Apóyanos

Nueva ola migratoria | Las montañas andinas fueron su resguardo antes de salir de Venezuela

Al menos unos 300 venezolanos han salido de Venezuela por razones políticas desde el 29 de julio de 2024. Edgar Prada y José son un ejemplo de ello. Ambos se resguardaron en las montañas andinas después de que sus viviendas fueran asediadas. Ahora forman parte de la “nueva ola migratoria” del país
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Cerca de las 9 de la mañana del 23 de julio de 2024, cinco días antes de celebrarse las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, una patrulla con funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) asedió la residencia de Edgar Prada, coordinador de Vente Venezuela y del Comando ConVzla en el municipio Valera del estado Trujillo.  A partir de allí, inició una historia de resguardo, temor y ansiedad.

En medio del ir y venir de la patrulla, Prada logró salir de su vivienda y decidió no volver ese día. Al caer la noche regresaron los funcionarios, pero ahora encapuchados y con armas largas, preguntando a los vecinos por él, por su paradero.

Su resguardo fue estar todo el día en la calle haciendo trabajo electoral, con los cuidados que ameritaba el caso y durmiendo en otros lugares. Eran los días de mayor organización, supervisión, entrega de credenciales y arreglos de logística, no podía ausentarse de manera definitiva.

El 28 de julio, cuando se dispuso a votar pasadas las 9 de la mañana, funcionarios de la alcaldía de Valera, integrantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y colectivos armados se lo prohibieron, alegando que si votaba, el centro electoral sería cerrado. Cree que no fue detenido por la presencia de los medios de comunicación y la cantidad de electores que había a las afueras. Ese día y el siguiente siguió trabajando en la recolección de las actas de escrutinio.

Dos días después, el 30 de julio recibió una llamada en la que se le informaba que ni él, ni otros miembros del comando, podían aparecer en la marcha que había sido convocada a nivel nacional, porque tenían una orden de captura en su contra y serían detenidos. “Ese día fue el de mayor represión, vimos periodistas, ciudadanos, que no tenían absolutamente nada que ver, más que querer a una Venezuela diferente, que los apresaron”, relata.

Desde aquel momento las montañas andinas fueron su resguardo, moviéndose todos los días de un lado a otro, porque tanto su vivienda, como la iglesia a la que asistía estaban siendo asediadas por el Sebin, en el afán de encontrarlo. El 20 de agosto, agotado y agobiado por la persecución, y ante las alertas constantes que recibía de dentro del Psuv, decidió emprender camino para salir de Venezuela, consciente de que en cualquier alcabala podía ser reconocido y detenido. 

Noticias Relacionadas

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional