OPINIÓN

138 días

por Pedro Miguel Castillo Pinto Pedro Miguel Castillo Pinto

138 días son los que faltan para las elecciones municipales de España; ese día se elegirán más de 8.000 alcaldes y 67.000 concejales, así como también 12 presidentes autonómicos. Estas son, sin duda alguna, las elecciones más importantes para el futuro de España, aunque muchos dirán que esto no es cierto, ya que este mismo año tendremos elecciones generales. Lo que hace que las elecciones municipales sean más importantes es que serán las determinantes para la continuidad de Sánchez.

Está claro que Sánchez buscará quitarle importancia a esta cita electoral diciendo que las elecciones municipales no reflejan el desgaste de su presidencia, sino de los gobiernos locales; esto está lejano de la realidad. Las elecciones generales son un reflejo claro de la intención de voto nacional. Esto lo saben los presidentes autonómicos y los alcaldes de todos los rincones del país y, está tan claro, que no pierden oportunidad de alejarse de las decisiones que toma el presidente en conjunto con sus bandos nacionalistas y de ultraizquierda.

Emiliano García-Page no es el único, aunque sí es el que más ha llamado la atención. Él es, en este momento, el mayor opositor a Sánchez en lo interno y posiblemente el sucesor de Pedro, si gana sus elecciones el 28 de mayo. Si Page no gana, no hay más futuro para él en España; es el todo o nada para él. Debe desligarse de Sánchez para seguir y debe negar a Sánchez para ganar. Debe quitarse a Sánchez para ganarle a Sánchez.

Ahora, del otro lado, está Alberto Nuñez Feijóo, quien es un político de la vieja guardia que nunca ha perdido una elección; más bien, siempre ha obtenido mayoría absoluta. Para Alberto, es una de las citas más importantes, no es por ser el primer paso hacia la Moncloa, sino porque se verá cómo respira el líder de la derecha.

Los nombramientos de antiguos ministros, de gente externa al partido y de fichajes estrellas fuera de sus filas, está dando a entender que él es el aglutinador del voto del centro derecha. No cabe duda de ello. La estrategia del Partido Popular (PP) es la de siempre, ser el aglutinador de partidos, mientras el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se hunde y busca sus salvavidas en los extremos.

Las elecciones pasarán por una victoria rotunda del PP y logrará gobernar en gran parte del territorio. Actualmente está a 2 puntos de quitarle todas las comunidades al PSOE, debido a las malas políticas de Pedro Sánchez y de su falta de liderazgo nacional.

Recordemos que Pedro Sánchez llega a la Moncloa por la puerta de atrás, con el PSOE más débil en años y solo resiste a punta de beneficios a los herederos de ETA y a los que quieren dividir España y destruirla.

Pocos españoles entienden sus maniobras y ni siquiera sus partidarios saben si habrá, o no, referéndum en Cataluña. Lo que sí está claro es que él solo ha querido sobrevivir para tomar la presidencia del Consejo de la Unión Europa estos 6 meses y ver si así rescata alguno que otro voto. Un líder sin liderazgo, un partido con los votantes justos para los 100 diputados y unas políticas sin pies ni cabeza. Este es el resumen de los 3 años de gestión de Pedro: no le importa sus votantes, no le importa el país y solo piensa en su manual de resistencia.

Tenemos 138 días para frenar a este gobierno. 138 días para frenar a Sánchez y a su totalitarismo silencioso. Lo que sabemos todos es que 4 años más de Sánchez son 4 años de retrocesos democráticos, de más endeudamiento público, de un referéndum en Cataluña, de más favores a Nicolás Maduro, de más politización de la justicia y de más series de Pedro Sánchez en la televisión. 4 años más son 4 años donde perderemos todos, donde retrocederemos todos. Con Sánchez, España está insegura. Con Sánchez, España es menos democrática. Con Sánchez, nuestros bisnietos serán los que logren pagar la deuda.

Cuando el mandatario no está para sus mandantes, solo le importa su reflejo en el espejo y solo busca seguir a flote mientras el país se hunde, es cuando todos debemos abandonarle y dejarlo a la deriva.

No podemos seguir con Sánchez.

Es Sánchez o España.