OPINIÓN

Bachaqueros cambiarios: bolívar-peso-dólar

por Pedro Morales Pedro Morales

En la actualidad reaparecen con fuerza los desequilibrios y la crisis de valores. El agravante, un “bolívar débil” ante una carencia de dólares. Situación percibida por la sociedad en general, que no tiene vuelta atrás, hasta que el ejecutivo nacional no rectifique su política económica. Ante el flagelo de la inflación, la opción urgente que se está asumiendo, para protegerse de la pérdida del poder adquisitivo y de la descapitalización patrimonial, es adquirir un bien duradero (tal como un vehículo)  o dólares, pero la realidad indica que están en absoluta escasez. Así que la alternativa viable se dirige hacia la compra de una moneda fuerte como el peso colombiano. De esta forma, pudiera estar adelantándose un proceso de “pesolización” o de “pesolizar” (permítanme acuñar el término) la economía, es decir, la compra masiva de  pesos colombianos como una forma de resguardarse ante la anulación de las funciones del bolívar: reserva de valor, unidad de cuenta y  medio de pago (Morales, P., 2015)

Es inconmensurable el prodigioso caudal de Sabiduría Divina que es posible extraer de la palabra escrita en hebreo. Por consiguiente debe resaltarse que el conjunto de preceptos, mandatos y leyes entregadas por Dios a Moisés, y así a la humanidad entera, están expresadas en este idioma, e igualmente contenidas en la Santa Biblia o Torá  (proveniente del hebreo «Torah» o תורה). Así que a través del conocimiento del hebreo es posible analizar la Palabra Sagrada o cualquier otra que sea sujeto de estudio, ir a su raíz, realizar combinaciones de letras, separarlas, cambiarlas; lo que potencia la posibilidad de atesorar innumerables enseñanzas, aplicables todas en pro de mejor discernimiento y correcto proceder en esta vida, donde dadas las limitaciones propias de los sentidos del ser humano en general, se hace privilegiar lo material a lo espiritual. A tal efecto nótese lo descrito en un pasaje del texto expositivo anterior, titulado «¡Dólar today para el peso colombiano!»:

Sin embargo, este mismo ser humano pero en su esencia espiritual, cónsono con el modelo de vida de Mashiaj (o el Mesías) que arribó como un hombre “aní” (palabra hebrea que significa pobre) montado sobre un “jamor” (burro en hebreo y equivalente a materia o materialismo), se caracteriza por estar completamente desprendido de las ataduras mundanas y materiales (a diferencia de “evión” o persona pobre que desea lo que no tiene), por lo que tiene la capacidad potencial de ir en contra de esa tendencia natural que lo hace actuar en términos de criterios de adoctrinamiento que han sido implantados, promovidos, aprendidos y heredados del mundo material. Incluso, posee la inmensa posibilidad de elevarse por encima de esa materialidad, de ir en contra del impulso de la naturaleza, los cuales en el fondo generan sufrimiento y miseria humana.

En este orden de ideas, valga recalcar que desde tiempos inmemorables existe la maldad en el mundo, pero en los tiempos que vivimos se hace mucho más  evidente, descarado y de amplificada impunidad, la inclinación por hacer el mal por parte de algunas personas, o como lo establece la cultura de los hebreos, que tienen  apegados o adheridos un espíritu de la negatividad denominado dybbuk, que significa como cosa sorprendente la palabra covid: de acuerdo con el alfabeto hebreo el cual se le descifra como קוביד .

El triángulo cambiario: bolívar-peso-dólar

Salvo mejor criterio, la siguiente es la fórmula que en términos generales ha determinado el tipo de cambio paralelo en Venezuela (como el Dólar Today por ejemplo), especialmente en los últimos tiempos los cuales se caracterizaron por una perversa, deliberada e inducida  megahiperestanflación: a) mega, al representar un factor (106) que ha generado múltiples estragos en las diferentes facetas de la sociedad; b) hiper, que indica el efecto excesivo y sostenido del flagelo inflacionista; c) estanflación, dado el proceso creciente y persistente de insalubridad económica, tildado por la inflación, desempleo y estancamiento de lo producido con tendencia hacia la recesión “permanente”.

(Peso/Dólar) / (Peso/Bolívar)  = Bolívar/Dólar

Es decir, si el tipo de cambio en Colombia es de 4.558,05 pesos por dólar y la relación cambiaria en Venezuela equivale a 811,13 por bolívar, entonces a través de esta ecuación se logra determinar que se requieren 5,62 bolívares para obtener un dólar. Este es el “popular” dato que a diario y cada instante solicitan un número significativo de personas, debido a las transacciones económicas que llevan a cabo. Nótese que este proceder retroalimenta un indeterminado “contagio” inflacionario y devaluatorio.

Igualmente asociado a lo anterior, se ilustra una conducta observada en algunas localidades del estado Táchira, Venezuela, que por “ahora” está en pleno desarrollo:

Existe una “rareza” especulativa a desprenderse lo más pronto posible del peso colombiano, dada su franca depreciación o pérdida de valor. Ante tal circunstancia, una persona que tenga 100.000 pesos o 21,94 dólares, su decisión se centra en venderlos al mejor postor posible, y en tal caso los ofrece a 700 pesos por bolívar (por debajo de lo que estipula el precio de mercado, es decir los 811,13). Una vez concretada esa compraventa le genera un monto de 142, 86 bolívares, que de inmediato acude a “invertir” mediante la compra de dólares en alguna plataforma financiera que tenga acceso al tipo de cambio oficial (5,66 bolívares por dólar), que le permite obtener la cantidad de 30,54 dólares o 139.202,85 pesos. Es decir tal como se logra apreciar, emerge una ganancia instantánea (de un momento a otro sin mucho esfuerzo) y  extremadamente especulativa de 8,6 dólares (30,54-21,94)  o 39.202,85 pesos (139.202,85 – 100.000,00).

Para lograr una alta probabilidad de predictibilidad, es condición necesaria comprender los sucesos ocurridos en el pasado, por lo que sería un gran error de percepción, si se desconoce o desconsidera esta interrelación notable entre las tres divisas (bolívar-peso-dólar), que no es otra cosa que la relación de las sociedades en todos sus dimensiones, entre ellos lo relativo a la estructura económica y al componente de afinidad política e ideológica.

Lo que se quiere dar a entender es que en esta situación coyuntural por la que atraviesa Colombia, en lo que corresponde a la “volatilidad” del tipo de cambio, lo que va  redundar es  la reactivación de las fuerzas que motorizan al dólar cambiario oficial y paralelo en Venezuela: la apreciación del bolívar es una falacia, porque lo que está operando es una sobrevaluación en relación con el  peso colombiano, y todo obedece a una actitud especulativa de ciertos grupos humanos y agentes económicos. Porque además tal como lo expresa la señora García (14-07-2022): “Eso lo propicia el mismo gobierno, porque están dando divisas en los bancos acreditados, donde a propósito, ningún trabajador con salario fijo inconstitucional puede acceder a las mismas, por lo que entonces ya sabemos quiénes son los que se aprovechan”.

Referencias:

Morales, P. (2022). ¡Dólar today para el peso colombiano! Publicado en El Nacional, 09 de julio de 2022. Disponible en:  https://bit.ly/3IGlM6R

Morales, P. (2015). Pesolización. Disponible en: https://bit.ly/2CzDb0s

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2022.      Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET)

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