OPINIÓN

Autocrítica rebelde…

por Gustavo Tovar-Arroyo Gustavo Tovar-Arroyo

Y la tiranía prevalece

Nos ha pasado cien veces, cien. Cuando tenemos acorralada a la tiranía, esta se inventa una mesa de diálogo, se reagrupa, se fortalece, contraataca, nos encarcela, nos tortura, nos asesina y prevalece.

Cien veces. Y despiadadamente volvemos a caer.

¿Por qué?

Diálogo: triturador de políticos

Nuestra tragedia es recurrente e implacable. No ha habido un solo político que haya sobrevivido al diálogo. Ni uno. Enrique Mendoza, Henrique Capriles, Henri Falcón, Henry Ramos Allup, Jesús “Chuo” Torrealba, entre otros.

Pareciera que siguen el presidente Juan Guaidó y su mentor Leopoldo López.

¿Será posible?

El trágico suspenso

Los partidarios de Voluntad Popular, aguerridos y rebeldes como son, están atónitos. Observan con incredulidad desde embajadas, el exilio, la cárcel o el cielo como su liderazgo camina hacia el patíbulo. ¿Se entregarán?

Estamos en suspenso. Trágico suspenso. Hagamos que reaccionen.

¿Cómo?

Superar la complejidad histórica

Solo la conciencia crítica y autocrítica puede superar los complejidades históricas que estamos arrostrando. A los únicos que conviene el inútil diálogo de Noruega es a la tiranía chavista, a los únicos. Mientras ocurre nos persiguen, encarcelan y asesinan. Es una burla.

Sé que López y Guaidó lo saben. No basta saberlo.

¿Qué hacemos?

Organicemos la rebelión

Uno no puede inspirar, motivar, convencer y dirigir gente (ser dirigente político) cuando uno actúa negándose a sí mismo. Uno no puede organizar una urgida rebelión popular cuando uno transgrede sus propias convicciones. Errar es de humanos, rectificar es de sabios.

Yo solo les diría a mis hermanos de lucha, seamos quienes somos, ¡desafiemos!, ¡luchemos!

¿Rectificamos?

La moral recuperada

Tenemos una deuda moral con los presos, torturados y caídos del chavismo. Tenemos una deuda moral con sus desconsoladas familias. Tenemos una deuda moral con la historia de Venezuela, una deuda con nuestro himno. Paremos el diálogo, parémoslo ya. Recuperemos la moral.

Nacimos luchando, prevalezcamos haciéndolo. Eso somos: luchadores.

¿Churchill o Chamberlain?

La confianza y el liderazgo

Confío plenamente en Leopoldo López y Juan Guaidó. Sé que nos llevarán a la libertad. Lo sé. Los conozco bien y también sé que el diálogo para ellos es una transitoria camisa de fuerza impuesta por Europa y por un sector confundido de la oposición. Sé que cuando se liberen de ella la libertad llegará. Espero que no sea demasiado tarde. Aquí estamos.

Si algún liderazgo puede liberarnos de la tiranía es el de ellos. Yo confío.

¿Esparta?

El coñazo final

La nación venezolana y su pueblo están dispuestos a dar la última batalla contra el chavismo. Pero batalla es batalla y debe librarse. La unión nacional, la verdadera, la popular, la del bravo pueblo que el yugo lanzará, se dará cuando decidamos dar el coñazo final al chavismo, el coñazo moral de la libertad.

Organicemos la moral en todos los terrenos, desafiemos al régimen en todos los terrenos, liberemos a Venezuela. Es nuestro tiempo.

Y sí…, ¡Esparta!