El senador José Obdulio Gaviria se reincorporó al Senado y a la vida política luego de una larga convalecencia. Nos alegramos de esta noticia por él, pero sobre todo por el CD. José Obdulio es una figura vital del uribismo, es su ideólogo y la persona que le habla al oído al presidente Uribe. Los dos presidentes que Uribe ha puesto ha sido por insinuación de José Obdulio y en el caso de Duque, se puede considerar que José Obdulio es el poder detrás del trono.
Esta alegría se fortalece porque, como me dijo un amigo, a José Obdulio le hizo muy bien la convalecencia. Es que, en una entrevista de antología dada a Los Irreverentes, José Obdulio fija la línea política del uribismo para 2022. José Obdulio es un fino estratega y por lo que se puede inferir de la entrevista, entró en razón de lo que venimos advirtiendo desde hace años: la pelea en Colombia es contra el castrocomunismo, representado en su versión criolla del farcsantismo. Por lo tanto, debemos colegir que el gobierno Duque se centrará de ahora en adelante en rectificar su línea de complacencia con el enemigo y el uribismo afianzará su postura anticomunista, como línea fundamental de acción, incluida la elección de un candidato/a que centre su discurso en el antifarcsantismo.
Comienza la entrevista José Obdulio ratificando algo obvio, que el gobierno de Uribe se caracterizó por la “seguridad democrática, ejercicio firme de autoridad, protección para todos y persecución de los victimarios”, al hacer esta afirmación deducimos que está llamando a Duque a rectificar e implantar de inmediata la tan necesaria política de seguridad democrática de Uribe.
Continúa haciendo una feroz diatriba contra el pacto de entrega del país a las FARC. “Santos y los negociadores, a sabiendas, le dieron seis años a Iván Márquez y a Santrich para reordenar y expandir el negocio de producción y tráfico de coca y fortalecer el régimen de Maduro. Rasgarse las vestiduras porque Márquez se quitó la máscara que tiene nombre: cinismo”. No podemos sacar otra conclusión que la que nos indica que José Obdulio está de acuerdo, dadas estas circunstancias, a una modificación radical de tan nefasto acuerdo. Esto nos lo confirma José Obdulio con la siguiente afirmación: “Los diálogos de La Habana incorporaron una celada de Castro, Chávez y el Foro de Sao Paulo para construir una retaguardia de defensa del socialismo del siglo XXI. Se cree que Maduro es amigo de las FARC y el ELN. No. Él es un subalterno de ellos. El terrorismo colombiano es la vanguardia del marxismo leninismo en América”.
Señala José Obdulio en una magistral lección de realismo político: “Me da la impresión de que la derecha colombiana, los demócratas liberales, no se reconocen a sí mismos. Por eso son tan proclives a hacerle ojitos a la izquierda terrorista, a conciliar con ella, a urdir alianzas. No saben que el marxismo leninismo es una escuela que enseña el uso de la violencia como instrumento de acción política; que predica el engaño y la muerte como métodos de toma y consolidación del poder”. Bravo José Obdulio, ya no más pendejadas de eufemismos de izquierda democrática, de discursos de acatamiento de la paz de Santos, de conmiseración con los carteles de la toga y la coca; de frente contra el farcsantismo es la línea.
Finalmente, concluye José Obdulio con algo que también venimos advirtiendo desde hace años: el peligro del triunfo electoral del socialismo del siglo XXI por negligencia de la democracia liberal colombiana. Remata la faena José Obdulio con una estocada brillante: “El único que tiene en sus manos el antídoto y protección es el presidente Duque. Si el gobierno, como lo hizo Uribe, se guía por la doctrina y ejerce su magisterio, podríamos crear un estado de opinión que apoye la continuidad en 2022… me enfrentaré siempre a ministros que crean que es lo mismo un gobierno de Santos o de la izquierda que uno que defienda las doctrinas uribistas”. Con este cierre José Obdulio se dirige sin mencionarlo a Duque, pues es él el que pone y quita a esos ministros.
En conclusión, ¡bravo, José Obdulio! porque está hablando claro y poniendo los puntos sobre las íes, ya basta de complacencia con el farcsantismo, el uribismo debe abocarse a luchar de frente contra el castrocomunismo. Ojalá veamos pronto la implementación de esta estrategia tan claramente delineada por el ideólogo y estratega principal del uribismo, de ello depende nada menos que la salvación de la república.