OPINIÓN

Bochornoso asalto a la Asamblea Nacional y un vistazo al 2019

por Manuel Corao Manuel Corao

Los partidos políticos de oposición marcharon este 5 de enero hacia la Asamblea Nacional convencidos de la solidaridad de las organizaciones políticas, militantes y sus directivos, quienes no dudaron en rechazar supuestos hechos ilegales cometidos por diputados electos en sus planchas en las pasadas elecciones legislativas, reñidos con  la ley.

Mas no fue así y a partir de hoy se enfrentan a un golpe de Estado al Poder Legislativo

Aun cuando temían una maniobra del dictador venezolano, consideraban una realidad lograr los apoyos para la reelección del diputado Juan Guaidó como presidente del Legislativo y su consecuente accionar como presidente encargado de la república.

Los venezolanos se enfrentan a la designación de una junta írrita integrada por diputados cuestionados, cuya directiva quedó constituida por Luis Parra, presidente; Franklin Duarte, primer vicepresidente; y José Goyo Noriega; segundo vicepresidente.

Tales hechos hacen temer al ciudadano que la esperanza puesta en Guaidó para conseguir insumos básicos de alimentación, medicinas y enseres no será resuelta y por el contrario el gobierno limitará aún más la distribución de nutrientes que le ha permitido intentar someter a un pueblo que exige vivir en paz y libertad.

Para conocer las consecuencias políticas y legales, así como analizar los antecedentes de tal conspiración contra la Asamblea Nacional, consultamos la opinión del doctor en Derecho Constitucional y catedrático universitario Víctor Antonio Bolívar.

“Los acontecimientos de hoy en la AN dejan en evidencia que el régimen estuvo planificando con detenimiento y paciencia la forma de sacarle el mayor provecho a la fatiga y deterioro de las fuerzas opositoras para asestarle un madrugonazo parlamentario que podemos definir como un golpe institucional.

Es de vieja data la pretensión del régimen de dejar sin espacios ni tribunas a la oposición venezolana. Desde el mismo triunfo de la oposición en las legislativas en 2015, se dedicaron a reducirle su mayoría parlamentaria con la impugnación de los diputados por el Amazonas; así como la decisión del TSJ que declaró en desacato y la elección fraudulenta de una asamblea nacional constituyente que les obligó a aceptarla para deliberar en el otro hemiciclo del Capitolio.

Todos estos hechos constituyen el antecedente de lo que hoy en forma temeraria y abiertamente fraudulenta pretende el régimen. Hará valer esa elección de la directiva de la AN en el TSJ y en la ANC, para hacer ver no solo en el país sino ante el mundo que Guaidó ya no es el presidente del Legislativo y por supuesto tampoco presidente encargado. De seguir asumiendo y desempeñando esos cargos será perseguido y enjuiciado. No podrá la oposición utilizar el espacio físico del Capitolio. Queda así el régimen con el poder totalmente usurpado. Esperamos cuál va a ser la reacción opositora ante este cuadro».

En medio de la radicalización del ejercicio del poder en Venezuela por la tiranía de Nicolás Maduro Moros en confrontación con las iniciativas en apoyo a la vulnerada Constitución venezolana por su restitución, destacan para el final de 2019 diversas crisis institucionales dentro del ejercicio apegado a la carta magna en los poderes del Estado.

En cuanto a la vista de 2019, son variadas las críticas Ejecutivo nacional temporal de Juan Guaidó por el manejo unípartidista de la administración de recursos, dejando de lado a técnicos y profesionales de vasta experiencia, acreditados funcionarios de carrera administrativa.

Solo practicantes del social cristianismo otrora ortodoxo en cualquiera de sus organizaciones de acción vigentes, llámese Voluntad Popular, Primero Justicia, algunas pinceladas del viejo Copei y organizaciones afines, forman parte del poder central, despreciando el talento de diplomáticos cuya experiencia es de gran utilidad en momentos cumbre de la política internacional, evitando errores de estrategia.

El pacto en el Poder Legislativo que hizo posible la designación como presidente interino de la nación a un diputado proveniente de la oposición, el cual ya cumplió un año, lleva el signo del sectarismo.

Sin embargo, las críticas formuladas e informes publicados entregados a los medios de manera subrepticia sobre la administración de los recursos donados para aliviar la diáspora de los compatriotas en su huida ante la hambruna decretada por los terroristas de Raúl Castro, con el transcurrir de los días no se ve la aportación “cacareada” de pruebas legales de haber cometido los responsables señalados hechos reñidos con la ley.

La Fiscalía Pública colombiana informará sobre los indicios señalados.

Solo queda en el ánimo de la opinión pública el temor que puedan ser cierto tales indicaciones.

El diputado varguense es la esperanza por lograr la salida del poder del tirano al mando junto a los grupos extremistas entrenados en el Caribe, área americana y del Medio Oriente.

Los logros de su gestión anual al conseguir ante el mundo le reconozcan sesenta países marca el sendero irreversible de la salida del poder de Maduro.

También el mundo califica de invasión la presencia de los cubanos en Venezuela a través de su marioneta Maduro Moros, responsables del estado famélico mortuorio de la población.

Sin duda, al comparar finales de 2018 con el último mes del año 2019, es que hemos avanzado en el logro de la meta institucional propuesta.

No se ha logrado desplazar a Maduro y los déspotas cubanos del poder, es verdad, pero los avances obtenidos con el apoyo de naciones libres, la Unión Europea, la OEA, Naciones Unidas, Estados Unidos, consiguen por efecto de sus iniciativas mostrar sin duda alguna a un tirano disminuido.

Pase lo que pase, seguirán los venezolanos al frente con Juan Guaidó, año tras año, luchando hasta el último aliento por la Venezuela maternal hoy en peligro junto a sus hijos.