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Quien suscribe, Luis González del Castillo Yanes, comprobadamente venezolano, desde el privilegio de haber nacido en Caracas, pasajero de la ternura del vientre de María Yanes Oropeza e influjo poético-amoroso de Néstor González del Castillo Heinemann; heredando los deberes libertarios de la ascendencia en nuestras familias de la «sangre mirandina», y lucha heroica de nuestros antepasados, declaro que:

Definitivamente he de desconocer, como nos lo ordena la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, promulgada el 24 de marzo del año 2000 en su artículo 333, como en efecto desconozco, reiterativamente, el gobierno en Venezuela que dice presidir Nicolás Maduro Moros.

Por si se creyera poco el compromiso expresado anteriormente, dejo también constancia de mi reconocimiento a la tenaz lucha y sacrificios de la denominada “Generación del 28” para darle a mi país, Venezuela, oportunidad para la construcción de un sistema democrático digno de la condición del ser humano libre y civilizado. Desde la Revolución de Octubre de 1945 hasta el propio general Marcos Pérez Jiménez. De aquellos gloriosos líderes es producto mi generación, la cual nació en una democracia en evolución. Con errores y desafíos importantes, pero de vocación ciudadana y perfectible hasta 1998; luego se inició la actual, más que pesadilla, etapa de genocidio castrochavista.

A diferencia del sistema de castrocomunismo donde los niños aprendieron a leer para ser adoctrinados y encadenados a mentiras y manipulación de medias verdades de una seudo revolución para el hombre nuevo, lo que en realidad provocó fue la huida para perecer por miles al naufragar en balsas, huyendo de la tiranía asesina de los Castro. A esta fecha son millones los cubanos expatriados de su isla; como ya somos nosotros más de 8 millones de venezolanos expatriados; aproximadamente la cuarta parte de nuestra población venezolana.

Del ejemplo de lucha cotidiana de mi madre de “La Pastora” (La Divina Pastora caraqueña),  y del ejemplo de Papá, un caraqueño de “Santa Teresa”; educador, joven entusiasta de auscultar la historia, mi viejo trabajó con otros empresarios ejemplos. El empresario fundador del pujante y excelente “Banco Mercantil y Agrícola”. Su compadre, dueño de “La Casona» y luego convertida a residencia familiar presidencial, Don Alfredo Brant, fue un banquero con honor y honestidad. Luego, papá se hizo empresario independiente y escritor. Autor de letras de múltiples obras, entre ellas: “La constelación de la epopeya” y “Vorágine y remanso”, contentivas de cinco himnos a cada uno de los cinco magnos próceres venezolanos de la emancipación latinoamericana. Con música del maestro Eduardo Noguet, los himnos a: Bolívar, Sucre, Páez, Urdaneta y al ideólogo, padre precursor de la libertad de medio continente americano Francisco de Miranda.

Siendo esas mis raíces, a aquellos que quisieron reescribir nuestra historia y pretender quitarnos nuestra identidad al creernos nadie, a esos ¡no les advierto nada!. Me dirijo a ustedes hermanas y hermanos venezolanos. A ustedes tíos, sobrinos, primos-hermanos, compañeros de estudio, de las academias, del trabajo y de la alegría de vivir en libertad y democracia. Les convoco a ustedes compatriotas que en nuestras conciencias sabemos que ha llegado el tiempo de derribar las celdas con las que nos han encarcelado a todos, de una u otra forma. Les exhorto a que nos preparemos para que, como lo expresa nuestro Himno Nacional, volvamos a  dar “el ejemplo que Caracas dio”. Ello significa hoy dar el ejemplo que en Caracas debe darse, ni más ni menos que con la salida del criminal régimen torturador. En el día y al momento que todos al unísono seamos convocados a las calles del país, y hasta el final, cuando se concrete la salida del tirano Maduro de Miraflores, junto a sus cómplices: Cilia Flores, Jorge Rodríguez, Delcy Rodríguez y demás acólitos.

A todos los que se opongan a la libertad de las venezolanas y venezolanos, y que tendrá que ser pronto. En este mismo año 2024. Han debido respetarse los esfuerzos políticos de un vasto consenso mundial, encabezado por Estados Unidos, en que las situaciones de inhabilitaciones administrativas de los políticos líderes democráticos, y de los presos políticos debían quedar resueltas,  en medio de una lucha legítima para representar la soberanía popular. Con nosotros eso no es una opción negociable. No se ha debido permitir a nadie negociar nuestra voluntad política, entregando sobrinos, entregando testaferros como Saab, ¡prácticamente todo por nada! Ni la soberanía tuya, ni la soberanía mía, ni la de nadie. Repito, como dijo Churchill: «El que se humilla para no tener la guerra tendrá la humillación y tendrá la guerra».

A diferencia de aquella transición que se inició a la muerte de Juan Vicente Gómez en 1935 gracias a unas fuerzas militares con dos generales patriotas: Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, ¡el llamado Alto Mando Militar de hoy es bien bajo! Por ello tiene que darse el concurso de la joven oficialidad junto al liderazgo de la joven Venezuela insurgente y libertaria. ¡Esta, reconociendo en su auténtico pasado glorioso como clase militar y política se unificará junto al pueblo! Ténganlo por seguro. Ellos darán el paso con la nación para una nueva oportunidad a toda nuestra ciudadanía que tiene esa mayoría con más futuro que pasado, y que no está anclada en odios y revanchas, sino en la búsqueda de la reconstrucción del honor y gallardía del político y del militar orgullosos y orgullo de la nación venezolana.

Mañana domingo 4 de febrero de 2024 le diremos a la tiranía desde cualquier lugar del mundo que les llegó la hora de salir de Miraflores, ¡porque nosotros vamos a entrar!

[email protected]

@gonzalezdelcas

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