OPINIÓN

Alicia en el país de las mentiras

por Isabel Pereira Pizani Isabel Pereira Pizani

Alicia en el país de las maravillas fue escrita en 1865 por Charles Lutwidge Dogdson, conocido como Lewis Carrol. Un matemático de la Universidad de Oxford y diácono de la Iglesia Anglicana. El autor logró plasmar un universo lleno de juegos de palabras y adivinanzas que esconden una crítica demoledora a su sociedad. Así como la superficialidad y mentiras de la existencia humana que poco ha cambiado en nuestros días.

Releyendo esta poderosa obra no queda más remedio que reconocer el desafío para cualquier persona decente viviendo -o quedándose- en Venezuela que representa tratar de conservar su cordura, vivir en una confrontación permanente entre la realidad y la mentira, tratar de salvar “Mi propio yo” como nos decía Chelique: “Tal vez mi propio yo nunca fue triste, son solo circunstancias imprevistas que amoldan a su antojo la conciencia y nunca pude ser como tú fuiste”.

Hay que tener valor para adentrarse, soportar la arremetida de relatos mentirosos que recibimos cada día, la desfachatada justificación de la crueldad. Tal como aconteció con la desaparición de Fernando Albán. “El gobierno de Venezuela asegura que el concejal Fernando Albán se ha suicidado en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, decidió lanzarse por la ventana, nadie lo empujó”. Algunas noches tratando de conciliar el sueño, este recuerdo nos asalta, ¿podemos olvidar?

Fue y es un acto de deshonestidad y aquello que no podemos calificar de otra manera que “la maldad”.

Día a día vemos, enfrentamos una doble realidad, la que ocurre y otra la que se fabrica a posteriori para justificar “la maldad”.

Veamos, en una manifestación ocurrida hace pocos días el hombre, que dice ser presidente, vociferó con toda la potencia de sus pulmones que permanecería en el poder por las buenas o por las malas. La prensa mundial asombrada repitió las palabras:

“El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que se espera busque un tercer mandato en los comicios presidenciales de este año, aseguró este domingo (04.02.2024) en Caracas que va a ganar ‘por las buenas o por las malas”.

«El equipo gana. Vamos a ganar por las buenas o por las malas», dijo Maduro en un evento del 32 aniversario del fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 contra el expresidente Carlos Andrés Pérez y liderado por el fallecido Hugo Chávez, de quien Maduro es sucesor designado.

«Cuando nos las pongan, como nos las pongan (las elecciones), el pueblo (está) organizado para ganar».

Esto dijo ese día 4 de febrero y luego dos días después aparece en los medios y sin alterarse niega haber dicho lo que dijo, se muestra como víctima de más de 100 conspiraciones, ninguna demostrada.

Ante este evento, nuestro equilibrio mental, espiritual se tambalea. ¿Cómo puede mentirse de forma tan descarada?  Quién es este personaje, cómo puede contradecirse tan abiertamente y mentir.

Otro hecho que desafía nuestra cordura es el montaje de la mentira sobre la inhabilitación de María Corina. La prestigiosa organización Acceso a la Justicia analiza esta gran farsa y concluye señalando cinco grandes fallas:

  1. No es funcionaria. El primer motivo para considerar ilegal la inhabilitación contra Machado es que ella no es funcionaria, es decir, no desempeña ningún cargo de elección o designación en el Estado ni recibe o administra fondos públicos, ni lo ha hecho desde su cargo como diputada que fue hasta inicios de 2014 por una decisión del presidente de la AN para ese momento.
  2. Fuera de lapso.   El artículo 114 de la Ley Orgánica de la Contraloría señala que «las acciones administrativas sancionatorias o resarcitorias derivadas de la presente Ley, prescribirán en el término de cinco (5) años, salvo que en Leyes especiales se establezcan plazos diferentes». Por lo tanto, el expediente relacionado con las presuntas irregularidades en las que Machado habría incurrido en su declaración jurada de patrimonio debió haber sido cerrado hace al menos cuatro años.
  3. Sin derecho a la defensa. «Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad». Machado aseguró que no fue notificada y tampoco se le permitió presentar alegatos sobre los hechos u omisiones que supuestamente se le estaban investigando. Lo anterior representa una clara violación del artículo 49 de la Constitución, el cual establece que «el debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativa».
  4. Doble sanción. La inhabilitación contra Machado se produjo en el marco de un expediente que le abrió en 2015, así que  viola lo dispuesto en el numeral 7 del artículo 49 constitucional, que reza: «Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente». No se puede olvidar que ya el organismo la inhabilitó en una oportunidad, por lo tanto, cualquier otra medida similar debería ser producto de otro procedimiento, el cual, según lo expuesto desde el despacho dirigido por Elvis Amoroso, no se ha producido.
  5. Sin facultades para inhabilitar. El artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría otorga a su máxima autoridad, el contralor general de la República, la posibilidad de imponer las inhabilitaciones para el ejercicio de los cargos públicos por hasta un máximo de 15 años. La mencionada disposición legal está en contradicción con la Constitución, que en sus artículos 42 y 65 señala que el ejercicio de los derechos políticos solo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley. En el mismo sentido, se divorcia del artículo 23.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, cuyo texto reconoce como legítimas las limitaciones a los derechos políticos que estén fundadas en una condena dictada por el juez competente en un proceso penal en el que se le imponga al condenado la pena accesoria de inhabilitación política”.

