Los millones de migrantes venezolanos presentes en Colombia afrontan últimamente más dificultades para «obtener documentación y acceder a servicios» en el país vecino, denunció este jueves la ONG WOLA.
En un informe, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) reconoce que la respuesta humanitaria de Colombia a los venezolanos que han migrado para huir de una profunda crisis es «completa y generosa», pero advirtió que «la trayectoria reciente del gobierno colombiano es preocupante».
«Ahora es más difícil para las personas venezolanas -especialmente para las recién llegadas- obtener documentación y acceder a servicios en Colombia», asegura la organización en el documento titulado Personas migrantes en Colombia, entre la ausencia gubernamental y el control criminal.
«Las vías para obtener la residencia permanente, incluido el asilo, son muy escasas» y como consecuencia del «retraso en estos procesos y la dificultad en integrarse hay más que se embarcan en el peligroso viaje hacia el norte», añade.
Crimen organizado
La diáspora venezolana en Colombia, que la Organización Internacional para las Migraciones calculaba en 2,8 millones de personas en enero de 2024, asegura que los trámites para obtener permisos de residencia y trabajo son más lentos que antes.
En 2022, el gobierno colombiano cerró la Gerencia de Fronteras, entidad pública que velaba por la integración de los migrantes.
El acercamiento del presidente de Colombia, Gustavo Petro, al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, «no debería seguir influyendo en su oferta de protección a personas de Venezuela», estima la ONG.
La investigación, realizada por Adam Isacson y Laura Dib, corroboró que «el crimen organizado controla la ruta migratoria a través de Colombia», sobre todo el poderoso grupo narco Clan del Golfo en la inhóspita selva del Darién.
Ese espeso tapón selvático fronterizo entre Colombia y Panamá se ha convertido en los últimos años en un corredor para millares de migrantes que desde Suramérica tratan de llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica y México.
Según las autoridades, en 2023 más de 520.000 personas cruzaron esa región, pese a que enfrentan peligros como animales salvajes, ríos caudalosos y bandas criminales que asaltan, violan y matan a migrantes.
La mayoría son venezolanos, además de haitianos, ecuatorianos y colombianos. También hay asiáticos, principalmente chinos, y africanos.