Mucho hemos tenido que calarnos la comparación entre el candidato a la presidencia Nicolás Maduro, perdido en las encuestas, y el gallo pinto. En este sentido, y sin ánimo de ofender la delgada piel o el plumaje de nuestro candidato cacareador y fanfarrón, paso a realizar algunas consideraciones que estoy seguro le serán de interés. Si tienes la manera de aclararle estos puntos, no lo dudes. Hay que ayudarlo a entender.
- Los gallos no tienen pene, tienen un agujero, un orificio llamado cloaca. De tal manera que no creo que sea por esta cualidad que el candidato se quiera erigir como un gallo.
- Los gallos de pelea son un activo de alguien más. No tienen posibilidad de elegir sus peleas; alguien más las elige por ellos. No son autónomos ni soberanos. Son meros instrumentos de apuesta.
- Los gallos de corral no se hacen cargo de los pollitos de las gallinas que pisan. En el mundo plumífero, la paternidad es muchas veces irresponsable y las relaciones promiscuas. Tampoco creo que sea esta la característica que quiera resaltar de su afán gallero nuestro candidato.
- Los gallos no vuelan. No tienen en el reino emplumado la capacidad de emprender el vuelo y adquirir una visión panorámica de la realidad, como sí la tienen el cóndor o el águila. Apenas y se medio despegan de la tierra aleteando y por medio de saltos.
- Los gallos de pelea lo hacen armados con navajas. En realidad, los gallos no se matan, ni están hechos para una pelea a muerte. Los humanos los complementamos para poder disfrutar la muerte en combate. En realidad están equipados para aporrearse a lo sumo. No son temibles en realidad.
- Que el candidato presidencial y presidente saliente sienta la imperiosa necesidad de compararse con un gallo, para antagonizar y demostrar fuerza sobre su adversario, es muy preocupante para una sociedad que lo que quiere es paz y tranquilidad. Este señor ha redituado el conflicto absurdo hasta el día de hoy. Se alimenta de la pelea entre venezolanos. En Venezuela lo que queremos es paz. No se puede votar por alguien que pretende seguir generando conflictos y autoerigiéndose como el rey del corral. Venezuela no es un corral. No es una gallera. Ya basta de tanta estupidez.
- El candidato presidencial y presidente saliente ha llevado una campaña frívola, populista e irresponsable, estúpida, ajena a la realidad del país. Se ve que tiene demasiado tiempo encerrado y ocupado siendo rico, al igual que quienes lo secundan. Se cree una diva de Hollywood. Por Dios, ¡respeten al pueblo! Y sobre todos los ofrecimientos en campaña, ¿un ministerio para nuestros golpeados adultos mayores va a resolver su problemática? ¿Salario garantizado por un año a los jóvenes? ¿Y su formación? ¿Y los hospitales? ¿Y su familia? Esos jóvenes no pueden votar porque el mismo que promete a lo loco no se los permitió. Si el candidato gallístico se impone, lo más probable es que terminen emigrando.
- Maduro, ¿quién te diseñó esa terrible y ofensiva campaña? ¡Te volvieron a robar! Y lo más triste es que segurito que no les pagaste con tus reales. Primero aquello de la eme “M” de protector y ahora de gallo. Deja de ser tan bobo con los reales nuestros, Nicolás.
- Los operadores comunicacionales del gobierno como la señora (no la voy a nombrar, pero sabemos quién es) o directivos de la encuestadora (tampoco me acuerdo del nombre) andan desesperados por ahí diciendo cualquier locura. Lo triste es que hay periodistas que consideré serios dándoles tribuna. Los reales del Estado dan pa’ todo.
- No había respondido, ni producido mis contenidos, porque he estado resolviendo temas personalísimos de vital importancia para mí y mi familia. Pido disculpas por la tardanza. Espero ser oportuno. Saludos a todos y disculpen lo puntual de este mensaje. Debo seguir con mis asuntos.
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