Venecia lleva casi dos semanas sufriendo los estragos de las inundaciones, lo que ha obligado a sus habitantes y a los turistas a adaptarse a los elementos.
La marea alcanzó hace dos semanas el nivel más alto después de la inundación de 1966, con 150 centímetros. Los ciudadanos y varios sectores de la economía contiúan padeciendo las consecuencias.
El Centro de Información y Previsión de Mareas advirtió el jueves pasado sobre la posibilidad de mareas muy altas a partir del 21 de noviembre. Desde el viernes 22 serían de una naturaleza excepcional. Sin embargo, el fin de semana el centro histórico de la ciudad sufrió marea de 1,29 metros.
Las condiciones del viento hicieron que la cifra quedara por debajo de los pronósticos de1,40 metros, indicó Abc.
La “acqua alta” de mediados de noviembre hizo que los turistas abandonaran los hoteles. Asimismo, 40% de las reservaciones se canceló.
Las imágenes de Venecia inundada impactaron en los medios internacionales. Claudio Scarpa, presidente de la Asociación de hoteles venecianos, indicó que “ahora existe el riesgo de que se produzca una crisis”.
La Basílica de San Marcos, en la parte más baja de la ciudad, sufrió daños considerables. Necesitará una inversión de millones de euros en trabajos de restauración.