Contraloría de Venezuela y las Naciones Unidas acordaron fortalecer la prevención de la corrupción
Foto EFE

Algo huele mal desde hace mucho tiempo, pero se acentúa en materia electoral; todos sabemos lo antiquísimo que es el sistema fraudulento electoral y la complicidad de ir a los procesos de elección con ciertas agrupaciones políticas secuestradas. Ahora se montan unas primarias sobre el pregón de independencia y transparencia, pero todo es como un montaje, se pidió ayuda inicialmente al CNE y fue negada con el condimento de anunciar la inhabilitación de los candidatos que están moviendo la calle. Después inician una etapa de consultas “técnicas”, coordinando con el mismo autor de las inhabilitaciones y la “unanimidad” de la Asamblea, todo huele mal y el tiempo corre.

La programación para la ejecución de las primarias se ve sin sustento adecuado y se inicia procedimentalmente con un padrón electoral donde se improvisa y aparentemente las personas se inscriben para votar en las primarias unos cientos de miles sin mucha precisión de la data, luego se retroalimenta con el registro electoral vigente al año 2023 donde todos sabemos que falta la bicoca de 2 millones de electores y es sustentada en un registro defectuoso, abultado en varios millones de electores, donde más de la mitad están fuera del país. Lista de electores potencialmente usada para opinar sobre la docena de candidatos, pero todo ello ante la amenaza de habeas data por usar datos oficiales y sujeto a la injusticia de la justicia.

Este padrón está integrado parcialmente puesto que de 4 millones de votantes en el exterior se han inscrito solo 107.000 que limitan ostensiblemente su intervención en las primarias; obviamente, esta acción es celebrada por el régimen porque se quitan del medio al menos a tres millones de personas que potencialmente votarían a favor de la candidata que arrasa hoy en la opinión pública y a la que quieren sacar del juego electoral. Como si fuera poco, la CNP y los partidos esquiroles al coordinar con el CNE no solo intentan sacar por forfait a varios candidatos, sino que toda la data está limitada y es escasa, con el agravante que cifras significativas de votantes se han trasladado de residencia. Los que integran la data está dividida en dos partes, el registro del CNE y los inscritos por la CNP, los cuales engrosarán la información bajo control oficial y seguramente emulará la gran experiencia cubana de tener ubicadas y controladas a las personas.

En fin, un enredo procedimental sin sustento técnico y que además tiene la característica de que la CNP tiene aversión a las contribuciones tecnológicas para hacer un proceso digital independiente al despreciar la inscripción electrónica en tiempo real y en todo el mundo donde el proceso de votar se hace manteniendo la confidencialidad y la transparencia de la protección de la data.  Se privilegia el populismo, es decir convocar a ejercer la opinión por un candidato en centros improvisados vs centros oficiales, vigilancia interna vs vigilancia militar, proceso técnico privado o el del CNE y, la eterna cantaleta, hay que movilizar a la oposición y lograr la “unidad” para demostrar la fuerza de cambio con la masiva presencia en las mesas de votación, claro bajo la mirada amenazadora de para militares y vigilada para “dar seguridad” de los militares.

Todo eso se inscribe en el marco de un montaje que favorece la legitimación del régimen que desea llevar con todas sus artimañas a unas elecciones enfrentados a un candidato elegido en primarias, si es que ocurre a su conveniencia y el cual va tomando forma zuliana para que con otros esquiroles que se presentarían como independientes validen al capo mayor para legitimarlo nacional e internacionalmente y seguir en la parranda corrupta de gobernanza eterna.

El  escenario resultante es manejado por dirigentes que a nadie representan y distraen la atención de lo prioritario, que son los ingresos familiares de los venezolanos cuyo valor es cada día más bajo y es el último en su valor en toda América Latina, incluyendo a Cuba y Nicaragua, y que viene acompañado de la eliminación de la meritocracia, la creación del hombre nuevo, cargado de desesperanza, humillado, arrodillado, sin fuentes de trabajo y pasando hambre con salarios tan bajos que dan vergüenza y cuyo resultado lo conducen a la pobreza extrema. La mayoría de la población está en esa condición, no tienen escape, los que pueden, se arriesgan en busca de la quimera de mejores condiciones en otros países, y los que se quedan, están sujetos a tropelías, especulación, represión y deterioro de su condición humana, sin salud, servicios públicos, precios con inflación galopante, dolarizados y el dinero es cada vez más difícil de encontrar.

Esta situación no es nueva, pero tiende a agravarse y es despreciada por la dirigencia de esa falsa oposición, además de ser una política de Estado; de tal manera que no les interesa, ni se ocupan de ella, pero la población reacciona, comienza a protestar de tanta carencia, se alinea a la esperanza de un cambio con nuevos dirigentes, se emociona en las calles que se traducen en expresiones de insatisfacción, de protesta genuina que toma forma por la ausencia de educación, servicios de salud, molestia por la ausencia de electricidad, gas, carestía del transporte público, de los repuestos de sus equipos y vehículos perdidos por incompetencia y mal estado de las vías, del hampa enriquecida y desbordada, de funcionarios sin ética y aprovechadores, y además del IVA, de las mal llamadas transacciones financieras y de los precios especulativos oficiales de cuanta transacción oficial hay que hacer dentro de la cotidianidad; esa es la realidad y la verdadera situación, la cual es ignorada por aquellos que juegan a la pervivencia del régimen socialista hambreador dirigido por enriquecidos privilegiados.

Esas motivaciones populares son las prioritarias, no las ilusas y comprometidas elecciones, nadie interviene para exigir la eliminación de un CNE unilateral oficialista, tampoco de ir al fondo del asunto de construir un nuevo registro electoral. Nadie habla de un nuevo sistema electoral con supervisión internacional que garantice la voluntad popular, mientas tanto, la protesta pública crece por alcanzar mejores salarios aunque sea chucuto, crecen cada día los reclamos, los cuales son más fuertes y numerosos, ya van más de 3.500 protestas en lo que va de año y se programan otras para los próximos días en todo el país, pero  son ignoradas, incluso las protestas derivadas de los cortes, o apagones, o la ausencia de suficiente combustible, y el régimen se burla públicamente, ridiculizan a la gente, mienten descaradamente y se niegan a revisar las justas peticiones achacándolas a un supuesto embargo que tiene su origen en el control financiero ilegal y, no dicen que cada día suben más las importaciones de bienes y servicios del “despreciado e imperialista” norte que, por cierto, es la cuna de sus anheladas visitas turísticas, distracciones y aspiraciones de vida.

La protesta sube de tono, se localiza y manifiesta. La fuerza popular actúa aislada pero potente, hay del día que todo se junte, ahí estará el verdadero cambio.


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