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Cabriola

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En mi andadura por Italia… asisto en Milán al bautizo del libro América post-global. Trump, el coronavirus y el futuro, editado por Mimesis (17/09/2020) del colega Andrew Spannaus, quien ya ha publicado con éxito Por qué gana Trump y La insurrección de los votantes. Con él colaboramos (ad honorem) en el Comité Directivo de la Asociación de Prensa Extranjera en Milán y hoy, como entonces, compartimos un café.

Spannaus es un periodista y analista estadounidense activo en Italia, fundador en 2013 del servicio Transatlantic (www.transatlantico.info) que ofrece análisis y asesoramiento económico y geopolítico. Se ocupa de las relaciones estratégicas mundiales, comenzando por el papel de Estados Unidos. Durante años se ha interesado en la relación entre las finanzas y la economía real y ha contribuido a la elaboración de algunas propuestas, inspiradas en la Ley Glass-Steagall sobre la separación entre la banca comercial y la banca de inversión para la reorganización del sistema financiero internacional.

“Donald Trump perdería si se votara hoy”, dice Spannaus. “Casi todas las encuestas e indicadores clásicos favorecen al candidato demócrata Joe Biden, el cual se está beneficiando de varios factores en este momento”.

—¿Cuáles?

—Trump ganó por estrecho margen en 2016, pero será difícil reproducir exactamente lo mismo esta vez, ya que menos votantes independientes le darán el beneficio de la duda. Si a esto le sumamos su mala gestión de la pandemia covid-19, el camino es cuesta arriba, pero se puede estar a la expectativa a causa de los errores de los demócratas que hacen campaña con poca sustancia para poder tapar sus contradicciones internas.

—¿Cuáles son, entonces, las debilidades principales del demócrata Joe Biden?

—Biden ha estado en política durante 47 años, es una parte integral del grupo de poder que ha cometido tantos errores en el promover la globalización financiera y las guerras de bancarrotas. Por lo tanto, ciertamente no puede presentarse como un agente de cambio, sino solo como un regreso a la normalidad, no es un mensaje muy fuerte en tiempos de descontento populista. Además, a medida que envejece, a veces aparece cansado o confundido y Trump espera presentarlo como demasiado mayor para la presidencia.

—¿Trump está luchando actualmente por recrear la energía de su campaña de 2016?

—Para Trump, la mejor estrategia es vincular los temas de hoy con su batalla “outsider” de 2016: la reconstrucción de fábricas y la base industrial en general, vinculada al choque comercial con China y su éxito en no iniciar nuevas guerras, a diferencia de sus predecesores.

Lo cierto es que Donald Trump logra una segunda nominación al Premio Nobel de la Paz –la primera fue en 2018–, y esta nueva para 2021 que se fundamenta en el papel del presidente en pro del acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos y fue propuesta por el parlamentario noruego Christian Tybring-Gjedde.

“No es fácil estar en lucha y en el gobierno al mismo tiempo, pero abordar cuestiones antisistema Trump puede recordar a los votantes la importancia de estos aspectos sustanciales, y así sería posible superar la brecha de algunos puntos en las encuestas y engañar al destino, por así decirlo. Sucedió hace cuatro años”.

—¿Y puede volver a suceder? ¿Qué debería ocurrir a su juicio, además de mejorar la condición de la pandemia covid-19?

—Un nuevo tratamiento o vacuna contra el virus sería el mayor golpe de suerte para Trump, porque también cambiaría la situación económica. El problema es que ha antepuesto la reapertura de la economía a la lucha contra el virus, contribuyendo al estallido de la segunda ola. El candidato que presenta un mensaje optimista suele tener una ventaja, no es fácil en medio del caos actual.

La contienda electoral presidencial de Estados Unidos este año coincide con la intención de Nicolás Maduro de elecciones parlamentarias fraudulentas. El eje entre Teherán y Caracas amenaza a Washington y Mahmoud Vaezi, actual jefe de gabinete del presidente de Irán, ha definido las relaciones entre los dos países como «profundas, fraternas e indestructibles», instando a la unión entre las dos naciones para “defenderse” de Estados Unidos, el enemigo común por excelencia.

