«El virus no procede de la naturaleza ni salió del mercado de Wuhan». Así lo aseguró Li-Meng Yan, quien huyó a Estados Unidos en abril tras asegurar que su país mentía sobre la información que tenía sobre el coronavirus.
La doctora aseguró en entrevista con El Mundo de España que está documentando pruebas sólidas sobre esas acusaciones.
Li-Meng Yan aseguró que China ya sabía en diciembre que el coronavirus se contagiaba entre humanos. Explicó que ese país conocía el peligro del coronavirus antes de que informara a la Organización Mundial de la Salud.
También señaló que en diciembre ya mantenía contacto con un compañero del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades del país, quien le anunció que «en Wuhan sabían ya que era un nuevo virus SARS y que incluso habían secuenciado su genoma completo».
El temor a ser detenida
Según Li-Meng Yan, cuando averiguó que el virus se estaba transmitiendo muy rápido entre personas e informó de sus hallazgos al doctor Leo Poon, un presunto contratista de la OMS, este le pidió ocultar su investigación y que guardara silencio porque estaba poniendo en riesgo su vida.
«Él me pidió que tuviera cuidado. Que no tocara la línea roja; es decir, que no fuera contra los procedimientos del gobierno de China y que no contradijera sus principios. Si no, me metería en problemas y podría ‘desaparecer», explicó la científica.