Rafael Uzcátegui es uno de los 341.561 venezolanos que migraron al Ecuador. Con formación en salvamento profesional, bombero graduado y técnico dental, el hombre asegura que su preparación no le ha sido suficiente para encontrar un empleo.
Proveniente del estado Táchira, Uzcátegui ha tenido que dedicarse a vender cigarrillos en una de las avenidas más concurridas de la capital ecuatoriana en el norte de la ciudad de Quito, sobre la avenida Amazonas.
Con una bandeja llena de cajetillas de cigarros y con la esperanza de un futuro mejor, el venezolano lamentó que el fantasma de la xenofobia lo acompaña desde su llegada al país suramericano,
«Aquí he sufrido un poco de la xenofobia a través personas que le dicen a uno, ‘bueno, váyase para su país; qué hace aquí. ¿Para qué vienen para acá?, ¿qué hacen acá?'», relató Uzcátegui.
En esa nación las denuncias registradas por actos de xenofobia en contra de los venezolanos se incrementaron 70%, según la Asociación Venezolanos en Ecuador.
La Defensoría del Pueblo del Ecuador confirmó que desde el mes de octubre pasado, durante las jornadas de protestas, se presentaron 20 nuevas denuncias de personas que fueron víctimas de xenofobia, 4 en la ciudad de Quito y las demás en diferentes provincias del país, reseñó la Voz de América.
El Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, dijo que los discursos de odio son producidos por algunos funcionarios públicos. En este sentido, pidió responsabilidad a la hora de referirse al tema de los refugiados migrantes.
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