El apoyo del gobierno de Alberto Fernández en Argentina al informe de la ONU, que denuncia violaciones de los derechos humanos en Venezuela ha agitado las aguas del oficialismo argentino. Esto después de que populares rostros identificados con la facción kirchnerista más dura, que siempre fue afín al chavismo, denunciaran que se ha dado un giro en la política exterior próximo a la «derecha».
Desde diciembre pasado el peronista Alberto Fernández llegó al poder. Ganó las elecciones con la exjefa de Estado Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta. Y hasta ahora no se habían visto desavenencias tan marcadas entre las principales alas del gobernante Frente de Todos, al menos de forma pública.
Mientras, el jueves, Felipe Solá, canciller de Argentina, afirmó que no se dejarán amedrentar por haber votado a favor de una resolución en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas que condena las violaciones cometidas por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
“Nosotros no nos amedrentamos. Argentina seguirá denunciando la no injerencia en temas políticos, pero los derechos humanos no son un tema de cada país. Es un tema global. Una fuerte violación de los derechos humanos es un problema para todos”, dijo en entrevista con la emisora Radio con Vos.
Agregó: “Argentina no debe abstenerse en temas de derechos humanos. No debe tener miedo ¿Cuánto valemos en Ginebra? Valemos nuestra coherencia respecto a los derechos humanos”.
La resolución apoyada por Argentina
La resolución aprobada por 22 Estados, además, extiende por otros 2 años la vigencia de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, que investigó y documentó los graves abusos y excesos cometidos por el régimen madurista y sus fuerzas de seguridad.
Solo tres Estados —Eritrea, Filipinas y Venezuela— votaron en contra de la misión, conformada por los especialistas en derechos humanos Marta Valiñas, Francisco Cox y Paul Seils; el resto de los 22 países se abstuvo, entre ellos México, Afganistán, Bangladesh, Camerún, Indonesia y Nepal.