OPINIÓN

A los venezolanos de buena voluntad

por Manuel Ricardo Cristopher Figuera Manuel Ricardo Cristopher Figuera

El pasado 22 de octubre, un grupo de venezolanos acudió de forma cívica y organizada a ejercer uno de sus derechos políticos. La mafia que manda en Venezuela ha tratado con todo el poder comunicacional que posee y el grupo de “distorsionadores de la información” minimizar y atacar esa actividad. ¿Por qué?, les explico:

  1. El mito de que la Operación República que sólo podía ser cumplida por y con los militares desapareció, esto significa que, en la próxima democracia en Venezuela, no será necesario que los militares “controlen” el ejercicio al voto ciudadano.
  2. El milmillonario presupuesto necesario para llenar los bolsillos de los jefes militares también quedó demostrado, incluyendo en eso que los ciudadanos pueden y deben cumplir con el servicio electoral y el servicio civil que establece la Constitución en su artículo 134, sin exigir más allá que el agradecimiento patrio de ello.
  3. La diáspora existe y su creador (Nicolás Maduro y su pandilla delictiva) tienen el repudio de todos los venezolanos en el extranjero que, con más apoyo de los gobiernos del mundo libre, hubiese sido más contundente la participación venezolana fuera del país.
  4. El rechazo a la gestión de ese sistema anacrónico está representado en la señora María Corina Machado, quien se enfrentó en su momento al comandante Hugo Chávez y, sacrificando aun su tranquilidad y su integridad física, es la persona que el chavismo más teme, las hordas del desprecio comunicacional la han atacado en las últimos días de forma implacable y el resultado fue adverso; pero aun así no dejarán de atacarla desde sus espacios idiotizadores, haciendo que los titiriteros salgan al escenario.
  5. El pueblo venezolano, TODO, SIN EXCEPCIÓN, quiere un cambio democrático, porque sabe el costo humano que implican las otras vías; no obstante, la pandilla que regenta el poder no está dispuesta a abandonarlo, sabiendo la deuda que tienen con la justicia nacional y foránea.

A los militares venezolanos de bien:

Ustedes tienen el DEBER INELUDIBLE de respetar y hacer respetar la voluntad ciudadana de una elección libre y transparente, completamente inclusiva y sin trucos; la demostración del 22 de octubre los hizo a un lado, no permitan que, también los hagan a un lado en la defensa futura de la patria o, lo que es peor, terminen generando el desprecio pleno de aquellos a quienes juraron defender. Ya no hay vuelta atrás en hacer lo debido para la paz verdadera en nuestra amada Venezuela.

Como era de esperar, los factores opresores pretenden minimizar ese hecho inocultable, y con la más tenebrosa propaganda demonizar la expresión popular; es sabido que todos ustedes están bajo constante amenaza y escrutinio por parte de mandos que responden a la mafia gubernamental, basados solamente en sus intereses personales. Una leve discrepancia, un mínimo pensamiento crítico, un mínimo disentimiento es considerado alta traición e implica un riesgo de vida, ¿Es eso democrático? ¿Después de 24 años qué han logrado? Han prometido, han activado varias veces motores, impulsos, golpes de timón, guerras contra la corrupción… ¿Qué ha cambiado? ¿Qué ha mejorado para la sociedad? ¿Qué ha mejorado para la familia militar?

Se aproxima la hora en que los bonos de miseria sean reemplazados por salarios dignos, que se pueda contar con un verdadero seguro de hospitalización, cirugía y maternidad, que las pensiones no sean una limosna, que los servicios públicos sean verdaderamente eficientes y que haya oportunidades de crecimiento para todos; porque el bien de la patria es supremo y no puede seguir bajo el mando de unos corsarios que la desangran y que actúan como un Ejército de ocupación. Pero Venezuela es tan noble que aún no han podido quebrarla.

¡Desconocer la voluntad ciudadana, manifestada en un evento sometido a todo tipo de obstáculos, comparable con la más severa y ruda cancha de infiltración, es la más palmaria muestra de desprecio por lo que ustedes juraron defender…! Porque sin combustible, con escasez de alimentos, con problemas de salud, bajo el sol y bajo la lluvia; sin electricidad, con un programado bloqueo comunicacional que fue avasallado por el mensaje “boca a boca”, hubo una manifestación cívica en nuestro país, con repercusiones en el mundo entero, y es pertinente reconocer que, los pocos inconvenientes violentos ocurridos, fueron ordenados por la mafia que manda en Venezuela, porque temen a la llegada de la justicia.

El Alto Mando Militar resultó ser de lo más bajo que la historia republicana haya conocido, ya ellos no tienen retorno ni remedio y pretenden con sus discursos patrioteros arrastrarlos a ustedes al desprecio de la humanidad.

Ustedes le dicen comandante en jefe a un delincuente internacional, el mismo que mediante chantajes y sabrá Dios que otras argucias logró canjear a sus familiares narcotraficantes confesos por gente inocente de bien; pero la justicia llegará.

Militares venezolanos, el pueblo habló y con ese grito que aún retumba, clama un cambio verdadero hacia el bienestar ciudadano y el rescate de la democracia plena. El 22 de octubre muchos de sus familiares, madres, esposas e hijos, aun sabiéndose vigilados por los sicarios de Nicolás Maduro, fueron a votar, porque están agobiados de la desgracia a la que los ha llevado ese sistema de nepotismo y cleptocracia por caprichos de unos pocos en perjuicio de la mayoría; quienes anhelan la libertad de los que injustamente están tras las rejas y los que están en esa cárcel a cielo abierto en la que convirtieron la Fuerza Armada y a un Estado fallido y forajido.

En esta lucha del mal contra el bien, el bien triunfará.