Apóyanos

Black Bag: una historia de espías que explora con habilidad en la naturaleza humana

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Black Bag de Steven Soderbergh, es muchas cosas a la vez. Por un lado, es un thriller de espías que explora en la lealtad, el miedo a la traición y la búsqueda de propósito de sus personajes. Pero al otro, es una cuidada y bien desarrollada historia sobre el deseo, una decadente visión sobre la necesidad de ser amado y en la intimidad. Todo, en medio de una sofisticada y precisa atmósfera en la que el director se emplea a fondo para crear escenas memorables.

Varias de las mejores escenas de Black Bag (2025) de Steven Soderbergh, transcurren durante conversaciones entre sus personajes. De una cena en la que nada es lo que parece, hasta la intimidad de una habitación a puertas cerradas. Lo cierto, es que el director enfoca todo su interés en convertir el guion de David Koepp en una lucha de voluntades. También, en una percepción cuidadosa, burlona y en ocasiones tenebrosa, acerca del peso de los secretos que se usan como armas para atacar. Pero, no solo entre las esferas de poder, como podría suponerse en un thriller de espías, sino en la intimidad de una pareja enamorada pero opaca en sus verdaderas intenciones y lealtades.

Esta elaborada premisa se muestra a través de George Woodhouse (Michael Fassbender), un espía profundamente comprometido con su trabajo. Para las primeras escenas de la cinta, George es el centro de gravedad en la forma en que el argumento explica su ambigüedad de fondo. Preciso, violento y listo para matar, es también un hombre que ama a su esposa, la también agente Kathryn St. Jean (Cate Blanchett). Entre ambos, la convicción por hacer lo correcto y por mantener a flote su matrimonio, se transforma en una red de decisiones complicadas. 

En especial, cuando George recibe una información peligrosa. Una tecnología potencialmente mortal y crítica, ha sido robada. Los sospechosos son cinco agentes a los cuales conoce de manera cercana. Pero el nombre más complicado de la lista, es el Kathryn. Paso a paso, Black Bag muestra la forma en que la tensión de una potencial traición atraviesa no solo el terreno de las lealtades compartidas — y las que se brindan al poder — sino a los hilos sutiles que une a George y a su esposa.

Soderbergh es lo suficientemente brillante, como para evitar que el dilema de George sea obvio o mucho menos, pueda comprenderse de inmediato. De modo que permite a su personaje, enfrentarse a sus dudas, preocupaciones y al final, a la sensación de que todo a su alrededor empieza a desplomarse. Por supuesto, la posibilidad de que uno de sus amigos o su mujer sea un traidor, pone a George en la mira de una decisión que podría destruir su carrera o su vida. O a ambas cosas a la vez. Pero la cinta no prodiga con facilidad sus secretos y logra profundizar en la sensación perenne de que cualquier cálculo, estrategia o decisión de George podría ser incorrecta.

Mucho más, amenazar su vida, la de Kathryn y hasta su capacidad para discernir qué es lo correcto y qué no, en un mundo en que esa cualidad es especialmente necesaria. La cinta es hábil, al parecer compleja sin volverse confusa y sin perder el punto central que hace que, también, sea una reflexión con toques de un humor negrísimo sobre la convivencia y la vida en pareja. El guion además, juega con las dimensiones y la importancia del amor, el riesgo que se corre al ser vulnerable e incluso, el valor de los silencios. Todo, mientras sus personajes maquinan sin cesar y temen ser traicionados o traicionar por causas que les superan y contra las que no pueden luchar. 

Una historia tramposa con personajes sofisticados 

Con frecuencia Black Bag apela a la sospecha y a la paranoia, en medio de situaciones triviales y largas peroratas que no parecen llegar a ninguna parte. Pero Soderbergh, que utiliza la cámara como un observador silencioso, incómodo y en ocasiones poco fiable, transforma las secuencias en una colección de pequeños momentos inquietantes. Desde el momento que reúne en una misma mesa a todos los sospechosos, que comen platillos impregnados del suero de la verdad, a las discusiones llenas de alegorías y metáforas que ocurren entre George y Kathryn.

La película intenta, que cada discusión tenga varios trasfondos que indagar. E incluso, que cada paso a través de ideas y percepciones sobre lo que sus personajes ocultan — o pueden hacer — sea terreno movedizo. Soderbergh logra que buena parte de la trama se desplace hacia lugares inquietantes, en los que cada una de sus oscuras figuras, pueda ser tanto un peligro como una víctima de subterfugios minuciosamente preparados. Pero a la vez, todas son criaturas nocturnas, efímeras, en medio de situaciones que les condenan o les absuelven, sin que el guion sea preciso o evidente en el motivo por el cual hacer lo primero o lo segundo.

En manos menos hábiles, esta combinación de insinuaciones y pistas falsas, habría dado como resultado una confusa mezcla de situaciones superpuestas. Pero en manos de Steven Soderbergh, Black Bag es una esmerada revisión acerca de la naturaleza de las relaciones — políticas, de trabajo, de poder y amorosas — en la que el escenario tiende a cambiar de cataduras y matices a medida que la lealtad se resquebraja. Elegante, sofisticada y violenta, la película es una demostración del buen cine creado para analizar y reflexionar acerca del comportamiento humano desde sus lugares más extraños. El escenario más tramposo que la cinta muestra con una decadente belleza. 

 

Noticias Relacionadas

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional