El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recordó el bombardeo de la ciudad española de Gernika durante la guerra civil, en su intervención ante el Parlamento español para recabar una mayor implicación de Occidente tras la invasión de Rusia de su país: «Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937».
En esa fecha, la ciudad vasca de Gernika fue bombardeada por la aviación alemana, que apoyaba al bando rebelde liderado por Francisco Franco frente a la República española, lo que supuso un duro golpe para la contienda, un ataque brutal a una población civil.
Con estas palabras, Zelenski, que viste camisa militar, se dirigió al pueblo español por videoconferencia en un acto en el Congreso después de haberlo hecho en una veintena de parlamentos de otros países para recabar el respaldo internacional.
El presidente ucraniano, que demandó sanciones «más contundentes» contra Rusia por la invasión de su país, pidió expresamente que empresas españolas, como Porcelanosa, dejen de hacer negocios en ese país.
«¿Cómo permitir que los bancos rusos generen beneficios mientras ellos están torturando gente? ¿Cómo permitir que las compañías europeas tengas beneficios mientras destruyen mi país?», preguntó.
«Los ucranianos queremos la paz», «no queremos conflicto», insistió el líder ucraniano, que minutos antes había intervenido ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde denunció las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas en Ucrania, tras haber visitado la localidad de Bucha, escenario de una matanza de civiles.
Zelenski, que ya se dirigió a numerosos parlamentos occidentales, denunció ante los diputados y senadores españoles que Rusia «no busca la paz en serio» y afirmó que no saben cuánto puede durar la guerra, por lo que insistió en que apoyen a su país con armas y con sanciones.
«Tenemos que hacer aún más para que Rusia empiece a buscar la paz y respetar el derecho internacional», insistió, a la vez que recordó la destrucción de la ciudad de Mariupol, donde, dijo, más de 90% de sus edificios están derrumbados.
Por su parte, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, lamentó las imágenes de «bombardeos, matanzas y atrocidades contra población civil inocente», como ocurrió en las ciudades de Mariupol y Bucha. «Son crímenes de guerra que no pueden quedar impunes”, afirmó.
También hizo un llamado al presidente ruso, Vladimir Putin, para que se siente «con seriedad» a la mesa de negociación para poner fin a esta guerra, que calificó de «ilegal, irracional e injusta».
Además, afirmó que Ucrania podrá contar con el apoyo de España en su camino de transformación para formar parte en un futuro de la Unión Europea.
Sánchez recordó que Ucrania presentó su solicitud de adhesión a la UE y recalcó que el país forma parte de la familia europea. Y «no me cabe duda de cuál será el resultado de ese proceso».
Zelenski se dirigió al Parlamento español con el telón de fondo de la masacre conocida en las últimas horas en la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev, que organismos internacionales señalan como crímenes de guerra.
La invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero, ha dejado duras imágenes de muerte y destrucción en ciudades y pueblos ucranianos, además de más de 4 millones de refugiados y más de 7 millones de desplazados internos, según Naciones Unidas.
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