OPINIÓN

¿Adónde va el dólar? o mejor dicho ¿qué es lo que ha quedado del bolívar?

por José Tomás Esteves Arria José Tomás Esteves Arria
médicos

Foto: Pixabay

En todas las economías del mundo, cuando se impone una tasa o tipo de cambio controlado, de inmediato emerge una tasa libre o paralela, la cual poco a poco, en ambientes inflacionarios a medida que se incrementa la inflación, la tasa paralela o dólar no controlado, aumenta como un efecto de la inflación, a pesar de que la autoridad monetaria (BCV) o gubernamental crea que el efecto de la inflación es el aumento del dólar libre o paralelo cuando es una causa directa del proceso inflacionario. En el año 2008 se le eliminaron 3 ceros al bolívar (una operación cosmética y nada estructural o monetaria) y se pasó a llamarle el dólar fuerte. En el gráfico anexo podemos apreciar cómo siguió aumentando el dólar paralelo hasta que en el año 2018 se le amputaron 5 ceros más, y esta vez se le denominó dólar soberano, pero continuó el proceso esta vez hiperinflacionario y el dólar ya no paralelo porque ya estaba aceptado como invitado permanente en la mesa de cotizaciones del BCV a la suma de 3.007.524,73 bolívares por unidad de dólar.

En el cuadro que presentamos abajo, podemos reconocer que a medida que se ha ido incrementando la oferta monetaria (M2) ha crecido la tasa de inflación: así en el año 2010 cuando el incremento de la oferta monetaria era de apenas 19,10% la tasa de inflación fue de 27,2%, y en los años 2013-2014 los incrementos de la oferta monetaria pasan a ser de 69,70% y 64,0%  respectivamente, y a la vez las tasas de inflación correspondientes son de 52,7% y 64,7%. En el año 2016 se prende el incendio de la hiperinflación al aumentar la oferta monetaria un 159,03% y así la tasa de inflación llega a ser de un 302%, y la tasa del dólar paralelo aumenta 279,77% llegando a ser 3.164,72 bolívares por dólar. En el año 2018, la oferta monetaria aumenta 63.257,30, y la inflación alcanza su máximo en 176.323,2%.  Ese mismo año de 2018, se cambia de signo monetario y entra el bolívar soberano en acción, pero se mantiene la hiperinflación.

En el caso de que se mantengan estas tendencias, para el 31 de diciembre del año 2021, el dólar paralelo habría alcanzado los 4.562.415,02 bolívares y la tasa de inflación se colocaría en 2.414,70%.

La dolarización artificial o natural de la economía nacional, se ha mantenido a viento y marea a pesar de las dificultados de los comerciantes, supermercados, mayoristas etc de entregar el vuelto. la casi no aceptación de billetes de 100 US $. Y el gobierno insiste en estimular los pagos bancarios mediante transferencias computarizadas o mediante teléfonos inteligentes, mientras el pueblo que no tiene medios propios de transporte pasa grandes trabajos para poder acceder a las camionetas de pasajeros. Es francamente increíble cómo un gobierno que a través de su empresa petrolera Pdvsa exportó entre los años 1999 y 2016 más de 1 millón de millones de dólares no haya construido o ahorrado unas reservas internacionales como las que tiene Perú o Chile.