Cortejados por Donald Trump desde antes de ser presidente, los venezolanos y cubanos radicados en Florida son, entre los hispanos, la piedra en el zapato del candidato presidencial demócrata Joe Biden en su andadura para ganar este decisivo estado en las elecciones de noviembre.
«Todavía no ha dado con el mensaje correcto para ellos», que es «decir algo más que defender la postura de Barack Obama hacia Cuba», señaló a Efe el periodista argentino radicado en Miami Andrés Oppenheimer, que está convencido de que la campaña del demócrata va a dar un giro en ese sentido en el tramo final de la campaña.
Biden visitará Florida este 15 de septiembre, pero no estará en Miami, sino en Tampa, donde participará en una mesa redonda con veteranos, y en Kissimee, donde se reunirá con la comunidad hispana de esa localidad donde reside una gran cantidad de puertorriqueños.
Las encuestas de la última semana han mostrado que si bien lleva la delantera en la intención de voto, el exvicepresidente no tiene asegurada la victoria en Florida y necesita más votos hispanos y de otros grupos para compensar el tradicional apoyo de los blancos del centro y norte a los candidatos republicanos.
Seducidos por la mano dura de Trump
Venezolanos y cubanos, que representan 50.000 y 650.000 votos potenciales, respectivamente, podrían hacer la diferencia, pero ambos están seducidos en su mayoría por la mano dura y la retórica agresiva de Trump hacia los gobiernos de sus países, a pesar de que no ha logrado por ahora los cambios en el poder que ellos quisieran.
Una encuesta de la semana pasada mostró que Trump le saca a Biden 38 puntos de ventaja entre los cubano-estadounidenses de Miami-Dade y a finales de agosto otro sondeo reveló que 7 de cada 10 venezolanos con derecho a votar en EE UU lo harán por el presidente.
El candidato demócrata tiene «una oferta muy pobre para la comunidad venezolana», dijo José Colina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), con sede en Miami.
El que fue vicepresidente con Barack Obama (2009-2017) prometió conceder a los miles de venezolanos que huyeron a EE UU por la grave crisis en Venezuela un Estatuto de Protección Temporal (TPS) para que puedan regulalizar su situación aquí, pero esas personas todavía no tienen derecho al voto.
Además, «no manifestó cuál será concretamente su política hacia la dictadura de Maduro», mientras que el gobierno de Trump dictó «sanciones políticas y económicas y ha calificado al régimen de tiranía», además de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Colina reconoció que todo eso no ha logrado un cambio político en Venezuela ni hacer que la crisis económica y social sea más llevadera para los venezolanos, pero al menos es algo frente a la inexistencia de comentarios de parte de Biden.
«Pareciera que la estrategia de su campaña fuera no decir nada para no crearse problemas», subrayó el militar retirado venezolano.
El acercamiento a Cuba de Obama le pasa factura
Por el contrario, la eficiente estrategia comunicacional de Trump creó la percepción de que la política hacia Venezuela tuvo resultados y «en política la percepción es un activo».
En el caso del exilio cubano, el problema con Biden no es lo que no ha dicho, sino que señaló que piensa continuar con la política de acercamiento al régimen cubano que tuvo Obama, subrayó Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano, organización integrada en la Asamblea de la Resistencia Cubana.
«Eso significa más de lo que ya vimos», dijo Gutiérrez en referencia a las concesiones que a partir de 2015 el gobierno del demócrata hizo al gobierno cubano, entonces presidido por Raúl Castro, sin exigirle que hiciera nada a cambio de acuerdo con la opinión del exilio.
«Nadie entiende y conoce mejor el problema de Cuba que el exilio cubano», dijo Gutiérrez, que defendió que es cuestión de tiempo que una política firme de sanciones económicas y políticas como las que aplicó Trump al «sangriento régimen que lleva 61 años en el poder» en la isla produzca los resultados buscados.
«Estamos muy cerca de que ese régimen salga del poder y los cubanos puedan recuperar su libertad», aseguró el opositor cubano.
El tiempo corre
El periodista de CNN en Español y columnista del diario El Nuevo Herald Andrés Oppenheimer mantiene el optimismo sobre la posibilidad de que Biden derrote a Trump en Florida y a escala nacional.
En 2016 el presidente fue el triunfador en Florida con ventaja de unos 130.000 votos sobre la demócrata Hillary Clinton. Las elecciones presidenciales son siempre reñidas en Florida y las próximas parece que también lo serán.
Oppenheimer, subrayó que los latinos en general están con Biden, también en Florida, donde cuenta con el apoyo de colombianos y puertorriqueños, dos comunidades cada vez con más peso, pero su punto débil son los cubano-estadounidenses.
El exsecretario de Estado John Kerry le dijo a Oppenheimer, que lo entrevistó hace días para CNN en Español, que si Biden quiere establecer una buena relación con los cubano-estadounidenses debe expresar que se siente «decepcionado» por la respuesta del gobierno cubano a la mano tendida por Obama para el «deshielo».
Oppenheimer opinó que si el candidato demócrata visita Miami debe proponer una «política de mayor defensa de los derechos humanos y de la democracia tanto en Cuba como en Venezuela».
En un mensaje dirigido junto con su esposa Jill a los cubanos el 8 de septiembre con motivo de la festividad de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, Biden manifestó su «compromiso inquebrantable de luchar por los derechos humanos, la libertad y la democracia en la isla».
También hizo votos para que llegue un futuro en el que el pueblo de Cuba «sea libre de determinar su propio destino».
Con el TPS para los venezolanos y una reanudación de los viajes a Cuba para los cubano-estadounidebes «no alcanza», manifestó Oppenheimer.
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