Militares de Níger, país sin litoral de África occidental, aseguraron el miércoles por la noche que derrocaron el gobierno de Mohamed Bazoum en una declaración que leyó uno de ellos en la televisión nacional en nombre de un Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP).
«Nosotros, las fuerzas de defensa y de seguridad, reunidas en el seno del CNSP, decidimos poner fin al régimen», declaró el coronel mayor Amadou Abdramane, flanqueado por otros nueve uniformados.
«Esto se debe al continuo deterioro de la situación de seguridad y a la mala gobernanza económica y social», añadió.
El militar también informó de la suspensión de todas las instituciones del país. Y ordenó el cierre de las fronteras terrestres y aéreas hasta la estabilización de la situación.
«Un toque de queda se instaura a partir de esta jornada en todo el territorio hasta nueva orden», agregó.
La declaración cierra una jornada tensa en Niamey, la capital de Níger, en la que la guardia presidencial retuvo al jefe de Estado Bazoum en su residencia oficial desde la mañana.
El régimen describió el movimiento de la guardia presidencial como un «arrebato», y una fuente cercana a Bazoum dijo a la AFP que la intentona golpista estaba «destinada al fracaso».
Violencia yihadista
Níger, afectado en varias partes de su territorio por la violencia yihadista que se extiende en el Sahel, está dirigido por el presidente democráticamente electo Bazoum, en el poder desde abril de 2021.
La historia de este país enorme, pobre y desértico está manchada de golpes de Estado.
La Comunidad Económica de Estados de África del Oeste, la ONU, la Unión Europea, Francia (con presencia militar en Níger) y Estados Unidos condenaron el movimiento militar.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, instó a la liberación inmediata de Bazoum y advirtió que la entrega de la ayuda financiera estadounidense al país africano dependía de lo que llamó el «mantenimiento de la democracia».