En la tierra tachirense, hermosa y cordial, surge la UNET, un sueño celestial. Visionarios unidos, con anhelo sin par, forjaron una universidad, en este lugar.

Provenientes de diversos ámbitos, de noble proceder, agricultura, industria, educación a florecer. Compartiendo un anhelo, en busca del saber, formación de calidad, para el porvenir a proteger.

Bendecida por el Santo Cristo y la Virgen de La Consolación, la UNET se levanta, con amor y pasión. Cuna de esperanza, en esta bendita región, brinda oportunidades, con dedicación.

Al son de Chucho Corrales, nuestra canción, recordamos los orígenes, con emoción. La UNET crece, sin perder su misión, en la tierra tachirense, un legado en acción.

Anécdotas conmovedoras:

En la hermosa tierra de la cordialidad, el Estado Táchira, un grupo de visionarios soñaba con contar con una universidad propia que pudiera satisfacer las necesidades de desarrollo de la región. Estas personas provenían de diversos ámbitos, como la agricultura, la industria y el sector educativo, entre otros, y compartían el deseo común de brindar oportunidades de formación de calidad a los jóvenes de esta región bendecida por el Santo Cristo de La Grita y la Virgen de La Consolación de Táriba.

Una de las anécdotas más conmovedoras es la historia de José y María, una pareja de agricultores que vivían en una pequeña comunidad rural del Táchira. Ambos habían pasado toda su vida trabajando la tierra, enfrentando desafíos y dificultades para mantener sus cultivos y sustentar a su familia. Soñaban con una universidad que pudiera brindar conocimientos y técnicas actualizadas para mejorar la producción agrícola en la región.

José y María se unieron al movimiento por la creación de la UNET y compartieron su historia en una asamblea comunitaria. Con lágrimas en los ojos, relataron cómo habían luchado contra las adversidades, superando sequías y plagas que amenazaban sus cultivos. Expresaron su deseo de que la universidad pudiera brindar a los agricultores locales las herramientas necesarias para enfrentar estos desafíos y promover prácticas agrícolas más sostenibles.

Otra historia impactante es la de Francisco, un joven emprendedor que había dejado su hogar en busca de oportunidades educativas y laborales. Francisco había estudiado en una universidad lejana, pero siempre anheló regresar a su tierra natal, el Táchira, para contribuir al desarrollo de su comunidad. Su testimonio reflejaba un profundo amor y nostalgia por su tierra, y su deseo de que la UNET pudiera brindar a los jóvenes locales las mismas oportunidades que él había tenido.

Francisco compartió cómo extrañaba la belleza de los paisajes tachirenses, los sabores únicos de la comida local y la calidez de su gente. Su voz temblaba de emoción al hablar de su deseo de volver a contribuir al crecimiento del Táchira y ayudar a construir un futuro próspero para las generaciones venideras. Su testimonio inspiró a muchos a unirse a la lucha por la creación de una universidad propia, una institución que no solo brindaría conocimientos, sino también un sentido de pertenencia y arraigo a la tierra.

Estas anécdotas personales están llenas de sentimiento y emotividad, reflejando los sueños, esperanzas y desafíos de las personas que impulsaron la creación de la UNET en el Táchira. Fue este profundo deseo de contar con una institución educativa que no solo brindara conocimientos, sino también oportunidades de desarrollo y crecimiento, lo que llevó a la comunidad tachirense a unirse en un evento histórico conocido como el «Gran Paro Cívico».

“Gran Paro Cívico”

El 18 de febrero de 1974, el estado Táchira vivió un momento histórico con el “Gran Paro Cívico” en busca de la consecución de la universidad. En la plaza Bolívar de San Cristóbal se levantaron barricadas y se encendieron fogatas en distintos sectores de la capital tachirense. Este evento simbolizó la determinación y el compromiso de la comunidad tachirense en la lucha por una educación superior de calidad que atendiera las necesidades de desarrollo de la región.

La plaza Bolívar se convirtió en el epicentro de la movilización, donde la comunidad se unió en un acto de resistencia y unidad. Las barricadas y fogatas se erigieron como símbolos de la determinación de los habitantes del Táchira en su búsqueda de una universidad propia. Este episodio refleja el profundo deseo de la comunidad tachirense de contar con una institución educativa que no solo brindara conocimientos, sino también oportunidades de desarrollo y crecimiento para las generaciones presentes y futuras.

