mina de oro en Bolívar

El pasado martes, en el  Distrito Angostura, los mineros artesanales que se mantenían en las labores de explotación no autorizados en la mina de oro a cielo abierto identificada como Bulla Loca, a siete horas en lancha por el río La Paragua, observaron desprenderse una pared interior de arcilla, la cual en pocos momentos tapió a un número indeterminado de trabajadores.

A través de la plataforma X, Carlos Pérez Ampueda del gobierno central indicó que, hasta ese momento, el equipo de Protección Civil había rescatado a 11 lesionados de variada consideración y localizado 16 cadáveres, que fueron trasladados hasta un puesto de atención habilitado por las autoridades en la población de La Paragua.

Maduro pretendió poner en marcha un plan para interesar a inversores internacionales con la intención de obtener para Venezuela 550.000 millones de dólares del negocio minero. Pero hasta los momentos no se ha visto ningún rendimiento.

En vez de empresas interesadas en dicha negociación de oro y piedras preciosas, se observan a mineros clandestinos que impulsan las estadísticas de homicidios en El Callao, centro minero del estado Bolívar. En 2018, según estadísticas oficiales, los homicidios repuntaron a 620 por cada 100.000 habitantes.

Fuentes extraoficiales allegadas al alcalde del lugar, Yordi Arciniega, hicieron circular la noticia de 30 decesos y cerca de 100 desaparecidos, pero ello fue desmentido desde el gobierno central.

Los sobrevivientes de la tragedia fueron trasladados hasta la población de La Paragua utilizando los medios de transporte facilitados por otros artesanos en el sitio, quienes se activaron de manera solidaria e inmediata ante la adversidad.

Nicolás Maduro se limitó a enviar un escueto mensaje. «Transmito mis condolencias a los familiares y allegados de estas personas que lamentablemente fallecieron en este accidente al desplomarse esta mina ilegal”, mencionó el mandatario nacional  ante la magnitud de lo acontecido.

Estoy seguro de que los dirigentes del PSUV de la zona, seguidores de Nicolás Maduro, residentes de las clases sociales D y E, quienes comen una vez al día, mineros artesanales o raspadores nocturnos, esperaban ante la muerte de sus seres queridos escuchar otro tipo de mensaje, oírlo como jefe de Estado comprometerse públicamente  a realizar una investigación con las pesquisas judiciales de verdad y no un cuento para que la gente se olvide por aquello de que el venezolano tiene mala memoria.

La región del Arco Minero del Orinoco, originalmente de 118.000 kilómetros cuadrados en Venezuela, abarca una porción de la Amazonía. Con  una extensión de 112.000 km2 provechosas tiene grandes reservas de oro, diamantes, hierro, bauxita, cuarzo y coltán. Es una zona con alta responsabilidad económica por parte del Estado promotor, pero lamentablemente los grupos irregulares colombianos y del hampa común se benefician de los altos precios a los cuales se cotiza la minería local en el mercado internacional.

Las 208 personas que se encontraban en Bulla Loca en labores furtivas fueron desalojadas por el Ejército y la Gobernación del estado Bolívar.

A criterio de técnicos presentes, el rendimiento demostrado en poco tiempo por las prácticas industriales en minería llevadas a cabo en escasos días queda demostrada la riqueza que tiene el área aurífera objeto del siniestro. Ojalá que el producto de la explotación conforme a la ley vaya lo que corresponde al Estado, a las arcas del Banco Central de Venezuela y contribuya a vencer la malaria, el sarampión, la tuberculosis, en los estados  Bolívar, Amazonas, Monagas, Sucre y Delta Amacuro.

Las imprecisiones en cuanto a muertos y heridos en Bulla Loca por parte del gobierno de Maduro deja en el ambiente la duda de quién es en realidad esa mina ilegal, pero autorizada.

La Plataforma Unitaria Democrática, principal coalición de la oposición en Venezuela, expresó su «profundo dolor» por la tragedia ocurrida en la mina Bulla Loca y manifestó condolencias a los familiares de las víctimas. Asimismo, los opositores lamentaron que el accidente ocurra debido a las «condiciones» en las que se realiza la actividad minera en el país.

«Desde la Plataforma Unitaria Democrática, expresamos nuestro profundo dolor ante la tragedia ocurrida en la mina de oro Bulla Loca en el estado Bolívar, que deja hasta este momento un saldo de 16 fallecidos y más de 11 heridos, a cuyos familiares expresamos nuestra condolencias y hacemos votos por la pronta recuperación de los heridos», señaló la coalición en un mensaje en la plataforma X.

Jorge Alejandro Rodríguez, diputado a la Asamblea Nacional de 2020, exigió al gobierno de Nicolás Maduro una investigación sobre el colapso. “La entrega descontrolada de nuestro territorio a grupos irregulares y la promoción de la minería ilegal han convertido esta zona en un escenario de muerte y destrucción. La explotación irracional de los recursos naturales, sin ningún tipo de control ni medidas de seguridad ha puesto en riesgo la vida de miles de venezolanos y ha causado un daño irreparable al medioambiente. No podemos permitir que esta tragedia quede impune. Desde el movimiento político futuro, exigimos una investigación profunda e independiente que determine las causas del derrumbe en La Paragua y establezca responsabilidades», dijo Rodríguez en un comunicado de prensa en el que lamentó la muerte de trabajadores. «Es una zona que explota el régimen, pero también ocupada por grupos ilegales y bandas criminales. Esta lamentable desgracia, innecesaria y con culpables en el alto gobierno, ha cobrado la vida de un número aún indeterminado de trabajadores. Quedan familias enteras sumidas en el luto y la incertidumbre. A todos ellos expreso mis más sinceras condolencias y mi total solidaridad. Este nuevo capítulo de dolor en el Arco Minero del Orinoco es una consecuencia directa de la política criminal del régimen de Nicolás Maduro».

Las Fuerzas Armadas venezolanas del régimen desalojaron en el último año a 14.000 mineros ilegales del Parque Nacional Yapacana, en el vecino estado Amazonas.

«Esto estaba por venir», señaló Robinson Basanta, habitante del lugar, al hacer referencia a las condiciones de inseguridad con las que trabajan los mineros, la mayoría de ellos en situación de extrema pobreza. «Esta mina ha soltado mucho oro. La gente se mete ahí por la necesidad sacando el sustento para vivir», añadió.

Activistas a favor del ambiente denuncian un «ecocidio» en la zona y la explotación de niños y mujeres, que trabajan extensas jornadas sin protección.


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