Para hoy teníamos pensado abordar algún tema relacionado con lo internacional, tal como es nuestra área de “experticia”, pero el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio ocurrido el pasado día 9 nos obliga a cambiar el contenido de estas líneas.
Venezuela, afortunadamente, no es, o al menos no era hasta hace algunos pocos años, un país donde la violencia política fuera una constante. Diferente el caso de Colombia, donde el asesinato de políticos y candidatos ha sido un dato recurrente, desatando cada vez espirales con mayor contenido de violencia. Recordamos el histórico asesinato del jefe del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, en 1948 que dio lugar al lamentable episodio conocido como “Bogotazo”, en cuyo transcurso se cometieron importantes desmanes y, además, dio inicio al prolongado conflicto armado que durante décadas asoló al vecino país.
En octubre de 1987 sufrió la misma suerte Jaime Pardo, líder de la izquierda; le siguió en agosto de 1989, también en Bogotá, Luis Carlos Galán, quien era candidato por el Nuevo Liberalismo; para rematar con Bernardo Jaramillo, también candidato de la izquierdista Unión Patriótica, perpetrado en marzo de 1990.
En marzo de 1994, en Tijuana, sufrió igual suerte Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI y como tal casi seguro presidente de México.
Estados Unidos no ha sido ajeno a esta práctica habiendo sido asesinados cuatro de sus presidentes: Abraham Lincoln en 1865, James Garfield en 1881, William McKinley en 1901 y John F. Kennedy en 1963.
Venezuela, hasta hace pocos años, era un país donde la violencia no se había impuesto como solución a las diferencias políticas, ello sin olvidar el caso de los secretarios generales de Acción Democrática, Leonardo Ruiz Pineda en 1952 y Antonio Pinto Salinas en 1953, asesinados durante el gobierno de Pérez Jiménez.
Todo lo anterior viene a cuenta en relación con la seguridad personal de María Corina Machado, quien se perfila como ganadora de la venidera elección primaria y presidente de la República si se da la elección de 2024.
Es el caso que desde hace ya varias semanas la señora Machado se ha venido presentando en distintas ciudades del interior de nuestro país, siendo la única precandidata que logra llenar calles y avenidas en todas las latitudes.
Las líneas aéreas tienen prohibido vender pasajes a María Corina Machado, las alcabalas viales interfieren y molestan continuamente los desplazamientos, habiendo llegado al extremo de que el gobernador “constitucional” del estado Trujillo acaba de informar de viva voz ante sus seguidores que si la candidata llegase a poner pie en esa entidad habría que sacarla a “coñazos”.
Es evidente, pues, que la integridad de la señora Machado está amenazada por las hordas violentas que eufemísticamente conocemos como “colectivos” y posiblemente por agentes hasta hoy desconocidos que bien pudieran intentar alguna acción criminal en contra de ella, tal como acaba de ocurrir con Villavicencio en Ecuador.
Las imágenes circuladas en las redes revelan con toda claridad que se está tejiendo un ambiente de violencia en contra de la señora Machado, quien gracias a su coraje se desplaza en motos y se monta en improvisadas tribunas para denunciar todas las cosas que los venezolanos conocemos de sobra. Afortunadamente, hemos podido constatar la presencia de un pequeño grupo de hombres que cuando la cosa se pone fea han rodeado a la candidata en forma de cadena logrando interponerse entre ella y los violentos.
Por lo anterior, este columnista y seguramente muchos compatriotas más, estamos preocupados por la seguridad de María Corina y por ello instamos a quienes organizan sus actividades y desplazamientos para que -si no lo han hecho ya- tomen las precauciones profesionales -repito: “profesionales”- que sean pertinentes para la protección de la integridad física de quien luce ya como líder de la oposición democrática. Aquí no se trata de “empavar” la cosa, sino de abogar porque lo que resta de campaña y lo que sigue pueda acontecer con el mayor grado de seguridad. Los políticos que integran el Comando de María Corina tendrán que ocuparse de los demás aspectos que rodean las temporadas electorales.
@apsalgueiro1
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