OPINIÓN

Burkina Faso

por César Tinoco César Tinoco

Sahel

I

En términos puramente geográficos, el Sahel, o Sahil en árabe que significa costa, es una vasta región que se extiende a lo largo del borde sur del desierto del Sahara desde el Atlántico hasta el mar Rojo. Dicha región se encuentra entre el desierto al norte y los bosques tropicales y la sabana al sur, constituyendo una suerte de cinturón que tiene un clima tropical semiárido.

Ese territorio abarca a varios países desde el mar Rojo hasta el océano Atlántico (Mauritania, Mali, Níger, Nigeria, Burkina Faso, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía), países que comparten una historia común de comercio, cultura e incluso de colonización.

Se trata de una enorme área geográfica rica en oro, uranio o metales preciosos, en la que la pobreza es tremenda con una característica: el agua y los alimentos son sumamente escasos y, a pesar de eso y perdonen el lenguaje figurado, sus habitantes se reproducen como conejos. Todos los países del Sahel se encuentran entre los 20 más pobres del mundo, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH), y las cifras de analfabetismo, inseguridad alimentaria, violencia y precariedad son tristes y demoledoras.

También los nueve países arriba mencionados están en los 37 primeros puestos del Índice de Estado Frágil 2023, con una calificación promedio de 97,51 puntos. El Índice de Estado Frágil lista 179 países y de los nueve mencionados, el único en mejor posición que Venezuela es Mauritania, que ocupa el puesto 37 con 87 puntos (Venezuela está en el lugar 29 con una puntuación de 90,50). En el Índice de Estado Frágil, mientras mayor es la puntuación, más frágil es el país.

Ahora bien y precisando, hay dos elementos fundamentales que impactan la vida de los países del Sahel: uno es el cambio climático y el otro es la violencia, impulsada por el continuo crecimiento del terrorismo yihadista, con la presencia de grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico, lo cual a su vez, ha causado una importante crisis migratoria.

De acuerdo con información de la Unicef y para marzo de 2023, alrededor de 10 millones de niños de Burkina Faso, Malí y Níger necesitaban urgentemente ayuda humanitaria debido a los conflictos armados, mientras que otros 4 millones corrían y corren peligro en los países vecinos a medida que las hostilidades entre grupos armados y fuerzas de seguridad nacionales se extienden a través de las fronteras. De acuerdo con la Unicef, en Burkina Faso, durante los 9 primeros meses de 2022, se constataron 3 veces más muertes de niños que en el mismo periodo de 2021. La mayoría de los niños murieron por heridas de bala durante ataques a sus aldeas o como consecuencia de artefactos explosivos improvisados o restos explosivos de guerra. Y precisamente, ya que lo mencionamos, hablemos un poco de Burkina Faso.

II

Burkina Faso se encuentra hacia el oeste del cinturón del Sahel y está calificado como el octavo país más pobre del mundo según su IDH. Tiene unos 22 millones de habitantes (2021, Banco Mundial) de los cuales 2 millones viven en la capital Uagadugú. La población de Burkina Faso es muy joven: 44% tiene menos de 15 años y 65% tiene menos de 25, siendo la esperanza de vida de 61 años. Sólo la mitad (52%) de la población está alfabetizada y menos del 10% logra acceder a estudios superiores.

El lector puede comprobarlo con el buscador de su preferencia: Independientemente de que tenga reservas de petróleo, Burkina Faso no lo produce. En ningún lugar en la internet, el lector encontrará datos sobre la producción de crudo en Burkina Faso. Incluso usted puede hacerle la siguiente pregunta a ChatGPT: ¿Podría indicarme, según los datos a su alcance, la producción de petróleo de Burkina Faso? A lo cual ChatGPT responderá: «Lo siento, pero según mi última actualización de datos en enero de 2022, Burkina Faso no es conocido por tener una producción significativa de petróleo. Burkina Faso es un país sin litoral en África occidental y generalmente no se considera un productor importante de petróleo».

Más aun, el Instituto de Energía británico y para 2022, solo menciona, de manera expresa, 12 países africanos de los cuales Algeria tenía la mayor producción con 1,47 millones de barriles por día (b/d) mientras que la menor producción la tuvo Tunisia, con apenas 39.610 b/d (treinta y nueve mil seiscientos diez).

Una cosa que sí produce Burkina Faso es golpes de Estado: En 1966 produjo el primero. En 1980 el segundo. En 1982 el tercero. En 1983 el cuarto. En 1984 el quinto. En 1987 el sexto. En 2014 el séptimo y en 2022 el octavo y más reciente. En total, 8 golpes en 56 años, algo así como un golpe cada 7 años. Considerando las características bioclimáticas del país y tan peculiar y consuetudinario hábito de alternancia en el poder, no resulta extraño que, en Burkina Faso, el progreso no se vea por ningún lado. Lo que sí es posible ver allá, por doquier, es el fusil de asalto ruso Avtomat Kalashnikova modelo 1947, mejor conocido por su acrónimo de «AK-47».

Dado que Burkina Faso no produce petróleo y la producción promedio de Venezuela, según la OPEP, en la fuente “Comunicación Directa”, es de 664.000 barriles por día en los 43 meses corridos desde junio 2020 hasta diciembre 2023, a mí en lo particular no me queda claro lo que los «expertos petroleros” de Burkina Faso van a venir a hacer aquí en Venezuela. ¿Será que ellos -que no producen- nos van a ayudar entonces, por fin, a llegar al millón de barriles diarios?, ¿será que nosotros -sin dólares para invertir en nuestra propia producción- los vamos a ayudar a ellos a producir crudo?

Dejo ese par de preguntas en el aire para nuestros expertos y analistas o para quien se anime a responderlas.