique por qué Venezuela ha vivido este infierno chavista / madurista por tan largo tiempo, no me basta La rebelión de los ángeles, de Ángela Zago, porque me da la sensación, con todo respeto, que al momento de escribirlo pasaba de buena revolucionaria a señora bonachona.
¿Qué hay detrás de aquello que ocurre en nuestro país sometido a una tiranía que ha acabado con la soberanía nacional? Para entender cómo hemos llegado hasta aquí es mejor una novela histórica que no el abundante material informativo que ofrecen los medios de comunicación de los que hago parte.
Una posibilidad sería Moisés Naím con su novela Dos espías en Caracas, en la que reconstruye la Presidencia de Hugo Chávez por medio de la jefa de la CIA en la capital venezolana y su gran rival, el jefe del G2 cubano.
Pero son muy recientes los hechos como para tener el panorama claro, ¡lo cierto es que no se aguanta más!
Cuando complete el decálogo ideal lo refiero, es una promesa.
@CarlosOmobono