Más de 140 venezolanos, entre ellos cinco bebés, acamparon a 100 metros de la estación de metro Salitre en Bogotá, mientras decidían hacia donde se dirigirían después.
Los migrantes se refugiaron entre lonas y plásticos, los mejores preparados usaban tiendas de campaña. En vista de la situación que se desarrolló en el sitio las personas renombraron el lugar como: “El Bosque”.
“Me han tratado espectacular en Bogotá. Aquí nadie nos ha desamparado, hemos tenido comida y ropa. No sé cuánto tiempo tuve en Venezuela sin comer un pedacito de pollo o una sardina», dijo la venezolana Marleny Márquez, de 38 años de edad.
Marquez indicó que desde que llego a la ciudad colombiana aumentó de peso, mientras que en Venezuela perdió 10 kilos.
Frank Escalante, migrante venezolano de 21 años de edad, recorrió más de 600 kilómetros desde Cúcuta para llegar a “El Bosque”. Detalló que una parte de la ruta la caminó y en la otra fue ayudado por ciudadanos que lo acercaron al lugar gracias a sus vehículos.
El frio de la zona tomó por sorpresa a varios venezolanos, que no llevaban la ropa indicada para protegerse del clima, una de estas personas fue Carmen.
Carmen llegó al campamento junto a su esposo e hijo, y tuvieron que dormir directamente sobre la grama hasta que un ciudadano les dio una carpa para que se resguardaran.
Informó que para pagar el ticket de autobús, de ella y su familia, tuvieron que trabajar como vendedores ambulantes. Resaltó que algunos conductores subían el precio se enteraban que no tenían pasaporte.