Durante el período hispano de nuestra historia existe un hecho que llama mucho la atención, el cual se refiere al caso de una mujer llamada Ana Vázquez de Rojas, cuya familia es originaria de la región de Castilla-La Mancha, quien sería una de las primeras habitantes europeas en nuestras tierras porque vivió en la isla de Cubagua, donde contrae nupcias en el año de 1538 con Diego Gómez de Agüero, proveniente de la región de Cantabria y de cuya unión nacieron ochos hijos: (Ana, Beatriz, Francisca, Pedro, Josefa, Isabel, Catalina y Mariana).
Luego de su estancia en la Villa de Santiago de Cubagua (luego Nueva Cádiz) y ante el declive de dicha urbe, se mudan a la isla de Margarita, donde jamás pensó doña Ana que en ese lugar su nombre quedaría grabado en la historia recibiendo el apoyo de “La Legendaria”. Y este relato inicia cuando en la segunda quincena de julio de 1561 llega a Margarita un personaje funesto y perverso que llevaba por nombre Lope de Aguirre, conocido popularmente como “El Tirano, El Peregrino o Loco Pinto”, quien arriba a dicho sitio con 2 bergantines y 200 arcabuceros y una vez en tierra, hace preso al gobernador don Juan de Villandrando y luego lo hace matar al igual que a Diego Álvarez y a los capitanes Gonzalo Giral de Fuentes y Sancho Pizarro.
En esa época, a los hombres que acompañaron al Tirano Aguirre hasta Venezuela se les bautizó con el apodo de “Marañones” porque cuando Aguirre inicia su rebelión en Suramérica, ordena asesinar al gobernador Pedro Ursúa (fundador del nuevo reino de Granada y jefe de la expedición encargada de descubrir sitio conocido como “El Dorado”) a las orillas del río Marañón (hoy río Amazonas) y curiosamente ya en Margarita, dos de estos marañones llamados Pedro Alonso Galeas y Alonso Villena optan por tomar medidas diferentes para alejarse de las locuras de Aguirre, por lo que Galeas decide huir y convertirse en desertor y Villena elige conspirar para asesinar a Lope de Aguirre usando veneno y para ello cuenta con el apoyo de doña Ana Vázquez de Rojas, quien organizó una comida en su casa e invitaron al Tirano para que asistiera y lo hizo de una forma que fuese observado como un agasajo a tan “ilustre” visitante.
Estando todo listo para el evento y viendo Aguirre que las atenciones de una dama tan importante como la señora Vázquez eran muy fuera de lo tradicional, entró en sospecha y descubrió el complot, por lo que se desata su furia y allí comienza la persecución de Villena, quien logra huir, pero Ana Vázquez es apresada y condenada a la horca en la Plaza Mayor.
El espectáculo dantesco no pudo ser peor porque además de ahorcar a una mujer en plaza pública no quedaron contentos con ello y el pelotón de marañones decidió abrir fuego contra su cuerpo una vez muerta y colocada en el piso. En el caso de su esposo Diego Gómez de Agüero, el mismo fue también apresado y se ordenó darle muerte estrangulándolo, al igual que un sacerdote dominicano que estaba con él.
Las tropelías de Aguirre continuaron en Margarita hasta el 31 de agosto cuando parte al Puerto de Borburata (en barcos en los que izó una vadera que mandó a elaborar en las isla con tela negra en las que les incluyó dos espadas de color rojo cruzadas) desde donde emprendió marcha hacia la Nueva Valencia del Rey, para luego ir rumbo a la Nueva Segovia, donde finalmente logran darle muerte. Y con respecto a nuestro personaje de hoy debemos decir que doña Ana Vázquez de Rojas pasa a la historia porque aun siendo española, decide apoyar la causa que buscaba quitarle la vida al hombre más despiadado que pasó por la isla de Margarita para de esta manera tratar de darle punto final a tantos atropellos que sucedieron en esos días y, por otro lado, porque su descendencia está emparentada directamente con el Libertador Simón Bolívar dado que una hija de ella llamada Ana Gómez Agüero y Rojas se casó con el capitán Alonso Díaz Moreno y una de las hijas de ese matrimonio llamada Beatriz Díaz de Rojas se casó con Simón de Bolívar y Castro, quienes fueron sus trastatarabuelos y que además de ese detalle tenemos que la Sra. Vázquez de Rojas también dio inicio a la historia de una estirpe familiar muy importante durante todo el período hispano.
Es importante decir que hay una versión contraria a la mayoría de los reportes, que indica que Ana Vázquez de Rojas fue sentenciada a muerte no por tratar de envenenar a Lope de Aguirre sino por no haber informado a este sobre los planes de Villena y su posterior fuga. Sin embargo, el hecho de saber del complot y no haberlo informado también la hace cómplice del intento de asesinato.
Nota: La foto que acompaña el presente artículo corresponde a un retrato de la protagonista de la historia que no se conoce su autor ni su ubicación.