—¿Cómo puede este escenario internacional favorecer o no a Trump?

—Trump ha reorganizado la política de Estados Unidos hacia el Medio Oriente en torno a la lucha contra Irán. Aparentemente está dando frutos, pero también corre el riesgo de generar nuevas inestabilidades. Sin embargo, en última instancia, Trump quiere hacer tratos. Ataca, pero luego propone negociar y resiste a los halcones que quieren la guerra con Irán. Vemos la misma actitud hacia Venezuela: palabras fuertes, pero no pretende ceder ante quienes quieren una intervención directa. Debe cumplir su promesa para evitar nuevas aventuras militares”.

—¿Solo hasta las próximas elecciones o aún después, si es reelecto?

—Buena pregunta: si gana un segundo mandato, Trump ciertamente buscará consolidar el eje de los aliados de Estados Unidos, frente a los que él percibe como enemigos y habrá nuevas oportunidades para que instituciones de política exterior lo influyan. En algunos casos se pueden observar intervenciones limitadas, pero no un retorno a la política de cambio de régimen. Esta es mi predicción vista hoy. En resumen, puede haber alguna esperanza para los venezolanos, pero no será fácil.

—¿Ohio y Pennsylvania son decisivos para Trump?

—Pennsylvania se está convirtiendo en el estado más contendido y esencial para Trump, donde se está acercando a Biden. El otro estado clave es Florida, sin el cual la derrota del presidente está asegurada. Hay muchos jubilados que están decepcionados con el manejo de la pandemia. Uno de los temas que utilizan los republicanos para ganar votos entre la comunidad latinoamericana es el contraste con el socialismo.

—¿Biden solo puede llegar a la Casa Blanca con una victoria aplastante?

—Si Biden gana por solo 2-3 puntos en el voto popular, Trump puede ganar de nuevo con un voto minoritario en el Electoral College, el sistema electoral. Es por eso por lo que Biden necesita un margen mayor. El otro factor es votar por correo: la noche del 3 de noviembre parecerá que Trump lo hizo bien, porque los votos emitidos en persona se cuentan primero, mientras que es más probable que los demócratas voten por correo. A medida que se cuenten las papeletas enviadas por correo, el voto de Biden aumentará y podemos esperar controversias y batallas legales si se reduce la brecha.

—¿Y si así no fuera? ¿Si fuese una victoria pírrica?

—Basta ganar por un solo voto para llegar al poder. Muchos dicen que esta elección es fundamental y puede cambiarlo todo, pero en realidad hay corrientes profundas que determinarán el futuro rumbo de los Estados Unidos de América sin importar quién gane: el desafío con China, el regreso de la intervención pública en la economía, la necesidad de defenderse de las nuevas amenazas, no solo en el ámbito sanitario sino también económico y estratégico.

—En este 2020 nada se puede dar por sentado, mucho menos el próximo inquilino de la Casa Blanca. ¿O será un “Make America great again”?

—La pandemia y el populismo están empujando a Estados Unidos a repensar su trayectoria, a enfrentar el problema de la dependencia excesiva de Wall Street y la economía de bajo costo y la pérdida de poder y credibilidad debido a aventuras militares equivocadas. Estados Unidos tiene la oportunidad de seguir siendo la nación líder, pero debe mirarse al espejo, remediar los errores de un imperio en declive y asumir los elementos morales y pragmáticos que lo hicieron verdaderamente grande.

A pesar de algunas interrogantes que hemos tratado de dilucidar en esta «Cabriola», quedan algunas otras que no se pueden prever:

  • Es muy difícil, más allá de las encuestas –parciales y parcializadas– que colocan a Joe Biden por encima de Trump en el voto popular, dar una respuesta a la incógnita del voto secreto, dejar de lado éste no ayuda el análisis pues para el componente electoral estadounidense es importante, aunque no decisivo.
  • Además de Ohio, Florida y Pennsylvania, también Wisconsin y Michigan pueden resultar determinantes en la reelección de Trump.

¿Cerrará Donald este próximo proceso electoral con broche de oro y “TRUMpetilla”?…

@CarlosOmobono

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