El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un memorándum al secretario de Estado, Mike Pompeo. En la misiva identificó a 22 países, en su mayoría latinoamericanos, como grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
Esa lista de países, que no refleja necesariamente los esfuerzos antidrogas de sus gobiernos o el nivel de cooperación con Estados Unidos, la integran Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Bolivia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
Washington tan solo «descertifica» a Bolivia y a Venezuela por haber incumplido de manera demostrable sus obligaciones, de acuerdo con los compromisos internacionales antidrogas en los últimos 12 meses.
Trump también asomó la posibilidad de incluir a México en la lista. Colombia también estuvo en la mira del mandatario hace dos años por el incremento en la producción de cocaína.
«Necesitamos que el gobierno de México intensifique sus esfuerzos para aumentar la erradicación de la amapola, las incautaciones, los procesos judiciales y la confiscación de bienes», dijo Trump, que también le exigió una estrategia integral de control de drogas.
Trump ordenó a Pompeo que entregue este memorándum al Congreso para que los legisladores lo tengan en cuenta para asignar sus programas de cooperación internacional, aunque en el caso de Venezuela recordó que los programas de ayuda al líder opositor Juan Guaidó son fundamentales para los intereses de Estados Unidos.
«Con el fin de la dictadura plagada de elementos criminales de Maduro, Estados Unidos tendrá una mucho mejor oportunidad de trabajar con Venezuela para detener el flujo de drogas que salen de América del Sur», dijo Trump.