Durante la concentración en la plaza Bolívar, un grupo de estudiantes se acercó al escenario improvisado para compartir sus testimonios. Con lágrimas en los ojos y voces entrecortadas, cada uno narraba sus sueños y aspiraciones, expresando la importancia de la educación superior para el desarrollo de la región. Sus palabras resonaban en los corazones de todos los presentes, generando un ambiente de esperanza y solidaridad.

En las barricadas levantadas en distintos sectores de la capital tachirense, las personas se unieron en un sentido de comunidad y resistencia. Se compartieron historias de luchas personales y desafíos superados, recordando momentos difíciles en los que la falta de oportunidades educativas había obstaculizado el crecimiento de la región. Sin embargo, en ese día, la determinación colectiva se alzaba por encima de cualquier adversidad.

En medio de la oscuridad de la noche, las fogatas encendidas por los manifestantes iluminaban el cielo, creando un ambiente de unidad y esperanza. Alrededor de estas hogueras, se formaron círculos de personas que compartían sus sueños de una educación de calidad, de un Táchira próspero y de un futuro mejor para las nuevas generaciones. Las canciones de protesta y los discursos apasionados resonaban en el aire, alimentando la determinación de todos los presentes.

Estos momentos vivenciales del “Gran Paro Cívico” del 18 de febrero de 1974 en el estado Táchira estuvieron llenos de emotividad y sentimiento. Personas de diferentes ámbitos se unieron en un acto de resistencia y solidaridad, compartiendo sus historias personales y su visión de un futuro educativo y próspero para la región. Estos momentos de unión y esperanza siguen siendo recordados con cariño y emocionan a quienes vivieron aquel día trascendental en la historia del Táchira. Además, estos eventos fueron fundamentales en la consecución de la universidad, la cual finalmente se materializó en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) el 27 de febrero de 1974.

Reflexión 

La UNET, con su esencia y dedicación, ha dejado una profunda huella en el corazón de la comunidad del Táchira. A través de sus programas académicos, ha formado a profesionales altamente capacitados en diversas disciplinas, despertando en ellos un amor inquebrantable por su tierra. Estos valientes graduados, con un espíritu indomable, han dejado una marca imborrable en el desarrollo de la región, liderando iniciativas innovadoras y generando un impacto positivo en cada rincón en el que se adentran.

A pesar de las duras pruebas que ha enfrentado Venezuela, muchos hijos de la UNET, entre egresados, estudiantes y personal, se han visto obligados a emigrar. Sin embargo, cargan con ellos el legado de la universidad, una formación que va más allá de la excelencia académica. Llevan en sus corazones el conocimiento y los valores adquiridos en la UNET, y en cada paso que dan por tierras extranjeras, dejan una estela brillante de esperanza y superación.

No perdemos la esperanza de que regresen a nuestro grandioso país y emblemático estado Táchira para así continuar la misión y visión de la UNET. Sabemos que su formación y experiencia en el exterior les ha fortalecido, pero anhelamos el día en que puedan regresar y aportar sus conocimientos y habilidades al desarrollo de nuestra tierra. Nuestra bendita UNET, semilla de esperanza, siempre tendrá las puertas abiertas para recibir a sus hijos pródigos, con los brazos abiertos y el deseo de seguir construyendo juntos un futuro próspero y sostenible para nuestra entrañable región y querida Venezuela. 

“¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”

Post scriptum

La Coordinación de Formación Permanente, adscrita al Decanato de Extensión de la UNET, invita a los interesados, de manera completamente gratuita, a la charla de inducción sobre los cursos talleres que se detallan a continuación (todos postulados a Expoelearning 2024-España en la categoría «Mejor innovación en formación»): “:

  1. «Metodología para la estimación y proyección de la Estructura Salarial Indexada a partir del Salario Mínimo Constitucional» (Hora: 8:30 am)
  2. «Triangulación Cambiaria« (Hora: 8:30 am)
  3. «Enfoque cuántico: satisfacción de las necesidades espirituales desde la Economía Transpersonal» (Hora: 10:00 am)
  4. «Fútbol, economía y espiritualidad: una perspectiva transpersonal y cuántica» (Hora: 11:00 am)

La fecha de la charla de inducción es el sábado 2 de marzo de 2024. El lugar será en la sala Thielen, ubicada en el edificio A de la UNET. Hora de inicio: 8:30 am. Profesor facilitador: Pedro Morales. Información adicional: [email protected] / [email protected] / 0276-3531714 / 0424-7235172

 Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 a 2024.      Proyecto educativo: “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y la felicidad verdadera”. Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) [email protected]  Instagram: @tipseconomic  WhatsApp: +58-416-8735028

 


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