OPINIÓN

100 dólares & Supervivencia biológica en Venezuela

por Daniel Arias Alfonzo Daniel Arias Alfonzo

Estamos en momentos de llegar al llegadero, donde el aumento sostenido de la divisa estadounidense, que apunta hacia el millón de bolívares soberanos (1.000.000,00) por dólar en cuestión de meses, podría generar sin duda alguna una situación aguda de hambruna, debido a la existencia de millones de empleados públicos y pensionados que reciben sueldos en bolívares soberanos, que están demasiado lejos de los requerimientos indispensables para cumplir con el precepto constitucional de un salario mínimo que sea suficiente para cubrir la canasta básica, tal reza el mismo del siguiente modo:

“CRBV Artículo 91 Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la participación que debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de la empresa. El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso legal, salvo la excepción de la obligación alimentaria, de conformidad con la ley. El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La ley establecerá la forma y el procedimiento”.

Es entonces cuando recordamos el año 2018 y la propuesta del economista Francisco Rodríguez  de dolarizar los salarios de la administración pública, reseñados de la siguiente forma:

“Por ejemplo, los bachilleres tendrían una remuneración mensual entre los 75 dólares americanos y los 98,8 dólares americanos, de su grupo en la tabla. En cuanto al técnico superior universitario (TSU) Rodríguez propone que estas personas perciban entre 100 y 123,2 dólares. De igual forma, sostuvo que al ganar Henri Falcón el salario de los profesionales universitarios será entre 125 y 198,2 dólares.” (Francisco Rodríguez: Sí gana Falcón elecciones salario del sector público sería dolarizado Juan B. Salas | elimpulso.com)

Llegamos al año 2020 y solamente 62.700 trabajadores del sector público de la salud están recibiendo, a través de un programa denominado Héroes de la Salud, un bono de 100 dólares mensuales durante tres meses, mientras que una enorme cantidad de educadores están esperando entrar a este grupo en otro programa denominado Héroes de la Educación, que es difícil de estimar debido a la existencia de centenares de miles de trabajadores en dicho sector.

En abril de 2020 un grupo de profesionales, denominado Petróleo por Venezuela y encabezado por el mismo Francisco Rodríguez, planteó una propuesta de las siguientes magnitudes:

“Recomendamos la creación de un programa de transferencias de 100 dólares mensuales para cada familia venezolana que se vea obligada a permanecer en casa durante la duración de la pandemia. Las condiciones para ser beneficiario de este programa dependerán de la capacidad de generar ingresos de la familia en cuestión y de la obligación que imponga la regulación pública en torno a la permanencia en casa durante la cuarentena. La transferencia también sería ajustada de acuerdo con el número de miembros de cada unidad familiar, usando como base una familia con dos adultos y dos dependientes. El programa está diseñado de forma de ser implementado durante un período de cinco meses, aunque podría ser extendido o recortado de acuerdo con el progreso en el proceso de contención… Estimamos el costo total de este programa en 1,819 millardos de dólares. Como mencionamos con anterioridad, es indispensable que se cuente con fuentes de financiamiento externo de forma de asegurar que el gasto generado no repercuta en una aceleración inflacionaria y que se permita disponer de la mayor cantidad de bienes e insumos importados necesarios para alimentar la demanda en un contexto de restricciones de oferta. Por ello, recomendamos acudir a organismos financieros internacionales de forma de obtener los recursos necesarios para cubrir el costo de este programa”.

Con un universo de 5,4 millones de familias beneficiadas, según información que he recopilado personalmente, vendría a ser uno de los esfuerzos mejor planeados y organizados, para atender la espantosa crisis social que está barriendo Venezuela y así responder a su vez a la crisis económica y social de manera simultánea.

La Tabla 1 resume los costos estimados del programa:

Igualmente, por razones de estudio, debemos considerar la enorme data del sistema Patria, que tiene anotado millones de ciudadanos (18,9 millones, según datos  de la Vicepresidencia de la República, octubre de 2019) organizados en grupos familiares y otros ítems de enorme interés estadístico, que desafortunadamente no son de dominio público, para adelantar o establecer opiniones sobre estos tópicos.

Lo que sí podemos señalar es que los bonos en bolívares soberanos se han vuelto indispensables para la supervivencia biológica de millones de venezolanos, que reciben este beneficio con mucha mayor regularidad que las bolsas o cajas CLAP, con el lamentable saldo al final del camino de que estos millardos o billones de bolívares soberanos son alimento de gran valor para sostener la hiperinflación a nivel nacional, debido a que los comerciantes se ven obligados de forma automática a transformar sus ventas en bolívares a dólares estadounidenses, para lograr la compra de insumos importados.

Por todo ello, para cerrar esta “locura circular”, se hace indispensable resolver la crisis política que azota a nuestro país desde hace varios años y proceder en forma inmediata a la privatización de las más de 3.000 empresas del sector público, para que los inversionistas extranjeros procedan a pagar salarios y beneficios sociales en dólares estadounidenses y de una vez, se puedan generar centenares de miles de empleos sustentables y productivos, mientras que la Hacienda Nacional comienza a recaudar los millones de dólares estadounidenses para asumir los incrementos paulatinos de la administración pública a todos sus niveles y de los millones de pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en divisas extranjeras.

Estos planes solo son posibles con planes detallados de importaciones masivas de alimentos y medicinas, por el orden de los 2-3 millardos de dólares estadounidenses mensuales, lo cual requiere la creación de un Fondo Nacional de Asistencia Social que cumpla con rigurosos criterios de auditoría y transparencia para evitar que se pierdan miles de millones de dólares en prácticas corruptas, que parecen nunca acabar en este país.

La sensatez llama a una ampliación del proyecto de Francisco Rodríguez para atender al menos alrededor de 25 millones de ciudadanos durante al menos 3-4 años, para lograr la estabilidad política, iniciar el crecimiento económico y armonizar el orden social…

Se haría incluso necesaria la posibilidad de hacer fondos regionales o municipales de este gran Fondo Nacional….

Pero ello ya es una decisión política…