Ante la ausencia de pueblo a favor, el régimen ha nombrado un organismo de campaña que debería llamarse “comando de bulos”. La desesperación y la ausencia ética caracterizan a sus principales integrantes, en los que destaca la presencia de Alex Saab, encargado de comunicación y medios. Éste se ha convertido en el principal dirigente del chavismo en una cúpula manchada de equivocaciones. Es de imaginar en qué manos está lo que fue una ilusión, rápidamente convertida en camarilla perversa.
Los bulos, en este mundo hiperconectado, son conocidos como fake news; sencillamente, son noticias falsas, que causan graves perjuicios y daños a personas y organizaciones.
Los redactores de estas informaciones se especializan para que parezcan verdaderas. Los fake news se difunden como en una escalera; el primer peldaño de los dirigidos por Saab, son los medios de comunicación, principalmente, El Universal, Últimas Noticias y Globovisión, medios propiedad de Raúl Gorrín, fundador y presidente vitalicio de “la banda de los enanos”, a quienes debemos la perversión de la justicia, cuyas alcabalas de extorsión son conocidas en el mundo judicial. De allí circula a las redes sociales y en general, al mundo de internet y a los núcleos maléficos de la red cubana e iraní, con los sargentos de Putín, paseándose por esta colonia llamada Venezuela. Solo ver los personajes nos indica como anda la comunicación en el masacrado país.
Por demás, conocido que las víctimas principales en estos últimos días obviamente son: la Líder del proceso de Cambio y el Candidato para los comicios de julio. Sobre la primera, han declarado una guerra de mentiras de grotescas dimensiones. Sobre el candidato, nuevo, blanco de los artífices de esta postura antiética, han usado estigmas de carácter personal, jugando con su edad hasta con su salud, entre otros.
Es tanta la falsedad que se les devuelve y los convierte en piedras de barranco pronunciado, rodantes hacia el precipicio de su maldad. La temática predominante de los bulos tiránicos pretende confundir a las grandes mayorías. Es bueno advertirlo, tampoco es cierto que sea un fenómeno nuevo; sólo que ahora es más visible por el auge y penetración de las redes. Max Weber lo señaló en 1917, calificándolos como “políticas negativas”.
Bajo ese ensombrecido panorama se establece, en el plan del cambio, la necesidad de asumir la ética en los procesos públicos y allí se incluye prioritariamente el impulso de medios responsables, hoy asaltados por elementos que corroen la esfera social.
Existen técnicas para identificar los bulos: aparecen sin referencias y con datos falsos. Es preciso organizarse en torno a las plataformas de fact-checking o de verificación de informaciones para advertir sobre el enjambre de inexactitudes.
En los últimos días aparecieron los bulos del miedo. El ministro de la Defensa, amenazando con invasiones de cartón, con tropas de risa y ridiculez miliciana, por la problemática con Guyana; se parece mucho al General Noriega de Panamá, que amenazaba con un machete y, como buen cobarde, fue capturado cuando se escondía en la Nunciatura de ese país. Ejemplo para el mazo.
En los tiranos corre sangre de maldad, Goebbels aconsejaba a Hitler: ”Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan a cada momento”. Es esto lo que desarrolla el tirano tropical, con la diferencia que se sostienen por las redes porque ya ni simpatizantes tienen.
La destrucción de la verdad es paso esencial para obstaculizar la democracia; es el asalto de la deshonestidad y el engaño; es el asalto de un régimen repudiado en 90% del país. Huyen de la verdad, contando cuentos chinos: patrañas y miedo a aterrizar en la pista de la realidad.
Contradictorio: los bulos revelan verdades
En estos momentos trasluce la debacle del chavismo. Es un gran trastorno que altera su continuidad. El primer elemento fundamental es que han perdido su base social. No reúnen, convocando en todo el país, lo que la líder puede hacer en cualquier barriada, en la hora y el momento que sea. Son movilizaciones pacíficas y con una diferencia histórica: conocen el proyecto sin mentiras ni falsas promesas.
Las bravuconadas y el uso de la fuerza ya no funcionan. Ocultan la urgencia de fijar las reglas de la transición, único camino posible exigido internacionalmente por quienes fueron sus aliados y socios. Se han dado cuenta que un país quebrado no les sirve.
Invadir Guyana causa risa. A este señor disfrazado de general le han entregado un guion vencido. Ya lo han advertido no solo EEU, también China, que, ante el fracaso Chavista, ha invertido gruesos capitales en Guyana y no los arriesgarán; su economía no está para complacer una banda indefendible.
Los falsos atentados, los tiranicidios, son un modo de protegerse, no de la oposición pacífica, que camina las calles con pasos de Gandhi; es contra ellos mismos, amenazados de ser entregados por el tirano, para salvarse junto a su familia (hijos, sobrinos), con gruesa fortuna, pero sin libertad de movimiento. Ni los Rodríguez confiarse, mucho menos, Cabello y sus adláteres. Buenos trofeos tienen para ofrecer los inquilinos del palacio.
Está agotado el modelo El Aissami, contraproducente para los grupos de poder. Todos están implicados y asustados. Es la carnada que el tirano usa para la pesca de su salvación.
Todos son además integrantes del cartel de drogas más poderoso del mundo: el cartel de Miraflores y sus brazos de los soles y de Aragua. Deben cuidarse del resto de los carteles universales con los cuales deben dejar las cuentas claras. Ya conocen sus mecanismos de venganza contra quienes les delatan o engañan.
El amor de los cubanos, iraníes y demás invasores dura hasta que el dinero fluya. Las falsas noticias ocultan su gran debilidad, pero no es fácil, son los maestros de estos usurpadores y el abandono se nota desde su retirada. No tienen ni quien piense por ellos. Allí la desbandada y los errores de la desesperación.
La fortaleza de su organización electoral también es un bulo. Los robavotos están sacando las cuentas de sus capitales para resguardarlos. El asalto electoral se complica con 90% de la población organizada en “comanditos”, preparándose en inteligencia electoral.
Al no permitir-con bulos como argumentos- la candidatura de María Corina Machado fortalecieron su liderazgo, ya que ahora también es la organizadora y estratega de esta patria en las calles. Estructura, piensa y decide en el terreno. No se lo imaginaban los erróneos estrategas rojos.
Finalmente, este mar de bulos chavistas se les ha regresado. Hoy, el tirano principal se mira en el temido espejo de Ceausescu. Afortunadamente para él, esposa y allegados, este es un movimiento pacífico espiritual, y sus postulados son de Dios-pueblo. Cosas veredes (o tenedes).