Durante los últimos cuatro años Luis Alberto Ramírez, de 37 años de edad, se radicó en un barrio de Madrid donde se presentaba como cónsul de Venezuela. En este tiempo aprovechó su supuesta influencia para alquilar tres apartamentos y dos locales comerciales.
Ramírez también aprovechó esa supuesta posición para hacer negocios e introducirse en círculos de influencia de la ciudad española. Como empresario, prometía a los venezolanos inmigrantes agilizar los papeles usando también su condición de abogado, colegiado en Madrid, experto en inmigración, reseñó el diario español El País.
Para ello mostraba un carnet, firmado por la decana, con el número C370047. Además de hacerse llamar cónsul, presumía en Madrid sus contactos en el Sebin, el servicio secreto venezolano, y en Pdvsa, la petrolera estatal. «Muerto el presidente Chávez, Maduro es el que me otorga todos los privilegios», afirmaba.
Sin embargo, las instituciones venezolanas desconocen a Ramírez y no validan los títulos que él mismo se ha otorgado.
«No tenemos ni idea de quién es», dijo una portavoz de la Embajada de Venezuela. «Esta persona no se encuentra colegiada», informaron desde el comité de deontología del Colegio de Abogados.
Desde marzo de este año la policía lo busca por un delito de usurpación de identidad y estafa. En 2016, en el juzgado lo condenaron a dos años de prisión. En septiembre de este año no se presentó a un juicio rápido en el que estaba acusado de amenazas. La causa quedó archivada.
Pese a las evidencias en su contra, insiste en que pertenece al cuerpo diplomático del país. «No te voy a decir en qué país estoy acreditado, no te voy a decir en qué país honro la inmunidad diplomática que caduca en 2023. Tenía el viejo pasaporte que era verde y ahora el nuevo, vinotinto. Qué rico», escribió. Para demostrar su supuesta condición gubernamental envía unas fotografías con la ex presidente de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes
Nueve meses después de que se inició la investigación por sus fraudes, la policía no ha logrado dar con su paradero. La única pista que se tiene es que responde por WhatsApp desde un número de teléfono de Londres.
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