Está concluyendo la 78 Asamblea General de la ONU. La guerra en Ucrania, la crisis climática, la migración y las reformas a la arquitectura financiera internacional abarrotaron el debate.
El sistema financiero internacional, tal como fue concebido en Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial, tiene sus días contados. El Banco Mundial y el FMI apuntan a reinventarse para ser más fuertes.
Acuerdo de París se cae a pedazos. La guerra y la pandemia del COVID han vuelto a redoblar la apuesta por los combustibles fósiles. Nos guste o no, la transición verde se ralentiza y en algunos casos se posterga hasta nuevo aviso.
Democracia se cotiza a la baja. Europa y Estados Unidos evitaron condenar en la ONU a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. La guerra y la amenaza china obligan a apostar por un pragmatismo nefasto y doloroso.
Cuba. Un centenar de países apoyó a la dictadura caribeña en la ONU. El régimen comunista tiene una maléfica, pero exitosa diplomacia. Ocultan bajo la alfombra sus crímenes y más de 1.000 presos políticos víctimas de tortura.
Venezuela. La necesidad de petróleo vale más que los derechos humanos y la democracia. No importa lo que la dictadura haga, sigue recibiendo más alivios y menos sanciones. Normalizando lo que jamás debió ser normal.
Chile. El presidente Gabriel Boric nada contracorriente. Critica a la dictadura de Daniel Ortega, visita la OEA y defiende el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Cree en la democracia más allá de la ideología y las fronteras.
Brasil. El presidente Lula aprovecha todo su capital político para tirarlo a la basura y defender a las tiranías de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Su regreso ha sido catastrófico para la democracia.
Colombia. El presidente Gustavo Petro sigue tropezando con escándalos, mentiras y medias verdades. Los aplausos falseados en la ONU y su defensa obcecada por la tiranía cubana son una canallada que Colombia no se merece.
Paraguay. El nuevo presidente de esta nación optó por el silencio. Santiago Peña no siguió los honrosos pasos del presidente Abdo, quien condenó sin tapujos la brutalidad estalinista de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
México se aleja de la APEC y se acerca al G77+China. AMLO aplaude el desfile de tropas rusas en México, no asiste a la Asamblea de la ONU y tampoco a la reunión de la Cooperación Económica Asia Pacifico (APEC). ¡Qué mal!
En la ONU la delegación mexicana defendió nuevamente la migración humana, aunque en la práctica siguen siendo muro y sala de espera para miles de sufridos indocumentados.
Argentina. Alberto Fernández, que afortunadamente pronto se va, priorizó su defensa irracional a los tiranos de Cuba y Venezuela, olvidando a los presos políticos y desaparecidos. Los ataques al FMI no faltaron en su menú.
La ONU dejó claro que las prioridades están cambiando. La guerra en Ucrania es primero y todo lo demás pasa a segundo o tercer plano. Mientras tanto, las dictaduras bananeras se afianzan y aprietan sus torniquetes contra el pueblo.
Daños colaterales. La comunidad internacional le ha fallado a América Latina, priorizando el tema de Ucrania y olvidando a la región. Las dictaduras se normalizan y surgen otras nuevas. Ojalá y cuando reaccionen no sea demasiado tarde.
*El autor es periodista exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega.
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