En el norte de Texas la comunidad venezolana ha crecido notablemente, con la apertura de restaurantes de comida tradicional, la formación de equipos de kickingball, un deporte popular entre las mujeres; y el aumento de tiendas que ofrecen productos típicos del país.
Texas cuenta con la segunda mayor concentración de venezolanos en Estados Unidos, después de Florida, de acuerdo con la Encuesta de la Comunidad Americana de la Oficina del Censo de 2022.
En la última década cerca de 8 millones de venezolanos han huido de su país, entre sus destinos hacia la frontera de México con Estados Unidos, escapando de regímenes autoritarios, según la organización WOLA.
A pesar de que una buena cantidad de inmigrantes han logrado establecerse y prosperar, en muchos casos su travesía para llegar a Estados Unidos fue un infierno, reseñó en un reportaje The Dallas Morning News.
Los inmigrantes han tenido que superar desde deportaciones hasta el miedo al secuestro y violaciones, denunciadas por víctimas y organizaciones; y extorsiones de grupos criminales o incluso por parte de autoridades en países de Latinoamérica.
Venezolanos encuentran un hogar en Texas
Una de estas historias es la de Liliana Andrea Araujo, quien dejó Venezuela por el mismo camino que un año antes había salido su esposo, hacia Dallas-Fort Worth. En su país dejó a sus dos hijas, aunque una de ellas ya está en California.
A pesar del temor a ser víctima de violencia durante el trayecto, la determinación de reunirse con su esposo la impulsó a continuar. Su travesía incluyó un hacinado viaje en tren en México, donde compartió vagón con decenas de migrantes en busca del mismo sueño.
En su primer intento por llegar a Estados Unidos, Araujo fue deportada antes de que el Título 42 fuera eliminado. Esta política migratoria, implementada por la administración de Donald Trump en respuesta a la pandemia de COVID-19, permitía la expulsión rápida de migrantes que cruzaban la frontera sin autorización.
Sin embargo, cuando el Título 42 fue revocado por la administración Biden en mayo de 2023, la Patrulla Fronteriza cambió su estrategia y comenzó a detener a los migrantes dentro del territorio estadounidense.
Beckenbauer Franco, un abogado y activista que escapó de la represión en Venezuela, comparte con Araujo los recuerdos de las dificultades que enfrentaron en su travesía hacia el norte de Texas.
Franco decidió huir de su país tras ser detenido por protestar contra la reelección de Nicolás Maduro en 2018. Estuvo tres días incomunicado, durante los cuales fue golpeado y amenazado por su oposición al gobierno.