Un migrante venezolano identificado como José Antonio Torres Navarro falleció el pasado jueves al ser aplastado por un ascensor.
El hecho ocurrió mientras el ciudadano trabajaba en la empresa textil Corpotex, ubicada en la cuadra 1 de la avenida Canto Bello, en San Juan de Lurigancho, provincia de Lima, Perú.
Su pareja, que tiene siete meses de embarazo, llegó hasta la compañía junto con otro familiar de la víctima para pedir mayor información sobre el accidente, reseñó La República.
La mujer afirmó que nadie les daba la cara para explicarles qué había ocurrido con su esposo.
«Solamente salen y entran, cierran la puerta, no nos dejan ver, no sabemos nada. (…) No es un animal, es una persona. ¿Por qué no nos dan respuesta?», cuestionó.
Otro familiar del venezolano, que tenía 28 años de edad, aseguró que solo les dijeron que Torres Navarro murió mientras desempeñaba sus labores.
ATV Noticias aseguró que el venezolano fallecido habría denunciado en reiteradas oportunidades las fallas con el ascensor de montacargas.
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«Estaba metiendo mercancía en uno de los ascensores y este se desplomó (…). Desconozco los pormenores, ya la policía se encargará de decirnos cuál es su verdad», dijo.
En esa misma línea, aclaró que debido a lo costoso que sale la repatriación del cuerpo, el venezolano será cremado en Perú, pues ya tiene la autorización de los padres de Torres Navarro.
‘»La empresa tiene que hacerse 100% responsable de los hechos», consideró.
Por último, añadió que el venezolano que perdió la vida solo ganaba 220 soles a la semana. En un horario de trabajo de más de 13 horas, Torres Navarro se encargaba de la mercancía, de coser y de la textilería.