Tal vez el mismo García Osuna, ofuscado como yo por una abrupta https://medicina.udd.cl/icim/2020/04/13/cuarentena-origen-del-concepto-que-significa-y-cual-es-su-implicancia-co que durante la fatiga de los días se diluyó u olvidamos, no habrá conocido la obra de Juan Sánchez Peláez. Olvidé preguntarle al autor de La ebriedad de las piedras (01): un poeta entre los auténticamente iluminados que nos han sucedido generacionalmente. Lúcido como lo fue nuestro admirado https://bitlysdowssl-aws.com/opinion/honrar-al-poeta-aristofanesco-carlos-danez/. En un viaje aéreo Caracas-Mérida recordamos -con cariño- al gigante de mirada nunca esquiva y altivo sarcasmo tras su «cuerpo ausente». Dos o tres semanas más tarde, tuve a mi alcance el mencionado libro de Israel y lo leí casi en menos de una hora. En «chat» de

https://web.whatsapp.com/%F0%9F%8C%90/es le comenté cuanto les mostraré:

[4:29 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: Tu libro me trasladó hacia lo más tenebroso de la existencia.

[4:29 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: La supervivencia extrema, el inmediatismo de la tragedia antojosa.

[4:30 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: Advierto un poeta regio, dramático (de la estirpe daneziana)

[4:38 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: El 20 es genial.

[4:39 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: ¿Nuestras madres nos convidaron venir al mundo o nos trajeron sin permiso?

[4:39 p. m., 30/11/2023] 𝔄𝔩𝔟𝔢𝔯𝔱𝔬 𝔍𝔦𝔪é𝔫𝔢𝔷 𝔘𝔯𝔢 ☮: La primera frase con la cual logré llamar la atención de mi madre fue: –No me agrada el mundo.

Proseguí al día siguiente  e inmergí en la poética del quizá el único hacedor de literatura que visitó afectuoso y preocupado a Danéz la víspera de escindir. Algo que me conmovió y aprecié del autor confeso en vuelo de retorno al Paraíso:

«Tú corrías por la niebla del insomnio

mientras se nos desbarataba el alma

aquella tarde en la que negociábamos los

pormenores de la muerte»

(P. 05 de ob. Cit.)

Nada indica que García Osuna haya inclinado la cerviz ante el estructuralismo ruso (02) o esa ya periclitada poética de  urgencias silábicas para agradar a los académicos escarbadores de orígenes filológicos. Desde lo remoto inimaginable, los hacedores de literatura sólo expresaban conforme al inmediatismo que los asfixiaba y que ciertos ensayistas de claustro eligieron definir existencialismo cuando leyeron a https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Paul_Sartre. Sin desestimar sus actividades profesionales o diversidad de oficios forzosamente ejercidos, a los poetas nos trasciende lo que parece un fallido intento cósmico de Entidad Oculta por sembrar en el planeta Tierra a seres pensantes y dotados de fervoroso lirismo:

«Soy como alguien lejanamente parecido a mí…

Como quien va desincorporando su sonrisa de los

pasamanos…

Bálsamo de soledades…

Si no tuviera esa manía de repartirme entre los

rostros de mis paisanos…

Podría engañarte.

Esconderme,

reducirme,

inmolarme,

en el silencio que guarda el miedo

la distancia,

las cartas que no llegan

preñadas de estrellas…»

(Idem., p. 19)

Cada vez que leo versos con tonalidades que parecen y no son derrotas, recuerdo a Sánchez Peláez por su http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/340-190-juan-sanchez- (03). Alguien que adoramos siempre llega y se va, ocurre y esfuma como neblina cual si la esencia de la vida fuere la desaparición infortunada -en un instante a otro- de la dicha para ceder paso a tristezas. Arraigamos, somos cobardes con hábitos. No queremos mirar los ojos de los buitres que aguardan picoteándonos para apresurar nuestra conversión a eso que será alimento para ellos. He aquí el poema 20 cuya captura mediante mi dispositivo [celular] le reboté:

«Aprendí a amar a Dios con la fe de los muertos,

con el rezo de los moribundos,

con los pájaros heridos en el escaparate…

Aprendía a morir

mientras me paria mi madre,

mientras trataba de recuperarme de esta

enfermedad mortal

a la que llaman vida…»

(Ibídem., p. 26)

No nacimos muertos pero condenados. Los progenitores no preguntan antes de concebir porque la cultura de la vida y muerte es inmanente a lo que no es disciplina ni parto de la voluntad como representación de la verdad que se contradice: -«Nessuno è la libertà che ha scelto –proclamaré, antes de culminar mi anotación fascinado por el talento del amigo»

NOTAS.-

(01)

OSUNA GARCÍA, Israel: «Fundación Editorial El Perro y la Rana». Mérida, Venezuela, 2023.

(02)

No me consta pero alguien aseveró que fue al final de la d. a. a. 1860 cuando los estudiantes de literatura del mundo tuvieron que aceptar desafíos de procedencia rusa y francesas relacionadas con el ámbito de la crítica. El

https://concepto.de/estructuralismo/ fue pervertido e inoculado por marxistas.

(03)

Juan Sánchez Peláez no eligió el humor negro como religiosidad e irreverencia, empero platicábamos durante una Bienal de literatura «Mariano Picón Salas» que realizada en curso del s. XX en Mérida y lo vi tirar en el interior de un excretorio [Hotel Prado Río, sede]  libros de poesía autografiados por intelectuales.

-«Necesito comprobar que la poesía flota encima de excrementos» -discernió el notabilísimo-. Afortunado que nunca le obsequié una de mis novelas.

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