Una mayoría de los votantes latinos de Estados Unidos se confiesa simpatizante del Partido Demócrata, y votará este año por la reelección de presidente Joe Biden, pero confía cada vez menos en el liderazgo de su partido y ello ha llevado a algunos a cambiarse cada vez más hacia el bando de los republicanos.
Así lo refleja un estudio de la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés) divulgada este miércoles y que da cuenta que 53,4% de votantes hispanos dice que se irá el próximo noviembre por el presidente de EE UU, el demócrata Biden, mientras que 33,2% lo hará por el expresidente Donald Trump (2017-2021) y 13,4% se halla indeciso o votará en blanco.
Asimismo, 58,4% declara que el Partido Demócrata es el que mejor refleja sus valores, mientras que 24,1% dice que es el republicano, no obstante en algunos estados los votantes hispanos se están alejando de sus «posiciones tradicionales».
«Los mexicanos y los hispanos de toda categoría han sido históricamente demócratas», señaló a EFE Eduardo Gamarra, responsable del estudio Hispanic Voices: A Comprehensive Annual Survey in the United States.
El profesor universitario agrega que lo anterior, no obstante, «gradualmente está cambiando».
El estudio revela que un «significativo» 19,4% de los votantes hispanos ha estado evaluando en el último año cambiar de partido, una cifra que supone un incremento de 4 puntos porcentuales respecto al estudio del año pasado. Desglosado por estados, lo anterior es más notorio en Arizona, Florida y Nevada.
En el estudio de este año, la mayoría de los que cambiarían de partido (38,1%) son demócratas que se pasarían al Partido Republicano, seguidos de demócratas que se convertirían en independientes (23%).
«Hay algunos estados donde ahora la tendencia hacia el Partido Republicano es mayor y un pequeño movimiento en un estado como Arizona puede significar la victoria de Donald Trump en Arizona», recalcó el experto, quien recuerda que es el voto electoral (el que logre la mayoría de los 538 del Colegio Electoral), y no el popular, el que define al ganador.
Los estados de gran importancia latina, por tanto y en vista de estos cambios observados, «podrían definir el resultado en noviembre», cuando se celebrarán elecciones presidenciales en Estados Unidos, entre Biden, que buscará un segundo mandato consecutivo, y el previsible candidato republicano, el expresidente Trump.
Gamarra matiza que tampoco se puede decir de «manera absolutamente concluyente que los demócratas se están volviendo republicanos», aunque en algunos estados, como en Florida o Texas, la tendencia es clara.
Cuestionados si es que el expresidente Trump debería concurrir a las elecciones, 57,2% dice que no, y 32,2% dice que sí. En el caso de Biden, una mayoría cree que no debería presentarse a las elecciones (44,7%) y 34,6% opina que sí.
Preocupación por el costo de vida y la frontera
Entre los hispanos, la gestión del demócrata en la Casa Blanca cuenta con 43,8% de aprobación o fuerte aprobación, por contra, 44,8% desaprueba o desaprueba fuertemente su mandato, de acuerdo con el estudio.
Este reporte anual, hecho en esta edición entre el 18 de noviembre y el 3 de diciembre a 1.221 votantes hispanos registrados de 22 estados, y en conjunto con la agencia Adsmovil, muestra además las principales preocupaciones de este grupo de votantes, que asciende a 34,5 millones de personas en el país.
Entre estas figura la inflación y el costo de vida (19,8%) como el principal problema que afecta al país, seguido de la economía y pobreza (16,6%) y la seguridad fronteriza (7,5%).
«Esto muestra la importancia que el tema migratorio toma en la actual campaña electoral», dijo Gamarra durante la presentación del reporte realizado hoy.
De hecho, con 11,5% la crisis en la frontera está entre las primeras amenazas a la seguridad de Estados Unidos para los votantes hispanos, seguido del terrorismo islámico y de Hamás (10,2%).
Preguntados por la dirección en la que se dirige el país, 52,9% cree que va en la «dirección equivocada», con Arizona y Florida como los estados donde más opinan de esta forma, mientras que 34,9% opina que va en la «dirección correcta».
El Congreso estadounidense tiene apenas 32,1% de aprobación o fuerte aprobación entre los votantes hispanos, mientras que la Corte Suprema cuenta con 32,4%.