A pocas horas de que las familias españolas pongan sus mejores manteles y vajillas para la cena de Nochebuena, un centenar de solicitantes de asilo y voluntarios se reunió este martes en Madrid para reivindicar su derecho a celebrar estas fechas festivas, con una comida de distintos países y un Papá Noel que adelantó su agenda.
Vasos y platos de plástico con hummus, guacamole, encurtidos, embutidos y empanadillas chilenas se extendieron por las mesas vestidas con manteles de papel navideños, presididas por un árbol de Navidad con decenas de regalos a los pies, en esta fiesta de prenochebuena.
El festejo lo organizó la misma red de vecinos que desde hace meses coordina la ayuda a los solicitantes de asilo que acuden a las puertas de Samur Social de Madrid. Muchos de ellos son venezolanos, aunque esta vez se trasladaron a un local cedido, donde invitaron a un centenar de niños y adultos que no puede pasar las fiestas en sus países de origen.
Es el caso de Yusnelly, venezolana que ingresó en la Cruz Roja el 25 de noviembre. Desde entonces, su familia y ella están viviendo en uno de los centros de acogida que hay en la provincia de Madrid. De ahí partieron este martes para vivir esta cita que es un gozo.
«Ya que estamos lejos de la familia, pues hacemos familia acá (…). No es fácil estar lejos de casa y por las necesidades, esto es lo que nos ha tocado vivir«. Así dijo a Efe mientras se culminan los preparativos de este «día de compartir» que agradece a los vecinos.
Una de esas vecinas es Carol, que llega con sombreros de Papá Noel. Explicó que con esta comida se pretende que los solicitantes de asilo tengan el derecho a celebrar un día tan especial como es la Navidad.
La comida estuvo amenizada con música y después, los renos de Papá Noel llegaron para repartir los regalos.
«Estas personas tendrían que estar protegidas tanto por el gobierno local como estatal y están totalmente desprotegidas. Lo único que estamos haciendo es unirnos (…) para darles soporte en todo lo que podemos», expresa la voluntaria.
Por la sala del local sonó la música y las cámaras de televisión captaron las entrañables imágenes de los protagonistas del día, como José, solicitante de asilo también en Madrid procedente de Venezuela.
El lunes hizo un mes que llegó a España con sus dos hijos, su esposa, su hermana mayor, su cuñado y su sobrino, y ya son 24 los días que han pasado desde que fueron acogidos por la Cruz Roja, aunque antes de esto ya vivieron de primera mano la solidaridad de los vecinos.
«Creo que no tenemos cómo agradecer (a los vecinos) porque desde que llegamos aquí nos atendieron demasiado bien», dijo a Efe.
Pide en estas fechas salud y muchas bendiciones para todos los españoles, a quienes agradece los regalos que podrán abrir sus dos pequeños.
«Aquí, gracias a los vecinos, aún mantienen la idea de Papá Noel. Todo lo que le han dado, aunque sea lo más mínimo, lo aceptan y lo disfrutan«, indica antes de que le ofrezcan una cerveza.
Mientras tanto, los más pequeños recorren la sala comiendo patatas fritas y sorbiendo sus refrescos en esta fiesta adelantada de Nochebuena.