Decenas de miles de bielorrusos desafiaron por sexto domingo consecutivo al presidente Alexandr Lukashenko. Con marchas de protesta pese al recrudecimiento de la represión de la Policía y las amenazas de persecución judicial, en una jornada que acabó con decenas de detenidos.
Entre ellos, una mujer embarazada que protestaba de manera pacífica en la calle. Sin importar su estado, un policía la aprehendió. La mujer se tiró en el piso y otros dos funcionarios la tomaron por sus brazos y detuvieron.
La manifestación se convocó por las redes sociales como «marcha de la justicia». Congregó en la capital bielorrusa a unas 50.000 personas, de acuerdo con las apreciaciones de varios medios locales, una cifra inferior a las de domingos anteriores
Alambradas y carros blindados de la Policía
Pasado el mediodía, las autoridades de Minsk bloquearon los accesos al Palacio de la Independencia y el Tribunal Supremo, donde desplegaron alambradas y una decena de carros blindados.
Cerraron seis estaciones del metro de la capital a fin de garantizar la seguridad de los pasajeros, explicó la portavoz de la Policía de Minsk, Natalia Ganúsevich, citada por la agencia rusa Interfax.
Casi simultáneamente con el comienzo de la protesta, los usuarios de Internet móvil comenzaron a tener problemas de comunicación. Cosa que el operador local A1 atribuyó a una exigencia del regulador de reducir el ancho de banda.
Las primeras detenciones se produjeron cuando los manifestantes comenzaban a reunirse en grupos para participar en la manifestación.
«¡Esta es nuestra ciudad!», coreaba una columna de manifestantes frente un cordón policial junto a la Plaza de la Victoria, donde, según la agencia rusa TASS, los efectivos antidisturbios detuvieron a una treintena de personas cuando éstas comenzaban a retirarse.
Las protestas se extiendes a otras ciudades
Manifestaciones de protesta de diversa magnitud tuvieron lugar en Grodno, Moguiliov, Gomel, Brest y otras ciudades bielorrusas, según las imágenes difundidas por el digital tut.by.
En Brest, la policía efectuó un disparo al aire y empleó gas lacrimógeno para disolver a los manifestantes, informó la portavoz del Ministerio del Interior de Bielorrusia, Olga Chemodanova
«No lo negamos (el disparo al aire)», dijo Chemodánova, que explicó que el policía que disparó lo hizo para contener el empuje de los participantes en la protesta.
La portavoz de Interior subrayó que las fuerzas policiales controlan totalmente la situación en todo el país.