El transporte eléctrico es pieza fundamental en lo que se denomina la “transición energética” de uso de combustibles de fuente fósil a uso de energías “verdes” (solar/eólica): y esa transición se dará únicamente de operar cuatro factores: 1. Estímulos fiscales desde los estados: cero impuestos a importadores y fabricantes de vehículos; 2. Cambio de paradigma: educación a nuevas generaciones de la importancia de nuestro entorno ambiental, mismo que debe estar limpio con cero emisiones CO2 que, precisamente, se logrará con transporte electrificado (VE vehículos eléctricos); 3. Mejora en tecnología de fabricación de VE y 4. Obviamente precios accesibles para aquellos que quieren estar en la onda de los VE pero que aún su bolsillo no consigue hacerlo.
Pandemia de #covid19 y todo en 2020 hubo un “récord” de venta de VE en el mundo: 3 millones de unidades. Incremento de 40% respecto a 2019 (informe de Agencia Internacional de Energía (IEA).
Basta darle una ojeada al Global Electric Vehicle Outlook 2021, documento técnico que básicamente destaca con relación a la electrificación del transporte:
- Hay un “fuerte impulso” a adquisición y uso de VE en el primer trimestre 2021, ya hay vendidos 500 mil VE en éste tramo de tiempo en Europa;
- Hay más de 10 millones de unidades circulando;
- Mercado de Europa lleva la delantera a China. Europa matriculó 1,4 millones de unidades;
- Habrán 145 millones de unidades de VE (de todo modelo) circulando en nuestras calles para 2030;
- Gobiernos necesitan esforzarse más en estimular uso de VE,
- Se debe continuar emitiendo políticas estatales de reducción de emisiones de CO2 para llegar a nivel cero en 2050, siendo el transporte eléctrico clave para tal acometida.
Hay una variedad de modelos: casi 400 para todo bolsillo, uso y objetivo.
De momento ese volúmen de ventas aún representa menos del 5% de los vehículos que circulan en el globo, pero son avances significativos.
Me sumo a la frase que señala que la venta de VE en 2021 tiene “una perspectiva brillante” conforme pronostica la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Ese informe indica, además, que los estímulos de los gobiernos de todo el mundo fueron de cerca de 14.000 millones de dólares para apoyar las ventas de VE, un 25% más que en 2019, particularmente en Europa pero que aún esa cifra es insuficiente.
Ya en junio de 2019 hemos planteado, con todo respeto y siguiendo la lógica y criterios de expertos, que las medidas para impulsar la electro movilidad podrían ser, entre otras: 1) cero aranceles de importación de VE; 2) cero impuestos municipales o subnacionales a VE por los próximos 10 años a su importación; 3) cero aranceles de importación de piezas, partes, baterías y repuestos para VE por un plazo de 10 años; 4) cero costos de transferencias municipales, notariales, etc de VE; 5) subsidio a empresas privadas que cambien su flota de transporte público o de carga de vehículos de fósiles a VE; 6) cero costos en peajes viales por 10 años; 7) cero impuestos por cinco años a inmuebles donde se instalen puntos de recarga de VE. Son ideas.
@BorisSGomezU