[Fenomenología de un padre atribulado por causa de la «dolorosa emigración de venezolanos»]
«I was born with the gift of clairvoyance and it afflicts me» (A. J. U.)
Conocí a tu madre cuando yo era un joven escritor vanguardista por su enorme impulso narrativo. Había publicado dos libros de cuentos: Espectros (1975) * y Acertijos (1979) **
Aun cuando jamás estuve adscrito a una dependencia distinta que «Prensa Institucional» de la Universidad de los Andes, oficina de la cual fui uno de los principales fundadores**, solía visitar [con frecuencia] las instalaciones de la antigua sede de la Facultad de Humanidades y Educación situada en la Avenida Universidad: localidad donde su «Escuela de Letras» era la más renombrada luego de las de Ciencias Jurídicas-Políticas, Medicina y Arquitectura. No existía aún la Facultad de Arte, que inició como un centro experimental [CEA]
Virtud a mi creciente notoriedad por la divulgación de críticas favorables hacia mis obras en los principales diarios y revistas de Caracas pero también de la provincia venezolana o algunos extranjeros [El Nacional, El Universal, Vanguardia Liberal de Colombia, Quetzalcóatl en México] algunos profesores de Letras comenzaron invitarme dar charlas sobre mis quehaceres literarios a sus alumnos que estudiaban y analizaban mis obras.
En uno de esos gratos encuentros que tuve con estudiantes cuyas edades eran próximas a la mía (yo tenía 25 años), al final de mi intervención sugerí –conforme a mi costumbre- que intervinieran con preguntas inquietantes. Mi estilo escritural y tramas no eran complacientes***. Tres chicas levantaron sus brazos con manos abiertas. Sus nombres: Carla, Laura y Milagros, cada una de las cuales expresó sus opiniones sobre los fortísimos contenidos de mis cuentos. También formularon interrogantes que respondí expedito.
Era mediodía cuando di por terminada mi intervención y nos dispersamos. Tomé una buseta del transporte público y salí-bajé de ella muy cerca de un restaurante de comida exclusivamente vegetariana recién inaugurado en la sede merideña de la https://granfraternidaduniversal.org/ y propiedad de un popular cocinero llamado Teo [nombre de origen griego, «Theos», individuo a quien Dios protege o cobija»
Cuando caminaba frente al establecimiento comercial el cocinero me invitó probar sus platos vegetarianos. Entré. Mientras comía y platicaba con él, tres muchachas me sedujeron para que me sentara junto con ellas a la mesa que habían escogido y acepté.
Conversé con ellas durante dos horas y salimos. Inferí, cortés, cenar conmigo en un apartamento que tenía rentado en la Avenida 2 de la ciudad de Mérida [Edificio «Gardel»] Acudieron las tres: Carla, Laura y Milagros. Todas cursaban la especialidad de Lenguas y Literaturas Clásicas ya extintas, donde enseñaban «Latín» y «Griego». La noche del mismo día cuando las conocí, supe que Carla sería intervenida quirúrgicamente por un médico cirujano de formidable fiabilidad llamado Vicent Phillips.
Al siguiente día fue operada y conocí al médico cirujano que realizó la intervención quirúrgica, quien, para mi sorpresa, quiso hablar privadamente conmigo. Era https://www.nmas.com.mx/tendencias/masones-significado-del-grado-33-maximo-reconocimiento-en-masoneria/ y me adelantó que ellos me invitarían iniciarme en su internacional organización: http://www.francmasoneriauniversal.org/
Pocas semanas más tarde, Vicent se llevó la muestra –tejido facial-mandibular- del minúsculo tumor facial extraído de la parótida de Carla. Se lo llevó durante uno de sus viajes de índole profesional hacia Suiza, donde realizaba programados trabajos de quirurgo. Cuando el notable especialista retornó a Venezuela se reunió conmigo para persuadirme ingresar a la masonería e informarme sobre los resultados de la biopsia practicada a la muestra tumoral que afectaba la salud de la joven e inteligente estudiante de Literaturas Clásicas.
-«La hermosa Carlita tiene un tumor mixto, afortunadamente no https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/6202-small-cell-lung-cancer» que me preocupaba –sentenció-. «Podría vivir 20 o más años»
Tu madre, amada hija, nacida en https://it.wikipedia.org/wiki/San_Ferdinando_di_Puglia [Italia y todavía sin haberse nacionalizado venezolana] era la chica más hermosa jamás vista por mí en la Escuela de Letras de la Universidad de los Andes. Quedé impactado por su belleza y me enamoré de quien luego se convertiría en mi esposa hoy difunta.
NOTAS.-
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https://www.ecured.cu/Alberto_Jimenez_Ure#Sobre_Espectros_en_la_narrativa_de_Jim.C3.A9nez_Ure
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https://www.ecured.cu/Alberto_Jimenez_Ure#Sobre_Acertijos
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albertjure2009@gmail.com