OPINIÓN

Algo pasa

por Omar González Omar González

¡Algo pasa! Sí, debe estar pasando algo, y muy grande. Desde la usurpación están dando pasos interesantes, pasos que en otro momento serían impensables y poco –para no decir nada– probables.

La usurpación da marcha atrás en su afán de negar sus atrocidades; quitan el manto de la mentira en 3 de sus múltiples delitos, y a través del Ministerio Público del régimen reconocen ante la Corte Penal Internacional (CPI) que sí son responsables de los asesinatos de Juan Pablo Pernalete, del capitán Rafael Acosta y de Fernando Albán.

¿Por qué confiesan ahora estos delitos? ¿Lo hacen por un sentimiento de culpa? ¿Lo hacen porque hay algo detrás de todo esto? Son preguntas que se hace el ciudadano común y corriente.

En la misma semana, lo que es aún más sorprendente, deciden liberar a los «6 de Citgo», los altos ejecutivos de nacionalidad estadounidense que fueron encarcelados por la usurpación en los días que se constituyó el gobierno de transición y este tomó control de los activos en el extranjero.

¿Por qué los liberan así por así? ¿Hay acaso una negociación en marcha y se lo tienen callado? ¿Será tal vez que la administración de Joe Biden está avanzando en concesiones que seguramente no serian unilaterales?, si es así… ¿Qué estará pidiendo la usurpación a cambio?

Estos señores que mantienen el control del Estado no dan puntadas sin dedal, ellos no aflojarían su poder y reconocerían delitos así porque sí, deben estar pidiendo un alto precio, y tal vez este sea apenas la punta del iceberg. Todo puede pasar como están las cosas en la actualidad.

Miraflores admite violaciones de los derechos humanos, libera a unos presos que –en su momento– pretendieron canjear por Alex Saab; todo esto parece como una película de misterio. Y, a la par, no se puede dejar por fuera la posible estrategia de los usurpadores de jugar a dos puntas, y ¿qué significa esto? ¡fácil! Bajan presión por un lado mientras afianzas posiciones por el otro.

En todo este panorama no podemos dejar por fuera la altísima posibilidad de que mientras en Miraflores hagan avances como los ya nombrados, por el otro sigan adelante en su plan de desestabilización de la región, enviando a «manifestantes» a alterar el orden como ya hicieron en Chile. Ecuador, Perú y en Bolivia, y están haciendo en Colombia.

Además, tampoco podemos descartar que todo esté enfocado en darse las condiciones que los sectores democráticos están exigiendo para una salida electoral. Entiéndase, una elección imparcial y justa en la que los ciudadanos puedan determinar el cambio de gobierno a través de su voluntad democrática.

Todo pareciera estar sobre la mesa. Sin embargo, de que pasa algo pasa; y creo que todos los venezolanos debemos estar atentos y preparados para cualquier desenlace.

Dios quiera que pronto la luz de la libertad nos ilumine a todos en Venezuela.