OPINIÓN

Ahora también hay que ser un líder híbrido

por David Somoza Mosquera David Somoza Mosquera

El papel del líder se ha vuelto cada vez más complejo, pero también más completo, con la implementación de los modelos de trabajo híbridos. Desde 2020, un año que nos sacudió a todos muy fuerte por el covid-19, los líderes se han visto obligados a aprender las mejores prácticas en las nuevas formas de trabajo.

De lo contrario, las empresas y sus empleados se las verían muy duro en el tumultuoso momento que se sigue viviendo y no solo por la pandemia. Y es que la nueva fuerza laboral -esa misma que se habituó al trabajo remoto y que ahora no desea prescindir de él- necesita y demanda de un nuevo liderazgo.

Al respecto, la consultora McKinsey hace una valiosa revelación: nueve de cada diez empresas adoptarán una combinación de trabajo remoto y presencial en el futuro. Y esto, por supuesto, implica que los líderes se enfrentan a situaciones y necesidades completamente distintas a las que estaban acostumbrados: los entornos híbridos cuentan con mayor flexibilidad y autonomía de los empleados. Y gestionarlos es todo un desafío.

Los objetivos ahora de los líderes deberían ser adaptar su comunicación y conversaciones a las nuevas reglas, lograr que los equipos sigan coordinados y unidos y mantener alineados a los profesionales con la estrategia de la empresa.

Visto lo anterior, el paso más lógico y apropiado es que en las empresas se asuma un liderazgo híbrido o digital, que implica una mentalidad abierta para saber adaptarse a los cambios y abarca la gama más diversa de habilidades de gestión de empleados en equipos remotos, presenciales e híbridos.

Dentro de estas habilidades hay cuatro que destacan y las cuales detallaremos a continuación:

  1. Comunicación asincrónica: en este caso, los líderes eliminan las reuniones innecesarias y conceden a sus equipos virtuales más tiempo para hacer el trabajo. Se refiere a cualquier comunicación que no ocurre en tiempo real y esto podría ser un correo electrónico, un mensaje por una red social o incluso un video pregrabado.
  2. Comunicación sincrónica: un líder virtual debe también poder comunicarse de manera efectiva en tiempo real -como llamadas telefónicas y videoconferencias- a fin de socializar con su equipo de trabajo.
  3. Gestión del tiempo: los líderes híbridos necesitan saber gestionar su tiempo, ya que es muy fácil distraerse cuando se trabaja de manera remota, por ejemplo. No se trata de no darle la importancia a la vida personal, se trata de saber gestionar el tiempo para tratar de mantener un equilibrio sano entre lo laboral y lo personal.
  4. Interculturales: los líderes virtuales utilizan los equipos interculturales a su favor. Es decir, tienen la oportunidad de construir y capacitar equipos diversos porque pueden contratar a cualquier persona en cualquier parte del mundo, y lo importante es sacarle el máximo provecho a esa diversidad.

Ahora bien, hay que tener presente que estas son solo cuatro habilidades de las muchas otras que los líderes híbridos deben ir aprendiendo para encarar el futuro con menos improvisación y más planificación.El reto es poder adaptarse al cambio en este mundo virtual y físico pospandemia.