Ha concluido en Rusia la cumbre de los BRICS+, convertido en circo, que pretendieron presentarlo como gran unificador de un buen número de países, con tan disimiles intereses, que celebradas 16 cumbres en 15 años, no hay resultados de avances en el escenario geopolítico global.
En realidad, la alianza de los BRICS+ solo beneficia al régimen chino y ofrece apariencias de gran potencia al zar ruso de la guerra.
Sumar a los países de este grupo aparenta una gran fortaleza, pero en verdad es como sumar perros con gatos, en una jaula en medio de la selva. Cada cual devora al que pueda. Solo un ejemplo: China y la India mantienen una guerra sin salida en sus fronteras, y el abrazo en estas cumbres es solo hipocresía diplomática.
Pretenden asustar jactándose que representan 40% de la población global y producen 15% del PIB mundial, que ahora con las nuevas adhesiones suma 37%.
No han dicho en la cumbre que, entre los socios, el aporte al llamado multilateralismo, se ha convertido en consigna hueca y sin sentido.
La lista de los nuevos miembros incluye a Cuba y Bolivia, cuyas economías sufren las peores crisis, llevando sus países a la ruina total.
Cuba es un ejemplo claro. Llegaron a Rusia elogiando el Banco de Desarrollo, creado por el grupo hace diez años, amenazando con destruir el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Los resultados son intrascendentes: el lápiz rojo de China solo ha permitido un total en préstamos -casi todos en mora- por la cantidad de 32.000 millones de dólares, cifras que en solo un año ofreció el Banco Mundial.
Pretenden sustituir el dólar, pero ocultan que gran cantidad de los adherentes han fracasado en la utilización de sus monedas, y todos sus sistemas comerciales se basan en la divisa americana y el euro de la Unión Europea. El dólar conserva más de 60% de las reservas mundiales, es la base de casi 70% de las exportaciones y casi 90% del flujo en el mercado de divisas. Estos datos están a la luz, pero el relato tiene como objetivo el chantaje chino y la vociferada jactancia rusa, para disfrazar sus fracasadas acciones a nivel mundial.
También se oculta que la gran mayoría de sus integrantes basan sus sistemas políticos en tiranías vitalicias, con una población sometida y donde los derechos humanos son violados en proporciones asombrosas.
Esconden bajo la mirada sinuosa del dictador chino, que su verdadero interés es el desarrollo de la empresa armamentista y de tecnología para la guerra y la violencia en el mundo.
La cumbre de Rusia reunió el eje del mal. El espectáculo de nuestro tirano principal maneja un guion encubierto: presentarse como víctima, después de haber perpetrado un asalto electoral, para robarse la voluntad de más de 7 millones de personas.
En realidad, la tiranía venezolana está en los BRICS representada por los ayatolás iraníes y la perversidad cubana, países que han invadido Venezuela, convirtiéndola en una base militar del terrorismo, con apoyo de Rusia y China.
El grupo sirve para que los terroristas sigan operando en gran parte del mundo y eso lo ocultó Lula, aunque es importante su posición al denunciar el descarado robo de las elecciones venezolanas.
No se dijo que Irán, Cuba y Venezuela utilizarán las ventajas diplomáticas internas de cada uno de los países miembros, para fortalecer las finanzas terroristas, comercializando los recursos y los pasaportes venezolanos sin fecha de vencimiento.
Occidente debe discutir estos aspectos enmascarados en la Cumbre de los BRICS+ bajo un solo objetivo: destruir las instituciones y el mundo libre.
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