Estas cinco razones son contundentes para mostrar otra mentira con la cual se pretende engañar al país, además una señal de la pretensión de conservar el poder “por las malas”. Acceso a la Justicia culmina señalando “La acción contra la exdiputada siembra dudas sobre la transparencia y confiabilidad de las próximas elecciones presidenciales”.

Más que dudas tenemos que aceptar que son certezas sobre conservar el poder por las malas,

Como si fuera poco y a manera de justificación aparece “otro” Rodríguez, Héctor, gobernador de Miranda y lanza una gran mentira sin siquiera turbarse:

«Siempre se dijo muy claramente que este diálogo nunca se daría para perdonar crímenes, golpes de Estado. Quienes han violado las leyes y la Constitución venezolana no pueden pretender que no van a asumir las responsabilidades que establece nuestra Constitución”. A través de una conferencia  de prensa, Rodríguez rechazó la solicitud de la Plataforma Unitaria de revertir la inhabilitación de María Corina Machado.

“Seguimos abiertos al diálogo, seguimos sentados en la mesa de diálogo. Hemos cumplido plenamente con los acuerdos firmados en Barbados. En Venezuela va a haber elecciones con todas las garantías electorales. El diálogo no es una forma de excusarse de sus responsabilidades, no es una forma de legitimar el bloqueo y las sanciones. Están en el carril de la democracia o están en el carril de la violencia; Pero si es así, tendrán que enfrentar a la justicia venezolana».

Remata Rodríguez afirmando otra falsedad: “La inhabilitación es un hecho cumplido, cosa juzgada”.

Este argumento contiene u oculta algo peor, la maniobra de Maduro cambiando la presidencia del TSJ y poniendo como presidente a una activista política de su partido.  El personaje elegido para presidir este tribunal es precisamente quien formuló el decreto contra la elección primaria. No es de extrañar que su primer acto público a través de los medios de comunicación sea dirigir un saludo a su partido. Su hoja de vida refiere que tiene rato haciendo política, no es un juez imparcial. En diciembre de 2018 fue electa concejal por el Circuito 3 del municipio Libertador del Distrito Capital que corresponde a las parroquias El Recreo, San Pedro, Santa Rosalía y San Agustín, en representación del Partido Socialista Unido de Venezuela, el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), el Movimiento Político Alianza para el Cambio (MPAPC) y Unidad Popular Venezolana (UPV).

“Fue antes presidenta de la Sala Electoral del TSJ quien se pronunció contra las elecciones primarias “El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó la suspensión de todos los efectos del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primaria».

Plantear la decisión del TSJ como “cosa juzgada” es sembrar una mentira sobre un hecho realizado por las malas. Nombrar a un personaje cuestionable como presidente del TSJ es simplemente una burla a los ciudadanos que dependen de la honestidad de sus jueces y el ser reconocidos como personas iguales ante la ley.

Estamos ante una cadena de mentiras, engaños, intento de mostrar como justas las decisiones perversas que tratan de reforzar el dominio y la permanencia de un gobierno que definitivamente no le importa la verdad y la justicia. Es necesario repetir hasta el cansancio la implicación moral que significa el nombramiento de Alex Saab como parte del equipo de gobierno, esto es algo como imponer al país la norma “hago lo que me da la gana”, no importa la catadura moral de este individuo, yo decido, yo creo la realidad. Un suceso que nos confronta implacablemente es el nombramiento de Alex Saab como funcionario con poder para decidir en nuestra economía. Señalan que será el responsable del tráfico de embarcaciones que transportan el petróleo venezolano. Pasamos del estupor a creer que es mentira. Saab es considerado un personaje con trayectoria delictiva comprobada, condenado por tribunales extranjeros, lo acusan de haber sido capaz de enriquecerse con los recursos de los alimentos de niños y maestros que hoy están fuera del sistema escolar por hambre. Censurado por haberse enriquecido con un tráfico comercial penalizado. Este personaje de nacionalidad extranjera -deshonor para Colombia- hoy es una autoridad en materia económica, el sector donde precisamente se enriqueció y donde sabe cómo mover los hilos para seguir actuando indecentemente. Me pregunto: ¿qué reflexión, juicio, conclusión puede sacar una persona docente de estos hechos comprobados? Saab fue juzgado y condenado por un tribunal de Estados Unidos, no es una calumnia, era reo de la justicia y aquí es ministro del gobierno de Nicolás Maduro. ¡Mentiras y burlas al pueblo en un peligroso almizcle!

Tenemos dos retos claves en nuestras existencias personales, la primera tratar de preservar nuestro equilibrio emocional ante el alud de mentiras que esparce Maduro y su régimen cada día y tratar con nuestras fuerzas, nuestra dimensión ética, mostrar que podemos encontrar alternativas frente a la no disimulada e inmoral actuación de quienes nos gobiernan, que mienten, tergiversan la realidad, sobornan a los más humildes con dádivas engañosas, compran conciencias con mentiras.

Así se gobierna por las malas, un evento que ya está sucediendo. No es una novedad, las palabras reales debieron ser “seguiremos gobernando por las malas”. A nosotros nos toca enfrentar esta realidad, descubriendo las mentiras como Alicia en el supuesto mundo de las maravillas. Y superarlas.