I- Como continuación de los escritos recientes en la materia, el gobierno que confiamos sea electo el 28J presidido por Edmundo González apoyado por María Corina Machado, deberá enfrentar los escollos propios de una transición con un régimen que va a estar renuente en ceder su espacio de poder. Por tanto, habría que considerar los retos políticos y constitucionales que conlleva asumir plenamente lo establecido en la carta magna con relación a las atribuciones del presidente, que son: “Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales”
A nivel político el presidente, una vez electo, iniciaría la transición dando a conocer a las misiones diplomáticas y los entes internacionales acreditados la nueva doctrina de política exterior para que sea de pleno conocimiento de sus capitales.
En cuanto al aspecto legislativo, a pesar de que el artículo 156 establece que es de la competencia del Poder Público Nacional: «1. La política y la actuación internacional de la República”, también estipula, dentro del sistema de equilibrio y control de los poderes públicos:
Art. 187…14. “Autorizar el nombramiento del procurador o procuradora general de la República y de los jefes o jefas de Misiones Diplomáticas Permanentes. …. 18. Aprobar por ley los tratados o convenios internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional, salvo las excepciones consagradas en esta Constitución”.
Dado que la composición de la actual Asamblea Nacional 2021-2026, prácticamente es afecta al régimen en su totalidad, significa que una vez pase a ser oposición utilizará durante su permanencia los mecanismos que le otorga la Carta para bloquear o restringir las iniciativas del Ejecutivo, en este caso en lo que compete a las decisiones del presidente a través de su canciller.
Esto no va a significar de ninguna manera que no se vaya a ejecutar la política exterior toda vez que una vez sea desalojado el obstáculo del actual servicio exterior y en caso del veto legislativo a los embajadores sustitutos necesarios que van a ejecutar el nuevo plan internacional, la ley internacional, a través de lo establecido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, la acreditación de jefes de misión bajo la figura de encargados de negocios ad interim y encargados ad-hoc que sin tener la representatividad de enviados plenipotenciarios, asumen de manera integral la responsabilidad de una jefatura con sus atribuciones plenas de representar, negociar, informar , proteger a sus nacionales y fomentar las relaciones amistosas.
En cuanto a la facultad legislativa de aprobar o vetar los tratados internacionales, mientras nada impide la negociación y suscripción por parte del Ministerio de Relaciones con sus contrapartes hasta que se produzca el cambio legislativo. Importante durante este periodo de transición la revisión exhaustiva de los instrumentos legales suscritos por el actual régimen con un equipo de expertos abogados que procedan a extinguir jurídicamente todo aquello perjudicial para los intereses de nuestra nación.
II- Venezuela. Funcionarios Internacionales. Transición política exterior
Los funcionarios internacionales tienen la responsabilidad de salvaguardar los recursos de la organización y de velar por que se utilicen para ejecutar el mandato de la organización y promover sus intereses superiores. La administración pública internacional es responsable de hacer realidad esos ideales. Para ello se basa en las grandes tradiciones de la administración pública que se han desarrollado en los Estados miembros: competencia, integridad, imparcialidad, independencia y discreción. Pero, por encima de todo esto, los funcionarios internacionales tienen una misión especial: trabajar en pro de los ideales de paz, de respeto de los derechos fundamentales, de progreso económico y social, y de cooperación internacional. Así pues, los funcionarios internacionales deben cumplir las normas más estrictas de conducta, pues, en última instancia, la administración pública internacional permitirá al sistema de las Naciones Unidas propiciar un mundo justo y en paz.
Venezuela ha tenido figuras destacadas como funcionarios de alto nivel en las Naciones Unidas, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Internacional de Justicia, la Corte internacional de Derecho Privado, y otros organismos internacionales como fueron el doctor Manuel Pérez Guerrero, el doctor Andrés Aguilar y el doctor Parra Aranguren, por mencionar algunos.
El acceso a los altos cargos dentro del sistema internacional se produce a través de una candidatura de un profesional calificado de renombre y con los méritos suficientes para las condiciones que exige el cargo. Posteriormente se hace del conocimiento la presentación del candidato y se procede a la negociación a través del intercambio de votos con otros estados que tienen aspiraciones a diversos puestos a través del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Durante los 25 años del régimen chavista estas actividades fueron dejadas de lado por razones políticas e, incluso, fueron saboteados los intentos de profesionales venezolanos destacados que aspiraban puestos dentro de las organizaciones internacionales. Aún más, dentro de la propia burocracia chavista difícilmente se encontraban profesionales destacados, todo lo contrario, la mediocridad junto con la lealtad al régimen se convirtió en la norma. Por consiguiente, no solamente no contaban con un perfil medianamente aceptable para acceder a puestos internacionales, sino que también se producía el obstáculo del aislamiento internacional paulatino que impedía la negociación de votos y más grave aún, la cesación de pagos a los entes internacionales con las consecuencias de sanciones que le impedían el voto, fundamentalmente.
Es por ello que en un gobierno de transición que esperamos suceda a partir del 28J, las nuevas autoridades le den importancia al tema de la presencia internacional y convoquen a venezolanos capaces y con voluntad de servir internacionalmente y darle no solo prestigio a Venezuela, sino recuperar también nuestro sitial dentro de las relaciones con las democracias en el mundo. El talento y la experiencia la tenemos.
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